Ya está aquí la hornada de análisis del MacBook Pro. No el básico sin Touch Bar, no. El auténtico, ese con el que Apple no parece haber convencido a demasiada gente.
De hecho los análisis parecen coincidir en las valoraciones iniciales que solo perfilaban lo que podía pasar sin haber tocado el cacharro. En ReCode Mossberg ha sido inusualmente duro con una empresa como Apple (negritas mías):
The new 13-inch MacBooks — even the base model without the Touch Bar — are costly. And they may make pro users unhappy. But, for everyday Mac lovers — users of the Air or maybe the older low-end Pro — they are now your only thin, modern option with a full-fledged processor. The Touch Bar has potential, but it’s not magic. The battery isn’t likely to deliver on Apple’s claims. You can’t count on liking the keyboard. But, if you’re a Mac devotee ready to move past the Air — not back to a lower-powered MacBook — this is what Apple is offering. Take it or leave it.
Ahí está. Lo tomas o lo dejas.
En The Verge han probado tanto el de 13 como el de 15 pulgadas (el titular es bastante absurdo), y al primero le han puesto un 7,6. Es la nota más baja que he visto en un producto de Apple allí en toda la historia de The Verge, y las dos frases finales lo dejan claro:
I have little doubt that in a couple years, the technology Apple has been waiting for will arrive and this vision, or something closer to it, will be complete. Apple just released this machine too soon, or was too aggressive in the decisions it made.
That future is almost certainly out there. But it’s not in this machine. Not yet.
En ambos casos critican el tema del #donglelife que hace necesario tener preparados los adaptadores y dongles de turno para conectar cualquier cosa que no sea USB-C, pero además mencionan que la batería es bastante más pobre de lo normal para los MacBook —que brillaban en este tema— y sí que destacan la presencia de Touch ID.
Creo que lo de la huella efectivamente está bien, pero también creo que al igual que para un smartphone que estás tocando todo el rato lo natural es tener sensor de huella, en un portátil al que estás mirando todo el rato lo natural es tener sensor de iris. Aún así, bien por la opción.
En Engadget también dejan claro que no acaban de entender por qué Apple ha hecho un equipo como este:
As I said, there’s ultimately a lot to like about the new MacBook Pro. But it’s designed for someone who I’m not sure exists outside Apple’s fantasies of how professionals use computers. The MacBook Pro I want to see is built around real people’s work habits. I still recommend it, and I imagine many of you who have been waiting patiently will indeed buy this. But I’d enjoy it more if it were designed for people like us.
Hay muchas más reviews, pero la verdad, ni me apetece leerlas porque lo poco que he visto confirma el sentir general, aunque haya excepciones, claro. Quizás el problema sea que no estamos preparados para la Touch Bar o para vivir sin puertos que no sean USB-C.
Quizás Apple se ha adelantado a su tiempo como ya hizo con otros productos. O quizás no. Quizás el MacBook Pro sea simplemente una cagada que todo el mundo está esforzándose en entender y utilizar porque como viene de Apple puede ser thenextbigthing.
Como habréis adivinado, yo creo más en esto último.
Sí que creo que los puertos que se han quitado de encima tenían que desaparecer más temprano que tarde, pero no tan temprano ni de forma tan radical. Mi sensación es que la Touch Bar no va a durar mucho. O al menos, que tiene que evolucionar a algo que demuestre que cambiar nuestra mecánica de hacer las cosas merece la pena. La Touch Bar, por lo que he visto, no lo hace.
Mal asunto, Apple. Mal asunto.
Después de leer tu artículo he leído por encima el análisis en The Verge, después le dado una visual al que publican en Applesfera (Miguel López) donde analizan las distintas reviews que han salido hoy, parecido a como has planteado tu esta entrada.
El caso es que parecen el día y la noche, como si hubierais leído distintos artículos. Uno valora más lo que hemos perdido y otro lo que hemos ganado.
En definitiva, ¿cómo está la botella? medio llena o medio vacía. Como buen gallego no se si subo o si bajo por lo que sigo sin tener clero si dar el cambio al mundo Apple o seguir en Windows.
Gracias por seguir mostrándonos tu punto de vista.
La botella siempre está llena: una parte de agua y otra de aire.
También puede estar medio vacía de agua y de aire 😛
¿Ha mejorado mucho el recorrido del teclado en comparación con el MacBook de 12 pulgadas? Hace un tiempo la vi en una tienda y tocar las teclas era como apuñalar a la portátil.
Ha mejorado un poco, pero en mi opinión no se nota gran cosa.
El principal problema de fondo es que Apple no tiene competencia en este aspecto. Ni siquiera los Dell XPS se acercan a lo que un macbook representa, ni en calidad de hardware (siguen con miles de reportes de coil whine) ni por software (aun a pesar de la introduccion de BASH en windows 10, OSX está a años luz en muchos apartados, sobretodo en los referentes a desarrollo web y multiplataforma, Xcode…). Mientras eso no cambie, todos seguiremos pasando por el aro.
Creo que a Apple le está empezando a pasar lo mismo que hace unos años les pasó con IBM y el PowerPC. El procesador no evoluciona lo suficiente como para que se note realmente el salto entre generaciones. Todo el mundo habla de la dichosa touchbar porque realmente el ordenador no ofrece mucho más que la generación anterior. Es más delgado, actualiza la gráfica, mejora algo el rendimiento pero nada espectacular. Del 2014 al 2015 prácticamente era el mismo ordenador pero doblaron el rendimiento de los SSD e hicieron un salto importante en la gráfica, pero la versión 2016 no da esa impresión. Ni siquiera los 32gb ya que el procesador no soporta las LDDR4. Antes de lo que creemos saltan a procesadores propios. Si no solo hay que ver que cada iphone nuevo duplica el rendimiento del anterior. Al tiempo.
Me lo van a traer los Reyes, así que en breve disiparé mis dudas…
😮
¡Ya me contarás!
Pues aquí estoy con él, con el LG 38UC99-W, y con un único cable TB3 entre ellos.
Más feliz que una perdiz.