He tenido la suerte de vivir en una era y en un lugar en el que las guerras han sido toda mi vida o un lejano recuerdo de nuestra historia, o algo que como mucho les pasaba a otros. Hace mucho que tengo claro que ese lado romántico de las guerras que nos pintan las pelis es una ilusión, y si hay algo que pediría en mi lista de deseos eterna seguido de salud es, sin duda, paz.
Por eso no entiendo lo de Rusia. O sí, pero no entiendo a qué viene a estas alturas. Parece que el mundo no ha aprendido las lecciones, porque de cuando en cuando vienen señores que creen que la guerra es el único recurso. Y ponen patas arriba a un mundo que bastante tiene con lo que tiene.
La mayoría de conflictos armados me pillan muy al margen. La guerra de Afganistán a raíz de los atentados del 11-S parecía algo bastante alejado de nuestra realidad. Un calentón de Bush —otro que tal baila, Putin es una versión supervitaminada, diría— y ale, a declararle la guerra al terror y, de paso, institucionalizar el espionaje masivo con la excusa del terrorismo.
Tengo más recuerdos de la guerra del Golfo. Estudiaba COU y escribía un pequeño diario en aquella época. Recuerdo que el día que iniciaron los ataques puse algo bastante ingenuo, en plan «los buenos han atacado a los malos», pero con 18 años tampoco se podía esperar mucho más de mí: he tardado en florecer. Por entonces todavía tenía esa visión más honorable de la guerra, pero lo que he visto y leído desde entonces me ha dejado claro que una guerra es una tragedia para virtualmente todos los que acaban implicados en ella.
Así que lo que hemos visto hoy con el ataque de Rusia a Ucrania es una terrible noticia. No sé si peor que la pandemia; esperemos que no. Lo que sé es que no necesitábamos esto. No creo que Rusia lo necesitara mucho. Desde luego Ucrania no lo necesitaba nada. Y nosotros tampoco.
Hoy en el trabajo nos ha tocado escribir varios temas sobre ello. A mí uno sobre el posible impacto de las criptomonedas en el conflicto. Resulta casi absurdo escribir sobre esto y que mientras una empresa esté sacando sus móviles de gama alta para 2022 o que en nuestro país el esperpento político esté en plena acción. Todo eso queda en segundo plano, claro. Y los volcanes, y las filomenas. Y nuestros pequeños problemas personales, que a menudo son mucho menos importantes de lo que creemos —otras no—. Que haya amenaza de guerra mundial si la cosa se desmanda deja todo lo demás demasiado empequeñecido.
Qué. Chungo.
Solo espero que esto acabe pronto y lo mejor posible, y les deseo lo mejor a todos los que se han visto y se están viendo metidos en una situación que parece absurda en países civilizados y desarrollados en pleno siglo XXI. Está bien defender lo tuyo, pero esto es otra cosa. O lo parece, a juzgar por los acontecimientos.
Miedo me da la situación. Esperemos que esto no se salga de madre.
A mí me da una pena tremenda que esté pasando esto a estas alturas de la película…
Es terrible, sí. Y el mundo mirando, pero claro, meterse en ese fregado a nivel militar sería aún peor.
Es una pena que pase en Europa, sí. Pero es que lleva pasando en Siria, en Yemen, en Libia… y son conflictos que llevan, por acción u omisión occidental, bastante tiempo, y con una crueldad anárquica, que es mucho peor. Aparecieron en las noticias, y luego apagón informativo.
Sólo que esta vez, vemos las calles de Kiev, en la televisión, y nos decimos «¡coño, que parecidos son, coño, podríamos ser nosotros!». Es un poco narcisista, pero quizá es el rejo eurocentrico que nos sale sin querer. La cosa pica muy de cerca.
Es muy posible que Ucrania sufra un destino similar a Yugoslavia si se enquista el conflicto, así que espero que al menos, la barrabasada de Putin sea breve. Y ojo, que nosotros también ofreciendo la posibilidad a Ucrania de la entrada en la OTAN y luego dejándola en la estacada ha sido un gesto feo, y además cruel, conociendo la forma de actuar de Rusia.
Ojalá pase todo esto rápido.
Eso mismo pienso yo. Iba a publicar algo hoy, pero creo que para qué. La situación me recuerda a esas situaciones que algunos viven: ven cómo una panda de gente está maltratando a una persona y no hacen nada. Miran, lo cuentan indignados, pero lo normal es que no hagan nada. Normal: ellos también pueden salir escaldados.
Es terrible. Lo mejor, como dices, que pase todo rápido.
Tambien es cierto que la OTAN ya ni deberia existir si fue para contrarestar a URSS, y que el conflicto ya llevaba años, lo de Minsk (hace 8 años) ni lo cumplieron bien ninguna parte y lo que si es que se pinta la idea de Rusia va por terreno porque si en muchas partes.
Las guerras, como todo, son mas complejas que «este es el bueno y este es el malo» al final de cuentas.
Para apunte concreto personal (que tampoco es que sea la idea generalizar), la profesora de Ingles de mi novia nacio en Kazajistán, se crio en Ucrania y luego se movio a Rusia (y finalmente aqui en Colombia), y comenta como en Ucrania, en frontera con Rusia obligan a los niños y persons a hablar Ucraniano, cierran las escuelas que dicten el idioma, y van mas de 10.000 muertos en los ultimos años simplemente por sentirse mas rusos que ucranianos.
Al final de cuenta pretextos siempre habran pero creo que si el mundo hubiera puesto los ojos mas encima de esos grupos prorusos, o grupos procranianos haciendo de las suyas en ese sector no hubieramos llegado a la situacion actual.
La guerra es una mierda