Era el año del señor de 2003. Mi vida era mucho más tranquila que ahora porque aún vivía con mis padres, así que tenía tiempo sobrado no solo para terminar la carrera y trabajar en PC Actual, sino para jugar. Un montón. Y si había algún juego al que jugara en aquella época, era al Top Spin en la Xbox original.
Aquel juego me conquistó por completo y dedicaba horas y horas por la noche a ganar torneos y mantener ese número uno virtual. No jugaba online, pero la máquina tenía un nivel y una IA realmente buenas, así que la tensión era fantástica. Pero había un problema, claro: que mi padre no veía con buenos ojos que un treintañero (recién estrenada la década) se dedicara a los jueguecitos. No llegaba a decir nada, algo que le honra. Solo me echaba miradas. De las suyas. Temibles.
Aquello no sirvió de mucho, quizás porque ya sabía cómo capear el temporal, así que seguí jugando, y en noviembre o diciembre de aquel año Microsoft organizó un torneo para jugar a la Xbox para prensa. Lo había hecho desde hacía un par de años, y los premios eran de aúpa. Lo que molaba era que no se sabía nunca el juego al que había que competir, pero de todos modos nos apuntamos unos cuantos de la revista.
Voy a parecer un fantoche, pero cuando entré por la puerta del local y vi que el juego de la competición era el Top Spin, supe que aquello estaba hecho. Pero claro, miré el premio y me entró un poco el tembleque. Un viaje a Nueva York de 5 días con vuelo y hotel pagados. Ahí es nada.
Obviaré el desarrollo de la noche, en la que me acompañó mi gran amigo Juanky, pero el caso es que gané aquel torneo después de 7 u 8 rondas y cerca de 6 o 7 horas allí. Terminó como a las 2 de la madrugada, pero daba igual, porque el resultado fue espectacular. Presumí mucho al día siguiente en la revista pero la historieta también ha animado más de una charla con cervezas, pero eso no fue lo que más recuerdo de aquello. Lo que más recuerdo es que medio en broma medio en serio mi padre me dijo algo tipo “pues va a resultar que jugar a la consola sirve de algo“. Con una de sus otras miradas, y sobre todo, con una de sus medias sonrisas. Esas que ahora echo tanto de menos.
Mi padre, como en tantas otras cosas, tenía más razón que un santo. Lo de jugar a la consola resulta que le ha servido de mucho a bastante gente. Pero es que le va a servir de mucho más a mucha más gente.
Es justo lo que comentaba hoy con un amiguete que me enviaba un enlace a un artículo de El Mundo. Paso de enlazar que aquí con AEDE hemos topado, pero podéis buscarlo por el título: “Cómo hacerse millonario jugando a la consola“. El título no es del todo acertado, pero lo cierto es que en esencia comunica bien la idea del texto: la de que hoy en día empieza a ser factible ganar un dineral jugando a videojuegos.
Lo comentaba en el pasado y ese artículo –como este de 2010 en el que ya hablaba del tema, ojo porque ser gamer profesional no es moco de pavo- es un fiel reflejo de la situación: el segmento de los eSports está al alza, y de hecho es muy probable que este solo sea el principio de un fenómeno que no sé muy bien a qué puede llegar. Hoy los ídolos son futbolistas. Mañana podrían muy bien ser jugadores profesionales de League of Legends, o DOTA 2. A saber.
Así que si sois de mi quinta id enfrentándoos a esa realidad. La de que quizás nuestros hijos -puede que la cosa tarde un poco más, pero no demasiado- ya no coleccionen cromos de la Liga, ya no tengan una extraescolar de baloncesto o ya pasen deir lunes y miércoles a entrenamiento de fútbol y sábado a jugar. Puede que ya no quieran ser como Messi o Cristiano (o los que les sucedan).
Igual sus nuevos ídolos pasan de darle patadas a un balón a aporrear un teclado y manejar un ratón como nadie. Teniendo en cuenta cómo están funcionando los eSports estando en pañales, o lo que mueven servicios como YouTube y Twitch en el ámbito de la retransmisión en directo o en diferido de partidas de todo tipo de juegos, o las cifras que la industria del videojuego genera en general (en 2013 35.900 millones en la industria del cine, 70.400 millones los videojuegos) yo lo tengo bastante claro.
Como mi padre, supongo, cuando esbozó esa media sonrisa. Qué crack.
Si os ha gustado el artículo, quizás queráis aportar. Significa mucho más de lo que imagináis. ¡Gracias!
Los tiempos van cambiando, es innegabla la tendencia respecto a los eSports, tanto su práctica como su consumo por medios de plataformas como Youtube o Twitch. Sin embargo hay que acotar algo, como cualquier deporte competitivo, jugar a nivel profesiona implica dejar de «disfrutar» el juego como tal, y centrarse en perfeccionar habilidades, mejorar estadísticas, subir de rank, con la consecuenta presión que eso conlleva.
Actualmente estas grandes competencias principalmente se dan en Corea y EEUU pero llegará el día que las compentencias y ligas de eSports se hagan tan extendidas como las actuales ligas de fútbol, baseball etc.
Dudo mucho que los jugadores profesionales de DOTA 2 y demás disfruten del juego. Cuando uno se profesionaliza -en cualquier terreno- lo lúdico queda normalmente olvidado.
Por eso yo soy un privilegiado. Me encanta escribir, me lo suelo pasar pipa haciéndolo, y me pagan por ello. Ole.
Seré escueto: los chavales y no tan chavales ya tienen escusa para jugar más.
Yo creo que va por rachas.
Pues esta racha tiene pinta de convertirse en un rachón. Veremos.
Quien me iba a decir a mi cuando jugaba en mi spectrum al jet pac o al jet set willy que eso iba a ser cosa de profesionales 🙂
Otro jugón de Spectrum!!!! Si habré pasado horas con el Manic Miner! TLL, o BackToSchool!
Ya ves 😉
Una vez más voy a parecer un tio extraño, pero os cuento:
con mis 63 tacos, jubilado desde los 55, buen lector y observador de la vida, sendas carreras en Ingenieria Industrial y Filosofía. ……. llevo jugando al LOL 6 años!!! Así, como suena.
Por ello confirmo absolutamente el artículo de Javi. Los eSport no han hecho más que empezar.
y lanzo una idea ya que a mí me pilla perezoso. Montad una cadena de locales de ocio donde tomar una cerveza y echar una partida con amigos, o bien tomar una copa disfrutando de la que echan otros en directo o por TV, sea posible y tendreis el éxito garantizaado. Alguien lo va a hacer. Al tiempo. Hay multitudes esperando pasar un buen rato más allá de su propia pantalla. Yo el primero.
Qué bueno Pablo, estás hecho un crack! 🙂 Lo de los bares combinados con recreativas está en marcha en Estados Unidos, aquí tienes un enlace con un reportaje que hicieron en Bloomberg sobre este fenómeno. Y estás en lo cierto: lo de pasar buenos ratos delante de la pantalla en compañía tiene futuro, parece.
Un abrazo!
Interesante artículo, Javi. Buenos locales para jugadores nostálgicos.
Pero yo voy más allá : LOL, Dota2 y el resto de estrellas de eSports tienen millones de usuarios, me incluyo, con dificultad para incorporarse a equipos, o simplemente son «tímidos digitales».
Qué tal acercarse a un local agradable, pedir un gintonic y sentarse delante de un monitor a echar una partidilla con otra gente a la que le apetece lo mismo? Es o no es éso socializar?
Y asistir a una final europea por streaming en compañía de los aficionados de tu ciudad tomando una cerveza con todo el ambiente que aporta un buen local?
Ahhhhh si me pillara con 30 años menos….
Bus socios!!
¡Qué recuerdos, Javi! Yo conseguí superar solo dos o tres rondas, así que a partir de ese momento volqué mi atención y mi ánimo en ti. Y mereció la pena. Me alegra mucho haberte acompañado hasta el final porque de lo contrario me habría perdido tu pequeña proeza 😉 Tengo grabado “a fuego” que contra ti en Top Spin y Dead or Alive 3 no tengo nada que hacer 🙂
Menuda noche fue 😉 Al Top Spin quizás no, pero al Dead or Alive 3 va por días, seguro!! 😀 Un abrazo Juanky!