En los últimos años he tenido la oportunidad de asistir a RetroMadrid (2008, luego me despisté para volver en 2012, 2013, y 2014) y siempre he disfrutado como un enano de ese rato en el que la nostalgia se apodera de uno y tú la dejas que te venza. Quédate ahí un rato a tus anchas, le gritas. Y ella, claro, tan contenta.
Sin embargo este año los organizadores decidieron aplazar el evento y no celebrar esa edición anual que muchos esperaban, lo que hará que no volvamos a tener RetroMadrid hasta 2016. Es una verdadera lástima, así que en vista de que la montaña no iba a Mahoma, Mahoma fue a la montaña.
Un grupo de amiguetes nos juntamos ayer para hacer nuestro pequeño homenaje a la nostalgia. Éramos tan solo cinco y no hubo conferencias, charlas, puestos con máquinas de todo tipo funcionando o un inmortal Azpiri firmando pósteres y revistas. No. Bastó con un bartop y un Atari 520ST para que pudiéramos disfrutar como enanos durante casi 8 horas que se pasaron en un suspiro y que nos tuvieron de pique en pique y de risa en risa.
Y no fue porque no tuviéramos más opciones: tanto el anfitrión como otro de los ilustres asistentes son pequeños coleccionistas de consolas y ordenadores antiguos, así que de haber tenido más tiempo hubiéramos podido probar el Amiga 1200 -se me escapó esta vez-, el Commodore 64, o quizás alguna consola de Sega o Nintendo que también tiene conservadas a la perfección. Pero preferimos centrarnos un poco y disfrutar de lo que teníamos en esos momentos.
Hubo repaso a algunos grandes clásicos, aunque muchísimos otros quedaron sin ser revisitados. En el Atari cayeron algunos como Toki, Afterburner, Turrican II, Speedball 2, Bomb Jack o Narcopolice -seguro que John Carmack se copió de Dinamic, ¡seguro!- mientras que en el bartop triunfaron los juegos de uno contra uno como el Mortal Kombat, el Street Fighter II, el 1943 y el que más triunfó a última hora, el World Soccer’96 de la Neo-Geo con el que nos reímos especialmente. Unas pizzas y un pequeño guiño a los tiempos modernos -Mario Kart 8 en la Wii U es otra apuesta segura para jugar en pantalla dividida 3 ó 4 a la vez- fueron el postre de una tarde estupenda.
Qué atracón de nostalgia. Qué gustito.
Nota: Dedicado a mis acompañantes en ese viaje a la nostalgia friqui. ¡Nos vemos en RetroNavalcarnero 2016!
Una tarde inolvidable que expiró como un auténtico suspiro. Las máquinas que usamos merecen la pena, pero lo que ya ha hecho mítica esta quedada fueron el puñado de personas que se sumaron a ella. Ellas sí que merecen la pena y compensan con creces el espacio que reclaman estas pequeñas joyitas de la retroinformática en mi humilde casita. A pesar de las estrecheces, mereció mucho la pena. En 2016 nos esperan el Amiga 1200, el Commodore 64, la NES original, la Mega Drive y alguna que otra posible sorpresa 😉 Hasta entonces amigos!
Es que RetroNavalcarnero 2016 va a ser la pera limonera. Vamos a tener que pensar en ampliar la duración 😀
Execelente post! Yo también me apunto a la del año que viene!! Todo un lujo, tanto por la compañía, como por la nostalgia. Un abrazo camaradas! 😀
Lujazo lujazo Eloy 😛 ¡Un abrazo!
Una tarde fantástica llena de recuerdos, te das cuenta de lo felices que éramos antes jugando con los amigos en casa aunque los gráficos no fueran la repera… Ya estoy deseando que llegue la Retronavalcarnero de 2016!!
Un abrazo a todos.
Si es que al final lo que cuenta es más la compañía que otra cosa. Qué buena tarde hemos pasado, sí señor. A por otra como mínimo en la edición de 2016 😀
Ya sé que no es lo mismo, pero precisamente hoy ando instalando EmuCenter2 en un portátil antíguo y buscando joyitas de esas de hace 20-25 años… Que envidia me dais!
Buena forma de reutilizar un portátil antiguo, sí señor. Que disfrutes de las joyitas!
Veo que lo habeis pasado fenomenal, recordando viejos tiempos y reencontradosos de nuevo. Ahora repetirlo el próximo año.
Besos para los cinco xxxxx
¡Gracias Mariti! Un beso!