Septiembre de 1991. Los primeros días en la infausta Facultad de Informática de la UPM ya dejaban claro que aquello no iba a ser un camino de rosas. Por si a algún incauto eso no le había quedado claro, al poco de iniciar tu andadura en esa carrera tocaba asistir a la keynote inaugural del decano de la facultad.
Que por entonces, por supuesto, no se llamaba keynote.
Ni recuerdo cómo lo llamaban entonces, ni me acuerdo del tipo que era decano. Para mí era una figura misteriosa a la que —que yo recuerde— solo vi aquel día en toda mi vida. Me senté en el salón de actos y empezó su charla, de la que solo me acuerdo de dos datos.
El primero fue el de lo que tardaba de media la gente en terminar la carrera. Creo recordar que dijo 9 años y medio, cuando la carrera (una licenciatura en aquella época) era de 6. Lo decía sacando pecho, con orgullo. Con esa mezquina filosofía según la cual tener a los chavales hasta los 26 o 28 años estudiando un par de años cada asignatura iba a ayudarles en algo. Citó un porcentaje de los que acababan año por año (¿un 1%? era algo así), y siguió soltando perlitas con el pecho henchido de orgullo. Muy machote él, avisándonos de lo que se nos venía encima. [Nota: superé esa media. De largo, pero esa es otra historia].
El segundo dato fue el que me confirmó que no me lo iba a pasar muy bien en clase. Dijo algo así como «muchos de vosotros habréis aprendido a programar con BASIC. Si es así, olvidaos de todo lo que habéis aprendido, porque BASIC es una mierda«. Seguramente no dijo mierda. Seguro que no puso alguna palabrota antes. Da igual: sonó así. Los que como yo habían crecido aprendiendo ese lenguaje porque era el único que estaba a nuestro alcance se sintieron probablemente igual que yo. Vaya toalla.
Tengo muchos malos recuerdos de la facultad, pero curiosamente no tengo ninguno malo de BASIC, un lenguaje que ciertamente era de otra época y no servía para afrontar el futuro, pero que al menos logró algo importante: que mucha gente de mi generación amase la informática y empezase a entender que se podían hacer muchas más cosas con un ordenador que jugar al Green Beret o al Match Day II (que también).
Ayer recordaba todo esto cuando en el mini-resort burgués de mis padres en la sierra madrileña revolvía un poco los cajones y, con ellos, mi pasado. Y me encontraba con mis viejos programas de BASIC, impresos con alguna impresora matricial de la época (creo que mi padre tenía una OKI) y un pequeño curso de BASIC para el C64 que ni siquiera recordaba y que de repente apareció en ese —literalmente— cajón de los recuerdos.
Y me vienen a la memoria horas y horas de pruebas en los que copié muchos programas y acabé modificando algunos de ellos —sin saber que aquello era un fork— para hacer lo que yo quería. Mis programas eran simplones, chorras, básicos. Uno de mis máximos logro fue hacer uno que sacaba diagramas de barras con medias, medianas, modas y varianzas de las notas de la clase de EGB. Mi C64 no daba para mucho más, y de hecho acabé aprovechando el 8086 de mi padre («¡Ala papá! ¡Cuando se enciende te pregunta la hora y la fecha! ¿Qué es eso de A> que aparece en pantalla!?«) para avanzar mientras comenzaba a hacer mis pinitos con MS-DOS. Mi padre me sonreía de una forma especial cuando hacía algo que él creía que era importante para mí. Creedme: cuando le enseñaba aquellos programas sonreía de aquella forma especial. Eso valía un potosí para mí.
Todo aquello, parece, era una mierda.
No lo era, señor decano, fuera usted quien sea. Su comentario sí lo fue, porque gracias a ese lenguaje simplón y sin pretensiones acabé donde estoy. No programando —ya se encargaron sus asignaturas de quitarme las ganas—, sino disfrutando de la informática de la tecnología y apreciando que cada cosa en su momento tiene su valor, por simple y básico que este sea.
Despreciar ese pasado, por limitado que fuera, es de necios. ¿Hubiera sido mejor que hubiera aprendido C en aquellos años? Seguro, pero es que prácticamente nadie tenía acceso a un sistema UNIX, y no muchos más sabían en los 80 que eran ni UNIX ni C. De ello tienen mucha culpa el Sr. Gates y el Sr. Jobs, pero oye, mientras tanto ahí estábamos nosotros, disfrutando de la ¿magia? de programar en ensamblador o incluso en código máquina y de poder hacerlo también en BASIC, un lenguaje que abrió la puerta a otros muchos y que con toda su humildad —y sus limitaciones, insisto— hizo mucho más por mí de lo que hicieron su Caml (qué tortura), su Modula 2 o incluso su C y su Java.
Bien por ti, BASIC.
Yo también empecé con BASIC y hasta se lo enseñé a mis hermanos pequeños; y bastantes años más tarde, aprendí y les enseñé TurboPascal.
Para mí, BASIC fue la base sobre la que construí todo lo demás. Traía el concepto de que con un ordenador puedes crear.
La bomba, vamos.
Ahí le has dado Uxío. Crear.
Final terrorífico : Modula2 y su gran IDE Topspeed.
Si para tí fue un rollo, imagínate para un aspirante a ingeniero industrial. En una charla parecida le dicen que el nuevo plan se ha reforzado en informática, que es el futuro y que todo industrial tiene que saber programar.
Esas verdades absolutas nunca me han acabado de convencer. Te puede venir bien saber programar y dentro de lo malo Modula2 era medio interesante, pero de ahí a decir que es casi obligatorio…
Hola, creo que somos mas o menos de la misma quinta y he pasado por las mismas etapas en esto de la informática. Yo tal vez un poco antes. Empecé con un Sinclair zx81 y fui saltando por spectrum, atari st, amiga hasta llegar al pc, y desde hace años feliz con macos. Así que creo que he tocado muchas plataformas y filosofías. El caso es que entiendo aunque no comparto lo que dijo el decano. Lo que ocurre es que no puedes ir en ese plan de estupendo como bien indicas que iba el amigo decano, haciendo gala de lo exclusiva y altamente selectiva que es la carrera por su dureza (que sufrí en mis carnes también en la Politécnica de Alicante). Eso por un lado. Por otro lado, tampoco puedes decir que el Basic es una mierda. Con respecto a qué? Porque con Amiga y Atari yo hice cosillas con GFABasic y era un autentico lenguaje procedural con todo lo que podías llegar a encontrar en un pascal o c de la época (salvando ciertas distancias). Si eso lo comparas con la programación orientada a objetos actual, pues podría saltarte otro decano iluminado y decir que lo procedural es otra mierda y así en adelante… Y que si los punteros son un coñazo o que si el recolector de basura de java es una plasta, …etc. Con lo cual, cada época tenía su tecnología y sus paradigmas e ir de listillo ultravanguardista en informática me parece que es una fachada para ocultarse tras una profunda falta de conocimiento del contexto sobre el que se mueve la actualidad tecnológica y el porqué se encamina hacia un lugar u otro. Ah, y soy pascalero hasta la médula y los punteros son un invento del demonio, jejeje.
Al final un decano es en la mayoría de los casos un vendemotos. Vende formación que teóricamente te prepara para el futuro, aunque esa formación no te prepare necesariamente para tu futuro. El debate sobre si sirve de algo la carrera que estudiaste podría irse de las manos, pero baste decir que yo me quedaría como mucho con un 10% de la carrera.
Dicho lo cual, curiosos los paralelismos, aunque lo del Atari y macOS es imperdonable 😉
Totalmente de acuerdo con lo de vendemotos y el 10% y la supuesta preparación para la vida laboral. Lo del Atari fue un desliz que se subsanó rápidamente con el todopoderoso y tristemente malogrado Amiga. Eso sí, MacOS no lo cambio por nada después de tirar el PC por la «ventana» con Vista. ?Qué suplicio. Pero algo me dice que Windows huele a kernel Linux y que a lo mejor hagan una jugada maestra como hizo Apple con el osX, no te parece ? El tufillo es intenso… ?
Lo del Amiga es una tragedia, cualquier día hago un post homenaje. Vista no fue un SO muy acertado, entiendo tu frustración, pero la cosa mejoró mucho después y Windows 10 es un SO estupendo. Pero oye, bien con macOS si tú estás contento.
Lo de Windows con base linuxera lo veo totalmente imposible, la verdad. Al menos, a corto plazo, porque les está funcionando bien ese acercamiento actual que ya permite hacer bastantes cosas manteniendo la esencia windowsera.
No puedo más que suscribir todas tus palabras. Yo, por suerte o por desgracia nunca llegué a aprender a programar, entiendo lo que veo cuando veo el código pero no se programar. Ello no quita que Basic fue la ventana que se me abrió a un mundo que me enamoró a primera vista y que me sumió en esa relación amor odio que tengo con el universo de la informática, siempre lo he dicho y lo seguiré diciendo, Basic podría ser el punto de inflexión que te empujaba a sumergirte o a salir corriendo, llegando incluso a diferenciar a los aficionados de la época entre dos grupos, los que «flipó» ese camino y a los que no.
A día de hoy, a mis 39, sigo intentando aprender a programar ?
? = emoticono sonriente xD
Era una puerta de entrada fantástica a la programación, mucho más simple que las actuales, creo yo, y como dices era una fantástica forma de decidir si aquello te molaba o no. En 5 minutos lo sabías. Lo de los emoticonos debería salir, curioso, yo pongo dos puntos y cierre de paréntesis y va 🙂
Ahora que cobran por alumno egresado (palabro donde los haya) en vez de por presumir de cuántos tienen matriculados en Cálculo Infinitesimal (soy de otra ingeniería de la UPM y de 9 cursos después, pero el concepto era básicamente el mismo), las tornas han cambiado bastante. Ni tanto ni tan calvo, pero como siempre pasa, dando bandazos.
El tapete de ganchillo de fondo en las fotos es imprescindible en el post. Muy buena ambientación.
Un saludo
xDDD Ya sabes que si hay que ponerse en situación, hay que ponerse en situación!
Corrígeme si me equivoco, que yo sepa ahora las carreras son mucho más prácticas y con una evaluación continua que exige aún más a la gente, aunque también tengo entendido que también han bajado un poco el nivel de exigencia (siguen siendo difíciles, pero no tan difíciles).
En fin, para mí época mala y muy, muy olvidable. Siempre quedan positos buenos, pero en este caso la proporción es lamentable.
Bueno, ahora sí. Cuando estudie yo, aunque empecé en el 99, el plan de estudios de mi ingeniería era del 74, así que imagínate.
Sigo teniendo bastante contacto con la universidad y efectivamente, el nivel al parecer lo bajan algo porque si no no «egresaría» ni el apuntador. Pero el principal problema es que han cambiado los planes y las estructuras por obligación pero sin convencimiento alguno, y lo que hacen es adaptar los planes a los profesores existentes y no al revés. Y es que la única institución más depravada que la política en este país es la universidad
Sólo se me ocurre una cosa, Javi: triste, muy triste.
Triste que alguien desmoralice así a los alumnos el primer día.
Triste que no valorara lo que supuso Basic para una generación, más allá de sus limitaciones.
Triste que nadie le lanzara un Spectrum en ese momento ?
O un C-64, que pesaba más. No hubiera sido mala idea.
Has tocado dos temas que me hacen acelerar el pulso: la carrera de informática ya el C64.
Uno para bien (C64) y otro para mal (carrera): el C64 me abrió el mundo de la informática. Me emociona recordar esa mágica época. Y sí, el BASIC era muy limitado (el del C64, más), pero eso me obligó a aprender ensamblador para hacer cosas más sofisticadas y, además, poder «trastear» en los programas. Y por carambolas de la vida, me puse a colaborar con una revista (MicroManía) haciendo, sobre todo, cargadores de vidas infinitas. En eso estaba cuando entré en la facultad de informática (todo en minúsculas, no da para más) de Sevilla. Aquí comienza mi pesadilla, que daría para un libro. También se vanagloriaban del índice de suspensos, lo cual no comprendía, y me llevó a enfrentamientos con el profesorado. Me tropecé con incompetentes y negados. Por ejemplo, un profesor que daba ensamblador del 8086, SIN SABER SIQUIERA SUS MNEMÓNICOS NI PROGRAMARLO, y que me suspendió el examen porque no comprendía lo que le había escrito en el código (usé trucos con segmentos). En la revisión, y tras explicárselo, me puso un 5 (porque creo que seguía sin entenderlo, y no quería arriesgarse). Fueron tantas cosas, que acabé desquiciado, deprimido, y fuera de la carrera. Por suerte, tras un peregrinaje por el desierto, seguí con la programación, y actualmente es mi forma de ganarme la vida. Aún me tiemblan las piernas cuando recuerdo esa época de inicios de los 90…
Qué triste. Qué-tris-te. En fin, afortunadamente lograste hacer lo que te gustaba como te gustaba, de todo se saca algo positivo supongo. Había muchos profes endiosados como indicas, gente a la que no se le podía toser y que no toleraba el enfrentamiento. Nuestras revisiones de exámenes eran una verdadera prueba de la paciencia que teníamos que tener los alumnos. Lo normal es que salieras de allí humillado, era lamentable. Aunque había excepciones, tratar de defender tu forma de resolver un problema o contestar una cuestión era inviable.
Aquí uno de la Escuela Técnica de la UPM.
Yo el BASIC lo toqué poco, en casa fue mi hermano el primero en empezar a programar y yo hacía el diseño gráfico (por eso de tener más dotes para el dibujo).
Llegamos a hacer un juego en el que había que escapar a través de un laberinto de unos malvados que te perseguían, muy básico pero del que nos sentimos muy orgullosos.
En la Escuela al contrario que en tu caso, en lugar de asco terminé cogiendo auténtica devoción a programar.
De hecho aún hoy lo sigo haciendo, a pesar de que lo ‘normal’ es que a medida que pasa el tiempo uno termine pasando a Gestionar en lugar de a desarrollar.
Y en la Universidad Basic ni lo vimos, pero sí que pude ver: Pascal, C, C++, Smalltalk e incluso COBOL.
Pero es que era otra cosa, pese a pertenecer a la UPM la Escuela y la Facultad no se parecían en nada.
La Facultad, por gracia de sus gestores, siempre tuvo ese halo de superioridad y de querer ganar prestigio a base de putear a los alumnos.
En la nuestra la programación era el mejor filtro, los que descubrían que no les gustaba terminaban (la mayoría) emigrando a otras carreras.
Me alegro de que la programación acabara conquistándote, quizás como dices el enfoque de la Escuela y la Facultad influyesen mucho, yo solo conocí el infierno de Montegancedo… En la facultad no vimos BASIC ojo, es lo que decía, al final aprendías otros lenguajes como Caml o Modula-2 en los que te enseñaban un poco las bases.
En cuanto a C, nadie te lo enseñaba. En Sistemas Operativos (de 5º) de repente tenías que programar un shell en C. Que no hubieras picado una línea en ese lenguaje era problema tuyo. Así se las gastaban.
Yep, recuerdo a la gente con los librillos de Kernighan & Ritchie sudando tinta en los terminales del centro de cálculo…
Jajajajaja que tiempos!
Saludos compañero,
Me atrevo a decir:
1.- todos los que aprendieron básico en los 80s, tienen buenos trabajos y probablemente relacionados con la tecnología.
2.- Cualquiera que aprenda hoy Basic, ya sé que ni se enseña y que es un lenguaje arcaico pero aún así, tendrá un trabajo como programador. Porque lo importante no es el lenguaje son las destrezas.
Hombre, no diría yo tanto en el punto 1, ojalá fuera así. En el punto dos tienes razón: lo importante es que logres entender y controlar esa base (sea BASIC o sea cualquier otra) para luego ir fortaleciéndola con otros lenguajes si tiras por ese camino.
Haciendo memoria…. ¿no era Luis Maté? O quizá fuera el anterior….
Yo recuerdo aquel «briefing» en la primera clase de dibujo… La pregunta fue «¿Quienes programáis en BASIC?» y ante la cantidad de manos levantadas ( un aula con 200 personas o más) el comentario fue «Que de suspensos va a haber….». Aunque no sé en que año, que en primero solo tocábamos un PC con el Derive…. Bueno, y el «scorched earth» en la PCera
Y respecto a la utilidad de lo estudiado (y sufrido) en aquella carrera… Tampoco veo que mucho sea útil hoy día (Ni en aquél labo de Computer Idea / PCA 😉 ). Pero era una licenciatura, y te preparaba para algo que no existía en España, como el I+D. Por los nombres de las asignaturas, al menos, las ingenierías de hoy día parecen algo más cercanas al mundo laboral. Pero también es cierto que si quieres estudiar algo mas «del día a día», está el Grado Superior (el FP II ó III de nuestros tiempos)
Pues yo diría que sí era él, efectivamente. Esa frase también me suena, qué buena memoria 😀 Lo del Derive era también tela marinera, qué (malos) recuerdos. Menos mal que el Scorched Earth comenzó a dar sentido a las mañanas en el Centro de Cálculo.
Coincido en lo estudiado en la carrera, pero no en PCA. Para mí aquello fue vital para todo lo que hice después y hago ahora mismo, pero claro, he seguido en esa línea. Saludos Alfredo!
Jeje… me refería a que no era útil en el labo o PCA, no que lo del labo / PCA no era útil. Que sí lo era. Aunque yo he acabado tirando por otros derroteros…
Un abrazo, Javi!
Ahhh vale 😉 Un abrazo!