En algún momento de mi azaroso pasado recuerdo haber tenido un montón de tiempo que debería haber aprovechado para estudiar libre con el que hacía todo tipo de cosas. Entre otras muchas, trasteaba mucho con Linux y me dedicaba a personalizar el escritorio para dejar la distribución de turno a mi gusto. Hacía cosas como esta, que para ser de hace casi una década no estaban mal del todo (fue un post muy visitado, por cierto).
Aquello dejó de convertirse en una prioridad gradualmente, pero de cuando en cuando me topo con alguno de esos maravillosos escritorios personalizados que se curra la gente y que se pueden disfrutar tanto en Linux como en OS X macOS y, por supuesto, en Windows.
En Lifehacker suelen sacar alguno que otro de vez en cuando —tienen su propia sección para ellos, mola—, pero lo mejor de todo es que te ofrecen todos los elementos necesarios para que si quieres replicar la creación original en tu ordenador, puedas hacerlo.
La cantidad de cosas personalizables es, por supuesto, asombrosa: desde tipografías e iconos hasta esos widgets que le dan mucha vidilla al escritorio al mostrar todo tipo de elementos adicionales que en Linux están habilitados de forma nativa en algún entorno de escritorio (KDE es potente aquí) pero que de todos modos puedes aprovechar de forma indirecta con un montón de alternativas, como Rainmeter en Windows.
Probablemente uno de los mejores recursos en este ámbito es (sorpresas cero) Reddit, que tiene subreddits varios para los aficionados a esta disciplina que para algunos podría ser considerado (justamente) como arte. Entre ellos están el /r/rainmeter (cómo no), /r/customization o /r/desktops, en el que la gente va presumiendo de los suyos.
Hay una pregunta que me hacía hace nueve años pero cuya contestación no me importaba entonces. Tenía tiempo y me daba igual perderlo en esas cosas. Ahora, claro, todo aquello que suponga una mínima inversión de tiempo hace necesaria la pregunta de «¿de verdad esto me va a servir para algo (más allá de llenarme de orgullo y satisfacción)?«.
La pregunta es simple: ¿para qué esforzarme tanto en poner bonito el escritorio cuando siempre tengo un montón de cosas tapándolo? Cuando no utilizo el equipo, apago, y cuando lo enciendo, lo utilizo y no veo el escritorio más que los dos primeros segundos del día.
Algo falla. A no ser, claro, que la gente lo deje en modo escritorio por molar. Que podría ser perfectamente.
Imagen | Unsplash
hehe… creo que todos pasamos por esa etapa -dónde el tiempo se podía gastar sin remordimientos- pero quizá parte de la «maduración», sea, precisamente la de escoger prioridades.
Mi escritorio procuro solo tenerlo limpio, con algún fondo minimalista que cambio cada cierto tiempo -holgado- y, como tú, no lo «disfruto» más que unos segundos al día.
Lo que sí he hecho es que él mismo fondo de las laptop (2) lo replico en la pantalla bloqueada del iPhone y del iPad. Mola.
Saludos !!
Yo si que lo hago y sí tal vez sea por el tiempo libre, pero de verdad siento que aunque sea por pocos segundos la satisfacción que se siente al hacerlo tú y para ti, creo vale la pena.
Eso mismo me pasa en Android, no soporto el hecho de tener todos los iconos en el escritorio a.k.a iOS, por eso me fascina Android (Nova Launcher) y cambio mi fondo al menos un vez a la semana y en mi Chromebook incluso tengo fondos dinámicos esos que se ponen solos y cuando veo uno «chulo» lo veo por varios segundos sobre todo aquellos que son relacionados con el espacio y me gusta hacerlo.
Es cierto, es algo que sirve para poco más que para una satisfacción propia de que se vea como quieres, y repito vale la pena, a mi parecer es lo mejor que tienen todos nuestros gadgets, personalmente es de lo que más disfruto sobre todo en Android.
yo solo hago tres cosillas: fondo de pantalla, faenza icons y concky-colors alguna de las preconfiguraciones que trae. Eso para todos los linux que uso:
https://www.youtube.com/watch?v=YZfpxVE6Y-Q
Pues en ni caso, me hace sentir más contento y cómodo con el sistema, la verdad pierdo mucho tiempo en ello y como no, «en verdad son unos segundos del día en que lo vemos» pero esos segunditos valen la pena.
Con el tiempo lo he dejado, ahora me enfoco en colocar todo de forma coherente y fácil de acceder.
https://plus.google.com/photos/photo/115555833105987409527/6350046258254489570?icm=false
«La pregunta es simple: ¿para qué esforzarme tanto en poner bonito el escritorio cuando siempre tengo un montón de cosas tapándolo?»
—Bueno porque la vida es el camino, no el lugar al que llegas.