Haters.
No entiendo muy bien esa crítica gratuita y poco argumentada. Antonio citaba ese tuit ayer y lo hacía con un comentario de respuesta importante: el de que más allá de ese mensaje (estuviera escrito en broma o no) «hacen bien en la universidad en explicar formas de presencia y distribución de contenidos propia, que no pasen por estar en la plataforma de otro».
Ese es sin duda uno de los argumentos más estupendos de los blogs: la de que tú controlas todo. Si quieres, claro. De hecho hay mil formas de montarse un blog, unas muy fáciles (abrir cuenta en Blogger o WordPress.com) y otras más complicadas en las que las pirulas son casi infinitas.
Yo soy bastante normal en eso: VPS en Gigas con una pila LEMP, un WordPress y a tirar millas. Hay quien va a otras alternativas, unas más fáciles y accesibles (Ghost), y otras más de los amantes del riesgo (generadores de blogs estáticos rollo Jekyll o Hugo). Las combinaciones, como digo, son casi infinitas, y para muchos el acto de montar el blog es en sí mismo un aprendizaje que permite trastear y meterse de repente en un curso más o menos acelerado e intensivo de temas como la administración de sistemas, el rendimiento web, la programación y el diseño web. Pero como digo, montarlo es casi lo de menos. Si solo quieres escribir sin más, hay soluciones de sobra para ello. De hecho este es un ejemplo más de que el que quiere puede: si alguna vez has pensado en comenzar a escribir en un blog y no lo has hecho, lo único que te lo impide eres tú mismo.
Pero no estoy yo para dar lecciones aquí, que también procrastino y soy perezoso en muchos otros ámbitos. Aquí lo que quería es hablar de los blogs en tiempos de TikTok y de Instagram. Que es lo que parece que apunta la persona que escribió ese mensaje:
Los blogs ya no valen para nada.
¿Es eso, no?
Yo, por supuesto, creo que sirven para mucho. Lo que pasa es que son un medio de comunicación que exige más tanto de quienes los crean como de quienes los consumen. Puedes hacer un blog con posts de 280 caracteres o de 1 imagen o de un memes, desde luego. Tumblr iba un poco a ese rollo: a la inmediatez a la hora de crear y de consumir. Pero para los que creamos y consumimos blogs lo normal es que los contenidos tarden más en producirse y en consumirse. Escribes durante un buen rato (o ratito) y la gente te lee durante un buen rato (o ratito).
La desventaja de los blogs es clara en la era de TikTok e Instagram. Aquí prima la gratificación instantánea, así que las pildoritas de información o entretenimiento tienen que ser breves. Recuerdo cómo mucha gente criticó que Twitter ampliara el límite de sus tuits a 280 caracteres a finales de 2017. «¡No necesitamos tantos!» clamaba el populacho. Tres años después ya nadie se acuerda de aquello: nos encantan los 280 caracteres, y probablemente si Twitter doblara de nuevo esa cifra protestaríamos un poco para luego acabar aprovechándolos constantemente.
Twitter tiene sus propias reglas, y lo mismo ocurre con otras plataformas similares y que supongo que serán más del gusto de Carlos Padilla. Supongo que él querría impartir un curso de Instagram o TikTok, porque son las redes que importan. O de YouTube, o de Twitch. O de podcasting, o ya puestos de la última moda en esto de dirigirte a una audiencia: las newsletters, el último grito de cualquier empresa o persona que quiera crear un canal de comunicación.
A ver si adivináis qué tienen en común todas esas plataformas.
En ninguna de ellas tienes el control*.
Eso hace que pasen cosas. En Facebook el ‘alcance’ de tus publicaciones es mucho menor de lo que crees. En YouTube te pueden banear vídeos por las buenas (aunque puedan tener argumentos claros para ello) y desde hace poco meterán publi en tus vídeos y no te darán ni un duro euro por ello. En Instagram —ay, Instagram— no te dejan ver (apenas) posts de nadie si no te registras y autenticas en la plataforma, y al hacerlo tendrás limitaciones como la del ridículo tamaño de las fotos y el zoom o la más triste de todas ellas: (prácticamente) no puedes enlazar (pero sí ir de un lado a otro con hashtags y meciones) porque en Instagram no quieren que salgas de Instagram.
Hay más limitaciones y más restricciones en todas esas plataformas, algunas totalmente legítimas y razonables y otras no tanto. El problema con las plataformas es ese: que dependes de ellas. Es su Scattergories y se lo llevan, si quieren. O lo matan, como Google suele hacer (lo hizo con Reader y dejó herida de muerte a los RSS de paso). O cambian las condiciones, como Google también acaba de hacer con Photos.
Son lentejas. It’s my way or the highway, que diría la tipa rubia de Matrix de la que nunca recuerdo el nombre.
Eso no ocurre con los blogs. A ver, puede ocurrir con algunas plataformas si les cedes el control (Blogger o WordPress.com), pero no con blogs montados por ti con plataformas como WordPress.org, que es Open Source y descargas, instalas y toqueteas cuanto quieras. Yo soy dueño y señor de mi blog, y tendrían que juntarse muchos desastres para bloquearlo o modificar su alcance. Básicamente tendríamos que quedarnos si internet. Mientras eso no ocurra, todo lo demás es solucionable, y seguiré haciendo de mi blog lo que yo quiera, no lo que otros quieran.
Creo que eso es importante y aquí Antonio probablemente sea muy de mi palo. Todas las plataformas tienen su encanto, y es evidente que las redes sociales son algo así como el lado oscuro de la fuerza. «Quicker, easier, more seductive«. Algunos dicen que además redes como TikTok o Instagram ponen a tu alcance una audiencia espectacular. Eso me parece una chorrez, porque en el mundo blogs la audiencia es mucho mayor: todo el que tenga un navegador puede leerte.
El problema es que te encuentren, y eso, amigos míos, es igual de difícil en TikTok que en un blog. Muchas de esas plataformas —si no todas— tan modernas y estupendas se basan en algoritmos de recomendación, y todos esos algoritmos de recomendación hacen muy difícil que en realidad descubras otra cosa que no sea lo que la plataforma te quiera descubrir. Si quieres ser descubierto (un poco más) puedes hacerlo, claro: solo tienes que pagar.
No digo que escribir sea mejor o peor que publicar en Twitter, o en Facebook, o en Instagram. Bueno, sí creo que sea mejor que publicar en Instagram, pero eso es por mi poco respeto a ese engendro en el que se ha convertido esta red social. Lo que digo es que como ocurre en tantas y tantas cosas en la vida, es bueno ser pragmático y ver lo que cada una te puede aportar.
Un blog te da un control y una libertad que difícilmente podrás lograr en todas esas plataformas. Uno que entre otras cosas me ha permitido escribir durante estos quince años todo tipo de parrafadas sobre todo lo que me ha dado la gana. Con el formato que yo quiero —montándome una newsletter, un podcast o un pseudoinstagram para presentar el contenido— , con la extensión que yo quiero, con el diseño que yo quiero y sin miedo a que nadie pueda darle a un botón y hacer desaparecer esto que estoy escribiendo por las buenas.
Eso, queridos lectores, da mucha vidilla.
Que venga alguien a decir que los blogs no sirven para nada a estas alturas es, diría yo, un craso error.
* Puedes montarte una newsletter sin acudir a Substack o crear un podcast sin depender de iVoox, claro, pero ya me entendéis.
Al principio no me gustaban los blogs, los consideraba ‘webs sin diseño’, pero ahora se han convertido en una especie de ‘web publicitaria’, donde no se habla de nada concreto, tan solo son entradas sin contenido, vacíos… Habrá blogs y blogs, como éste que sí tenga contenido potable, pero en general no es así.
Hace poco tiempo que creé mi propio blog, uno sencillo, de temática diversa sobre creaciones literarias propias. La verdad es que lo tengo abandonado y el diseño necesitaría una renovación, pero ahí está.
De hecho una de mis motivaciones para crearlo es poner en orden los relatos, escritos e ideas que tengo en mente, y creo que lo he medio conseguido, aunque sé que falta aún mucho para llegar a lo que quiero que sea. Además, no uso wordpress, el blog y su sistema de publicación es de creación mía, con PHP y MySQL. Un mini WordPress casero. Tiene sus deficiencias, pero funciona.
La experiencia tras algunos meses de su creación es buena, aun cuando lo tenga abandonado, y sé que su temática no es demasiado visual ni muy atrayente para según qué personas, pero es mío y me siento orgulloso de él.
No sé si puedo poner el enlace al blog, pero ahí va, si no se puede quítalo.
https://creanosis.com/
Ese es otro ejemplo de cómo al final crear un blog sirve para algo más, en tu caso montarte tu propio CMS, ole.
Yo no veo los blogs como web publicitaria, cuidado. Lo que valoro especialmente -y creo que no lo he dejado claro en el post- es que los blogs son opinión (de hecho el tagline de Incognitosis ha sido desde hace 15 años «Tecnología y opinión» (se ve al hacer hover en la pestaña de la página de inicio) .
Puede haber publicidad indirecta (o en el caso de los Incognichollos, directa, pero ahí aviso, claro). Y se habla de temas muy concretos, aunque supongo que te refieres a un tema central. Eso es difícil en un segmento como la tecnología y no creo que a casi nadie le guste hablar de un solo tema en su blog, porque precisamente la idea es hablar de lo que te apetece. Yo sobre todo de tecnología, pero eso me da pie a un montón de reflexiones tangenciales. Aquí no encontrarás (prácticamente) moda, cocina, coches o fútbol, pero hay blogs estupendos (seguro) de todo ello. Creo que igual tu idea está más relacionada con los subreddits que reúnen a gente en nichos muy verticales y específicos. Lo mío es vertical, pero no tanto.
Gracias por calificarme como potable. Viendo el resto de tu comentario me siento halagado. Y sí, no hay problema en enlazar a tu blog (mientras no sea spam o con contenidos tóxicos, de hecho al comentar ya veo que lo usas como parte de la firma. Todo OK.
Busca y encontrarás. Rasca un poco la superficie y verás que hay gente que sigue compartiendo sus conocimientos sobre ciencia, letras… a través de blogs.
Larga vida al rss.
Y que viva el teletexto.
La rubia de Matrix era ‘Switch’ (literalmente, interruptor): en el guión original, era una mujer dentro de Matrix, que ‘cambiaba’ en hombre en el mundo real.
Y después del momento ‘friki-cinematógrafico’, decir que a mí me gustan los blogs, en especial el tuyo. Gracias.
Muchas gracias Xabik. ¿Cambiaba a hombre en el mundo real? No recuerdo yo eso, pero OK 🙂
En el guion original sí por lo que dice, en la película se quedaba igual creo recordar.
A mí me fascinan los blogs, y me resulta penoso que muchos de los antiguos blogueros que seguía ahora sean solamente youtubers o a lo mucho manejan una cuenta en Twitter. Lo de Instagram lo entiendo perfectamente, pero honestamente no creo que nunca pueda llegar a superar a los blogs, ni siquiera sitios más completos como Facebook.
La razón de la popularidad de las redes sociales a mi parecer tiene que ver con que abordan todo de una manera muy superficial. Nunca vas a encontrar grandes reflexiones sobre Economía, Tecnología o Filosofía en las redes sociales, y si las hay apenas tienen visualizaciones. Eso sin hablar de la censura. Incluso los blogs de viajes (me interesa mucho el extremo oriente) pasaron de mostrar muchas fotos bien hechas, anécdotas personales y a veces información de contexto del sitio de destino, a convertirse en videos como «Esto puedo comprar con 50 dólares en Corea», «Conoceré a mi novia china en persona, acompáñame!», «Soy hispano, pero sorprendo a los japoneses hablando en perfecto japonés», etc.
Por mí, que nunca mueran los blogs, pero parece difícil en un mundo cada vez más distraído.
No creo que haya que tirar piedras a nadie por dejar de escribir su blog y no hacer nada, y menos por criticar que se ha pasado a YouTube o Twitter. El tiempo es el que es, y la vida nos va planteando prioridades distintas.
Que luego echemos de menos a ese bloguero reconvertido a tuitero de medio pelo es otra cosa, y yo por ejemplo valoro Twitter como canal de descubrimiento (entre otras cosas, de blogs que no conocía o de autores que acabo releyendo aunque no siga puntualmente su blog). De todo se puede rascar, aunque obviamente haya gente que esté más por postureo que por otra cosa.
Lo que dices de abordarlo todo de forma superficial es también importante e interesante, pero no siempre es así. Hay vídeos e imágenes que valen por mil palabras, y de nuevo el problema es que la gente haga con más o menos cariño las cosas o que conecten mejor con la audiencia.
Dudo que mueran, por cierto.
Amen.
Quizá tenga un sesgo porque no estoy en demasiadas redes sociales, pero es que no les veo el punto. Leo blogs porque me interesa un tema, o por entretenimiento y me gusta la forma de escribir del autor.
Si es porque me interesa el tema, me gusta poder buscar y revisitar la entrada del blog que se ha grabado en mi memoria o me ha llamado la atención para leerla con atención:
– Intenta volver a leer un post de facebook pasada una semana, tienes que estar muy seguro de lo que buscas para encontrarlo.
– Intenta escribir unas instrucciones complejas o analizar algo con un poco de profundidad en Twitter, Instagram, etc.
Ese tipo de cosas lo cubren los blogs, cuando encuentras un gurú en una herramienta o un tema, puedes revisitar las entradas de años ha, y aunque la información esté desactualizada, te dan una pista de por donde seguir cuando quieres replicar las instrucciones.
Otra cosa que me pone mala: La muerte de los foros técnicos, ya me he encontrado con algunas herramientas que te proponen el soporte en Slack ¡¡¿¿??!! Cuando eres nuevo tienes la misma pregunta que ya han hecho mil veces otros antes que tú, y aunque en los foros siempre te encontrabas la pregunta repetida por gente que no se molestaba en buscar (o que no la formulaba igual con lo que no la encontraba), el primer mes al menos usando una herramienta nueva me lo pasaba leyendo entradas en el foro técnico de usuarios que se habían encontrado con la misma dificultad que yo y a los que ya se les había resuelto la duda. Encontrar un comentario anterior en Slack (y una pregunta larga con una respuesta aún más larga todavía) es igual de difícil que encontrar un hilo de Twitter en el pasado. StackOverflow cubre en parte los foros, pero es más complicado que los usuarios expertos de herramientas oscuras estén en SO resolviendo dudas como ocurría con los foros especializados.
Bien dicho, Ana. Es curioso lo que comentas de las búsquedas, pero creo que estas plataformas no están especialmente dirigidas a recuperar mensajes y posts del pasado, es curioso como en la mayoría efectivamente el sistema de búsqueda es tirando a malo.
En mi caso Slack no lo uso más que para temas de trabajo y aún no he dado con webs de soporte que me pidan unirme, pero creo desde luego que no es lo ideal. Los foros creo que han ido perdiendo peso entre el público generalista, pero lo curioso es que los que siguen en ellos son súper fieles y eso enriquece esos foros. Diría que se han quedado «los buenos», así que hay un poco de todos.
Una vez más, todas las plataformas son válidas y cada una tiene sus pros y sus contras. Que luego los usuarios las conviertan más en lugares tóxicos con mucho ruido y pocas nueces es otro tema.
??????
Personalmente me siguen interesando los blogs, sobre todos los blogs no generalistas (blogs personales). Los blogs más «mainstream», aquellos destinados al público en general, habitualmente no profundizan sobre los temas que tratan. Ojo, no me parece mal, pero prefiero otro tipo de blogs que aunque no publiquen con tanta asiduidad, cuando lo hacen son reflexiones, opiniones o análisis más profundos.
Además, tal y como se ha comentado en esta entrada, lo que cada uno publica en su blog no está controlado por terceros, que en función de sus políticas u otros motivos pueden retirar el contenido que hemos publicado.
Respecto a los foros, que se ha hablado por los comentarios, siguen siendo importantes, de hecho visito alguno de estos con asiduidad (y participo también). Lo comentaba hace unos meses por Twitter, los foros no están «muertos», y a pesar que hay otras herramientas tan interesantes como Telegram, sigue siendo un lugar donde encontrar información que no puedes encontrar en otros lugares, además esa información está mejor organizada para poder consultarla de nuevo en cualquier otro momento. Telegram es a los foros lo que Twitter es a los blogs.
No sé si se lo he copiado a Javi, pero… ¡larga vida a los blogs!
El tema blogs es que es un formato que cogió fuerza antes de las redes sociales, precisamente porque para muchos lo que había, precisamente por limitaciones de banda, era leer. Los blogs persisten con más fuerza en Asia (aunque eso es porque es un conjunto inmenso, y cabe de todo) y fuera de ahí, será por temáticas especializadas. A mí me encantaba La pizarra de Yuri, muy bueno, dedicado a la aeronáutica.
En conjunto, a la gran masa de gente le interesa el contenido rápido, el fast food. Qué duda cabe que se ha fomentado, efectivamente, pero el fenómeno está ahí.
Yo al menos he podido ver la época más anarka de la red, con sus IRC, foros mal monetizados y desde luego cierta libertad descerebrada para poner contenido de todo tipo fuera del mainstream (y debates muy enriquecedores). Para bien o para mal, los canales para tener una experiencia así ahora son otros.
Correctísimo. Las cosas cambian y eso ES BIEN. Si a uno le compensa más usar Twitter, TikTok o Instagram porque allí está lo que le interesa (o siendo malo, lo que no le hace pensar) perfecto.
Quedarán blogs, pero es que un formato que tira más al estilo de revistas especializadas… Para leer con calma, y las redes mainstream no van de eso. Nos ha pasado como la tele, fast food, fast food everywhere…
Correcto. De ahí a decir que ya no tienen sentido media un mundo, en mi opinión.
Yo también me sumo a la tribu de resistentes con blog. Principalmente, como comentas, por la libertad de tener tu propia plataforma sin que te «moderen» otros, así como configurarla, diseñarla y actualizarla a tu gusto.
Las redes se han impuesto, yo creo, por la inmediatez, la gratificación instantánea y el scroll infinito; pero también por el sueño de monetización que se lleva vendiendo durante años ya. Al menos yo lo veo así. Se han vendido falsamente las redes como una forma accesible de hacerse famoso o de ganarse la vida sin tanto esfuerzo como el que pueda suponer crear contenido para un blog. De hecho, tampoco tiene por qué ser muy interesante.
No hay más que ver muchas de las tendencias con más éxito o el exceso de autorreferencialidad en los «creadores». Hay mucha gente que hace cosas espectaculares, claro, pero es más cuestión de talento y ganas que de formato.
Correctísimo JMSAA. Sin querer has hecho destripe de un tema que quería tratar mañana. A ver si puedo hacerlo.
Creo que el problema con los blog es que no son glamurosos, ni cool, ni están de moda, y eso hace que se les deje a un lado. Pero aún con esto, los blogs, y en general las páginas web de cualquier tipo, tienen muy buenos números.
Yo tengo un blog pequeño, y las visitas aumentan a buen ritmo, y viendo las estadísticas de otros blogs, veo que en todos los blogs en general sus visitas aumentan, lo que quiere decir que se siguen consumiendo.
Ole por ese blog, no desfallezcas. Y sí, yo creo que siguen siendo una alternativa estupenda y como dices se leen mucho y bien.