Tecnología

La ¿revolución? del móvil como medio de pago

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Es una de las grandes promesas del mundo de la movilidad: lo de poder pagar con nuestro teléfono en todo tipo de comercios y situaciones parece ser una de esas realidades impepinables a las que nos enfrentamos.

El problema es que aquí cada fabricante trata de ir a lo suyo e imponer su alternativa frente a las demás. No hay grandes consorcios que permitan simplificar las opciones, y eso hace que la confusión entre usuarios y, probablemente, comercios, sea enorme.

Apple parece haber dado un gran paso con Apple Pay, que según Tim Cook se está implantando a toda pastilla en más y más comercios en Estados Unidos. Como gran contrapunto tenemos a un Google Wallet que probablemente renazca en mayo -recordad, tenemos Google I/O en mayo, y ya se han hecho con SoftCard– y por supuesto a toda esa larga cola de alternativas de grandes y no tan grandes que tratarán de promover su propuesta y, de paso, hacerse con las jugosas comisiones derivadas de estos medios de pago.

Para los usuarios probablemente la cosa sea relativamente fácil a la larga. Podrán elegir una u otra alternativa, pero en todas ellas el funcionamiento será basicamente el mismo: uno saca el móvil con NFC en lugar de su cartera, lo acerca a la TPV con soporte de estos estándares y listo. Si el importe de la compra es superior a cierta cantidad -normalmente 20 euros, aunque el límite lo establece cada entidad- tendremos que introducir un PIN que hasta ahora era obligatorio en cualquier operación con tarjetas de crédito y débito, así que a la larga los pagos serán teóricamente más cómodos. Aquí atentos a una opción que poco a poco se va imponiendo entre los fabricantes: el uso de sensores de huella dactilar que autentican estas operaciones, y que podrían ser la clave para ofrecer esa característica clave que es la de ofrecer una experiencia de usuario casi transparente.

Y más seguros, nos dicen quienes saben de esto, porque la información de la transacción queda limitada a un código o token temporal que es válido solo durante esa transacción. En ese código no se incluye información de nuestra tarjeta, de modo que ni el comerciante ni el emisor del pago tienen pistas concretas que puedan resultar una amenaza a nuestra privacidad. Muy conveniente de nuevo, y desde luego más tranquilizador que eso de darle la tarjeta al camarero (mon dieu) para que se cobre la comilona de turno.

Aquí también desarrollarán un papel fundamental los comercios y, sobre todo, los fabricantes de TPVs que proporcionan todo tipo de soluciones a nivel software y hardware -aquí un ejemplo de una empresa madrileña (ole) de venta de TPVs con clientes muy relevantes como Burguer King o Viena- y que tienen la misión de dejar claro que esa TPV de ese restaurante o tienda en la que uno se gasta los cuartos permite ese tipo de pagos. En nuestro país es evidente que hay mucho camino por recorrer aún, y a la espera de que tanto Apple como Google ofrezcan sus servicios aquí -algo que sin duda impulsará estos pagos móviles- veremos si fabricantes de móviles, desarrolladores software, entidades bancarias, comercios e industria (incluidos los citados terminales de punto de venta) logran hacer que esa opción se vuelva más y más común y cómoda.

¿Harán estos sistemas que dejemos de llevar la cartera encima? Lo dudo, pero ofrecerán algo que solemos valorar mucho: una opción más que, esperemos, sea tan cómoda o más que la de sacar de esa cartera la tarjeta de plástico de turno.

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5 comentarios en “La ¿revolución? del móvil como medio de pago

  1. Antonio dice:

    Pero es que yo veo incluso más rápido el usar las tarjetas de crédito «sin contacto». Yo las uso todos los días y me parece que es más cómodo que usar el móvil (más allá de lo de fardar, que tu siempre dices).

    Con el móvil, supongo que la secuencia sería la siguiente: saco el teléfono, lo desbloqueo, (entro en la aplicación correspondiente?, no sé si es necesario, la verdad), paso el dedo por el touch ID o similar, paso el teléfono por el TPV.

    Con la tarjeta simplemente: saco la tarjeta de la cartera, la paso por el TPV. Punto.

    Ahora claro, si me dices que en EE.UU gran cantidad de terminales están todavía usando la banda magnética…pues no sé. ¿No sería otra opción para ellos modernizar los terminales y ofrecer también soporte para este tipo de tarjetas? Me pregunto de verdad si a la gente le dieran las dos opciones, cual se acabaría usando más.

    • Esa es la principal duda a la conveniencia o no de los pagos móviles, desde luego. Será difícil que sea más cómodo que el de las tarjetas contactless, pero yo creo que es interesante solo por la opción de poder pagar si uno se olvida la cartera.

      Se me ocurre que este tipo de sistema también puede acabar siendo más barato en comisiones para tratar de ganar cuota, pero aquí de momento no tengo datos. Aún así, como digo, me gusta como alternativa, no necesariamente como sustituto que haga que las tarjetas de débito y crédito actuales.

  2. SrPerroverde dice:

    Mientras no tengamos móviles con 2 días mínimo de batería, no veo este método de pago como un sustituto de las tarjetas de toda la vida. Y si vamos a tener que seguir llevando la tarjeta en la cartera, que ventajas aporta el pago con móvil?

    • Como digo, es una opción más, interesante -creo- y que promete mejoras en la seguridad o la conveniencia de los pagos (huella dactilar de nuevo). Me da que cada vez más gente se deja la cartera en casa cuando sale de cuando en cuando pero desde luego no el móvil.

  3. alesay dice:

    Si se mira la forma de cobro tradicional puede que no se le vean ventajas en un comercio, pero si en futuro se mira que a la hora de pagar no se tiene un solo terminal de pago sino que cada móvil se convierte en uno, puede convertirse en un sistema muy cómodo. Imagínate un restaurante lleno de clientes, en vez de tener que esperar a poder pagar la cuenta, los clientes podrán hacerlo en el momento que ellos deseen y esto puede ser extrapolable a lugares con gran afluencia (cine, parque temático, etc.)

Comentarios cerrados.