Estoy oficialmente de vacaciones, pero Incognitosis no descansará mucho, y puede que de hecho haya alguna que otra sorpresilla ahora que tengo tiempo. Para empezar con los posts vacacionales toca hablar de series de televisión, que hacía tiempo que no volvían a ser protagonistas por aquí.

La actividad ha bajado relativamente en los últimos meses, y tras la decepción del final de ‘How I Met Your Mother‘ en casa tuvimos una época de sequía y breve experimentación. ‘True Detective‘, a pesar de su fama, no me emocionó especialmente (y tiene muchas cosas buenas, que conste), ‘Orange is the new black‘ me pareció absurda (el episodio de la gallina fue demasiado para mi) y ‘Hannibal‘ no está mal del todo, aunque es quizás un poco más gore de lo deseable y tampoco pasé de los 4 o 5 primeros episodios.

Esperaba como agua de mayo temporada nueva de ‘The Newsroom‘, pero no se estrenará previsiblemente hasta otoño (y será la última, ¡noooo!), así que, ¿qué hacer? Pues esperar a que acabase ‘Juego de Tronos‘ (no puedo con lo de tener que esperar una semana al siguiente capítulo, prefiero aguantar), para disfrutarla de principio a fin sin historias.

Los 10 capítulos de la cuarta temporada cayeron en cuatro sesiones/noches, muy tranquilamente, y confirmaron a JdT como una producción irreverente frente a los cánones tradicionales: no hay respeto por los protagonistas. (Un poquito de spoilers, cuidado). Ahí muere hasta el apuntador. O casi, porque hay quien aguanta carros y carretas, pero lo cierto es puede que eso sea el secreto de su éxito: cada temporada es tan buena o mejor que la anterior.

El octavo episodio fue especialmente brutal (literalmente) con un combate final que acabé viendo dos veces más y que ha sido tan tremendo que ha creado una nueva tendencia: grabar a los colegas viéndolo por primera vez para ver su reacción. Hay unos cuantos vídeos en YouTube al respecto (este y este son buenos ejemplos), y lo cierto es que todos ellos ponen una guinda más al éxito de esta serie que parece no perder fuerza (y que siga así) con el tiempo.

Y tras el último episodio de la cuarta temporada (quizás menos espectacular que el de las pasadas) llegaban nuevas dudas en cuanto qué serie probar a continuación. De casualidad me encontré con un post de Gizmodo en el que hablaban de una serie de la que no había oído ni leído nada hasta ese momento: ‘Halt and Catch Fire’. Aunque en Gizmodo la criticaban con tan solo cuatro episodios de vida, solo el argumento ya hacía que mereciese su oportunidad. Y es que como luego vi en VayaTele, puede que HCF sea una serie para frikis de la informática y sólo para frikis de la informática.

Solo he visto el primer episodio, pero me ha encantado. Historias de informáticos de los 80 con una IBM que por entonces era la mala de la película -luego llegarían otras malas- y con tres protagonistas muy bien perfilados que se las tratan de ingeniar para convertirse en los próximos gigantes de esa era cuya importancia ya intuían. Los dos personajes masculinos son bastante creíbles en todo, pero el de la chica, aunque le dé mucha salsa al argumento, es bastante fantasioso: ya es difícil encontrar ahora mujeres en este campo, pero es que en los 80 la informática era terreno masculino total. Y aún así, la idea no es mala, aunque precisamente lo que critica Gizmodo, muy en su papel de blog de tecnología ‘serio’, es que la chica estropea un poco el desarrollo normal de una trama que por lo visto acaba siendo menos drama que telenovela. De momento el primer episodio convence. A ver cómo se portan estos wannabees a partir de ahora.