Tecnología

El análisis perfecto no existe

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Esta mañana Eduardo Archanco compartía un par de enlaces que eran especialmente curiosos para los que analizamos productos de tecnología. Me leía primero «Product Reviews are Broken«, un artículo en el que Neil Cybart hacía una reflexión sobre cómo los análisis de producto han perdido su valor, o, como decía él, su lustre.

La culpa se la echaba a medios como aquel en el que trabajo: todos tratan de destacar del resto, pero siguen centrándose en su audiencia tradicional y no hay según él una visión más «independiente» o que responda a preguntas que sí interesan a la audiencia y que normalmente no contestamos. Cosas habitualmente pequeñas y cotidianas que pueden pasar desapercibidas, como si es fácil cambiarle la correa al Apple Watch (Joanna Stern mostró que no -minuto 2:47-, al menos no en su prueba), o si cosas como el sudor afectan al funcionamiento.

Lo cierto es que el chico tiene su punto, y puede que muchos no tomen en cuenta esos apartados, pero en mi caso al menos trato de hacerlo: aún así, apuntado. El otro tema que criticaba: la ausencia de vídeos, e incluso de pequeños clips capturados por ejemplo con Vine para ilustrar -de nuevo- pequeños aspectos que se pueden resaltar fácilmente y que quedan mucho mejor que tratándolos de explicar con palabras. De nuevo cierto y también curioso que sus ejemplos demuestren que gigantes como The Verge -en el análisis del Apple Watch presumieron de haber involucrado a 31 personas, qué estupidez- no fueron capaces de mostrar esas pequeñas cositas, a pesar de cuidar el vídeo mucho. Casi hacen minidocumentales, pero eso no parece ser suficiente, porque no son perfectos.

Las ideas de Cybart son interesantes a la hora de mejorar los análisis de producto, pero ahí llega la segunda lectura: la de Jean-Louis Gassée, que en su Monday Note ha hecho un singular ejercicio para construir su particular meta-análisis del Apple Watch a base de frases de diversos análisis. Nuestro protagonista suelta algunas pullas -Nilay Patel no se ha tomado muy bien que critique su pulsera de pinchos-, y lo hace además con argumentos válidos, pero sobre todo parece estar muy de acuerdo con la recomendación de Horace Dediu que yo no conocía: la de no leer nunca los análisis de producto. Eso ya me toca un poco la moral (y otras cosas), porque leo y sobre todo escribo esos análisis, y siempre trato de hacerlo de la forma más completa y objetiva posible. Cosa que es imposible, claro.

El caso es que Gasée nos da un poco la receta del análisis que uno puede ver en estos días en medios de tecnología, y que se basa en cuatro puntos clave:

These initial reviews say more about the Product Review genre than they do about the Apple Watch. As the word genre implies, there are rules. One is that you have to provide quotable fragments that support your view. Second, write what you want but remember you still need to eat in this town. In the case of tech reviewers, “lunch” is being among the select few invited to do the next “under embargo” product review — you don’t want to go hungry. Third, you have to be “fair and balanced”: You must provide at least a hint of negativity, no matter what, so you won’t be perceived as having “sold out”. Lastly, you have to write quickly, steamroll annoying counter-narrative trifles, and use strong words.

Ahí, sin piedad. Y lo curioso es que en cierto modo el Sr. Gasée acierta salvo en un punto. Según su opinión hay que generar titulares, hay que escribir sin tapujos -sin pasarse, hay que comer-, hay que criticar algo para no parecer unos vendidos, y por último hay que utilizar un lenguaje potente y llamativo. En mi caso me da igual pasarme: si un producto no cuaja, lo digo (ejemplo) y lo mismo a la inversa. Y para demostrar su argumento, Gasée termina generando no uno, sino dos meta-análisis del Apple Watch recogiendo frases de otros medios.

En el primero de esos análisis Gasée coge frases positivas, y en el segundo hace el mismo ejercicio pero seleccionando frases negativas. El resultado es curioso, porque si alguien se leyera solo uno de esos meta-análisis y no el otro la percepción generada sería radicalmente distinta, y queda patente que los analistas suelen dar una de cal y una de arena.

Pero claro, aquí viene mi argumento contra esa receta mágica de Gasée. No hay análisis perfecto –y desde luego hay análisis que no deberían ser leídos (ni escritos)-, pero es que tampoco hay productos perfectos. Todos tienen sus virtudes y defectos. Puede que las luces sean mayores que las sombras y nos encontremos con productos sobresalientes, y puede que ocurra lo contrario. Pero lo que no va a hacer un editor -o no debería- es ocultar luces o sombras en esos análisis. Esos textos se parecen porque todos solemos detectar básicamente los mismos pecadillos y las mismas sorpresas positivas: la diferencia está en hacer que todo ello cobre sentido en la experiencia de uso general. Y ahí es donde entramos los que tenemos la suerte de probar unos cuantos cacharritos y tenemos ciertas referencias con las que comparar. Porque las comparaciones, aunque odiosas, son necesarias. Y constantes.

Gasée dice que al final solo el boca a boca importa, y que a los pocos meses son los seres humanos reales -¿los que escribimos sobre tecnología no lo somos?- decidirán entre ellos el futuro del Apple Watch o de cualquier otro cacharro. Pero es que uno de los primeros eslabones de ese boca a boca son (somos) los medios. Aquí, como sucede con lo que uno decide en otros muchos temas, pesa desde luego lo que te digan amigos y familiares según su experiencia, pero también lo que unos u otros, directa o indirectamente, han leído, oído o visto en medios. Hagas caso a tu cuñado o al análisis de turno, ten en cuenta siempre dos cosas. La primera, que todos somos distintos y tenemos distintos criterios sobre lo que importa o no de un producto.

Y la segunda, consecuencia de ello, es que el análisis perfecto no existe.

 

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12 comentarios en “El análisis perfecto no existe

  1. Lo de Patel me parece muy curioso. Creo que con los wearables, los apasionados de la tecnología tenemos una asignatura pendiente: la moda.

    No soy para nada un experto en ese tema ni pretendo serlo (probablemente no reconocería algo que está «de moda» aunque mi vida dependiera de ello), pero me parece que este tema va a ser cada vez más importante para la gente en general.

    De ahí que le hayan señalado a Patel con el dedo lo de la pulsera de pinchos. Las reviews de wearables van a atraer a un público que tal vez antes no los leía y de ahí la reacción.

    Son momentos interesantes. Veo cosas que me gustan en cada uno de los artículos que enlazas, tanto de la visión de Verge como de los demás. Tal vez haga mi primera review de un producto en mi blog teniendo en cuenta todo esto. Puede ser un ejercicio interesante, aunque tendré que esperar las famosas 4-6 semanas.

    • Yo creo que hacer análisis con esas primeras impresiones y esas horas o pocos días de uso es válido, y que luego confirmar esas sensaciones con un análisis al mes de uso por ejemplo completa el tema.

      En cuanto a Patel, me parece perfectamente respetable que le mole llevar su muñequera heavy y no le guste una pulsera de cuero. Que Gasée le critique por ello me parece un error. Y que el otro se pique, peor aún. En temas de diseño y moda, cada uno tenemos nuestra opinión, sea más ortera o no según qué canones. Pero eso desvía el tema, que igual es lo que pretendían ambos 😉

  2. Es cierto que no existe el análisis perfecto pero entre toda esta información compartida uno se para a pensar y detecta algunos problemas. O tal vez no sean problemas pero sí puntos que olvidamos cuando nos sumergimos en esto de escribir sobre tecnología.

    De todos modos para mí, el principal pecado de los actuales análisis es el deadline que se marcan los medios. Es importante llegar primeros pero no siempre imprescindible. Es por eso que Anadtech o Ars me siguen pareciendo referencia. Como decía Gandalf, «Un mago no llega ni tarde ni pronto, simplemente llega cuando debe hacerlo» Pues bien, igual deberíamos como analistas aplicar la misma idea.

    Nota: La pulsera de Nilay Patel era muy cantosa

    • Hombre Pedro, ¡bienvenido! 😀 Estoy completamente de acuerdo contigo en lo de que llegar primero está bien pero solo para ciertas cosas. Para otras tiene mucho más sentido hacerlo mejor que los demás. Que es lo que suelen hacer AnandTech o ArsTechnica, y lo que les permite seguir ahí.

      Nota 2: A mi también me lo parece, pero si al tipo le gusta y es feliz, pues oye, aquí paz y después gloria.

  3. Oletros dice:

    Es curioso el comentario de Gasse

    «But once you move past the obligatory “fair and balanced” negatives and get into the details of what the writers really say»

    Es decir, que si se dice algo negativo es porque no se debe decir, no porque realmente haya algo negativo.

    Y claro, los que cuentan son Dediu, Bajarin y Gruber. Vamos, sólo faltan Philip Elmer deWitt y Rene Ritchie y tenemos el grupo al completo. Es la cosa más endogámica que existe.

    Por cierto, de Bajarin. «Ultimately what I am convinced of is the Apple Watch represents a completely new computer interaction model.» Que alguien me explique de que completamente nuevo modelo de interacción habla.

    • Sí, aquí está claro que el grupito es de aquí te espero. Me pregunto si Dediu no se lee realmente los análisis de Gruber. Me parece algo presuntuoso no leer análisis si con eso quiere dar a entender que no valora ninguna opinión salvo la suya. No he leído la de Bajarin (aún, y ahora no sé si lo haré), pero esa frase no promete demasiado.

      ¡Gracias por el comentario!

  4. JEAN dice:

    Yo, un poco a contracorriente, diría que sí hay análisis perfecto. Sin embargo, con ello no soy ingenuo y no pretendo pensar que tal cosa como la perfección en tecnología (donde hay mucho fanatismo ciego) exista. No existen formulas, ni las técnicas para lograr el análisis perfecto (aunque, a veces creo que la norma es la exhaustividad y el rigor), pero sí creo que ciertos análisis (por lo bien logrados, o por algo más allá) pueden generar una sensación más allá de lo agradable o deseable. Lo que quiero decir es algo bien sencillo: sí existe el análisis perfecto… para los lectores, siempre en caso individual. Doy un ejemplo de ello: Siempre conservo en mi mente el análisis que cierta web le hizo al primer Moto G. Como lector recorrí minuciosamente cada palabra del análisis, y a lo último no pude no solo estar de acuerdo con la reseña, sino que quedé verdaderamente admirado y asombrado de que una reseña pudiera ser tan bien elaborada. Otras, simplemente me han decepcionado; pero creo que otro lector bien podría estar en la situación que yo me encontré.

    También creo que existen autores que tienen la receta no solo para buenos análisis, sino para las buenas opiniones. Por aquí tenemos a un tal Javi que es un verdadero crack… 😀

    Existen personas, y personalidades, que a veces logran que sus textos sean excelentes mucho más allá de lo normal; y al parecer, con tanto que leer, uno solamente debería dedicarse a leer lo que uno cree que es así.

    • No sé si llegaría a decir tanto como perfectos, pero en mi caso tengo claro que los análisis de AnandTech han sido durante mucho tiempo referente absoluto para mi. Son demasiado técnicos para mucha gente -para el usuario de a pie, seguro- pero para los que buscamos algo más que un análisis rollo Walt Mossberg con sensaciones light y conclusiones para marujis (sin acritud), son perfectos.

      En mi caso recuerdo especialmente el del MacBook Air de 2010 que hicieron y que fue toda una inspiración para que en mi opinión ha sido el mejor que he hecho yo, también de esa máquina. No se acercó, me temo, pero no me quedó mal.

      Sea como fuere, gracias por el comentario y los piropetes 🙂 Y cuéntanos cuál fue el sitio web que hizo aquel análisis del Moto G, no nos dejes con la intriga por dios!

  5. Gustavo Adolfo Tapia dice:

    También soy de la corriente que piensa que no existe análisis perfecto, ni producto perfecto. El análisis es el resultado de la percepción de una o mas personas, y lo que mas se acerca a ser objetivo en un artículo sobre un cacharro tecnológico son sus especificaciones. Todo lo demas conforma la opinión del escritor, la cual podría incluso cambiar basado en su estado de ánimo. Creo que si existen reglas que podrían seguirse para mejorar la comprensión del artículo pero mas allá de eso es el lector quien debe interpretar lo que lee.

    PD. Respeto los gustos del Sr. Patel, pero si me acercan esa pulsera a la cara no se como reaccionaría.

  6. Modiglian dice:

    Todavía maldigo a los que hicieron reviews del Motorola Defy+, menudo montón de basura que acumula años en un cajón y vaya 250€ tirados por el retrete, mientras el iPhone 4 que compré de segunda mano por 50€ más ha pasado de mi a mi padre y sigue funcionando que da gusto.

  7. Àfrika dice:

    Muy interesante el post, Javier. No soy experta en análisis de productos informáticos, pero sí que leo como usuaria interesada, y creo que en el fondo se trata de lo mismo que las críticas literarias o cinematográficas: hay personas, más o menos expertas, que se dedican a dar su opinión sobre un producto, y otras que leen estas opiniones por curiosidad, para saber más, para orientarse en sus compras o para saber qué han dicho los competidores del gremio. A partir de ahí hay de todo: analistas buenos, malos y mediocres, críticas más o menos objetivas, envidias, endogamia y análisis sesudos.

    El resultado en todos los casos es lo mismo: el receptor de dichas críticas suele leer varias opiniones antes de formarse la propia, porque sabe perfectamente que ni los productos son perfectos ni los análisis tampoco.

    Ánimo los que os dedicáis a ello. La perfección no existe, pero opinar no sólo es lícito sino deseable.

    • Dices bien. Hay críticos y críticos. Lo importante es encontrar esa «voz» en la que uno confía o que acaba convirtiéndose en una referencia para uno. Esas son las que ayudan de verdad a quien las lee, aunque no sean necesariamente voces acertadas (o erradas) en todo. Y no te preocupes que seguiremos criticando (y ensalzando) durante mucho tiempo. Gracias Àfrika!

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