Recuerdo que en la redacción de PC Actual -diáfana en su mayoría- había un trabajador que tenía un espejo bastante llamativo encima de su monitor. Aquello siempre me pareció exagerado, un poco rollo paranoico. De hecho la sensación era la de que si tenía ese espejo en el monitor, era porque no quería que le pillaran haciendo algo que no debía estar haciendo en su jornada laboral.
O sea, que de hecho lo hacía. Digo yo.
El concepto no era nuevo entonces y no lo es ahora: hoy me he vuelto a encontrar con el caso de alguien que lo utiliza en el trabajo y me he puesto a investigar un poco. Resulta que lo de los espejos para monitores es todo uno de esos negocios chorras que funcionan.
Está claro que esos espejos son periféricos sorpresa que poco a poco han ido imponiendo su uso en lugares de trabajo en los que no solo queremos ver lo que pasa delante de nosotros, sino lo que pasa detrás. Los espejos que se colocan encima del monitor se han convertido para muchos trabajadores en elementos indispensables de su jornada laboral: evitan sorpresas y posibles situaciones problemáticas -no siempre uno es lo productivo que debería-, aunque es cierto que también pueden servir para cosas útiles.
Las variaciones del concepto son tan curiosas como el concepto en sí. En oficinas no diáfanas en las que los cubículos se imponen como modelo se suelen utilizar por ejemplo espejos de pared y “espejos domo” que permiten echar un vistazo rápido a lo que pasa alrededor para evitar choques al ir de un lado a otro en esos recorridos por la oficina, pero hay otras alternativas, como contaban los profesionales del escaqueo en diversos foros que he ido encontrando en internet. Una de las más populares, la de colocar unas gafas de sol de forma estratégica en la mesa. Qué forma tan fashion -bueno, si las gafas lo son, claro- de evitar que el jefe o jefa de turno te pille viendo Facebook en el curro o chateando más de la cuenta.
Curioso, ¿que no? Pues ale, si os queréis apuntar a la moda de los espejos encima del monitor lo tenéis fácil: Amazon os vende un par por 8,99 euros o también este independiente de 4,44 euros con su correspondiente adhesivo. En realidad cualquier espejo convexo de punto ciego para coches puede hacer la función, así que ya sabéis: que no os pillen desprevenidos.
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Siempre me han parecido una tontería, quiero decir, si estoy mirando Facebook no estoy mirando el espejo así que cuando quiera darme cuenta ya tengo al jefe dándome la colleja.
Es increíble a lo que llega la gente para poder procrastinar en el trabajo.
Me vino a la mente el espejo Fräck de Ikea. [Risas]
Existen empresas /cool/ que permiten a sus empleados procrastinar unas horas, un día a la semana, normalmente los viernes, para ocuparse de sus ideas y proyectos, repito, ideas y proyectos y no para ver… fotos de gatitos. Me parece un mejor enfoque, no hay que esconder nada y sube la moral del personal.
En este lado del charco, creo yo y generalizando, nos ocupamos demasiado de nuestros asuntos.