El próximo lunes tendrá lugar la keynote inaugural de la WWDC 2014 de Apple, y lo cierto es que podríamos estar ante una de las conferencias más importantes de la firma en los últimos años. La empresa de Cupertino no ha sido especialmente sorprendente en las últimas ediciones, y sus productos, aunque notables en muchos casos, han sido más bien conservadores con la estrategia y filosofía de la empresa

Ha habido casos destacados e ideas interesantes, pero nada comparable a esos eventos disruptivos a los que nos tenía muy mal acostumbrados Steve Jobs. Puede que estemos a las puertas de uno de esos eventos, y los últimos acontecimientos y rumores me hacen esperar grandes cosas de la compañía en los próximos meses. Eso sí: más por necesidad que por otra cosa en mi opinión, Apple tendrá que mover ficha en segmentos en los que mantenía una posición nula o muy discreta.

Mi particular quiniela ya está publicada en Xataka, y aunque hay apuestas seguras también hay espacio para soñar. En lo esperable tenemos a un iOS 8 que probablemente será muy aburrido, pero atentos que OS X 10.10 podría dar mucho que hablar con un rediseño radical más «iosificado» que nunca. A partir de ahí las cosas se tornan más o menos improbables. Aunque he hablado de ello en el post xatakero me parecen poco interesantes los rumores sobre el hogar inteligente que Apple parece querer impulsar. Ni siquiera he comentado su marketiniana iniciativa iCar, y lo de la integración del servicio Beats Music tampoco me parece que sea especialmente emocionante. No soy usuario de esos servicios, así que los observo desde la distancia con cierto escepticismo o, más bien, desinterés.

Más curiosa sería desde luego la introducción de ese esperado iWatch. Aquí de Apple se espera que haga lo que ya hizo en otras ocasiones: reinventar el segmento como ya lo hiciera con los iPod o los iPhone. Dudo que en esta ocasión puedan tener un impacto similar: las soluciones de otros van perfilando un mercado aún inmaduro, pero hay además un señor llamado Google que apunta muy alto con Android Wear.

En los improbables de la quiniela he metido a todos los que probablemente no serán protagonistas en la WWDC directamente porque no toca ciclo de renovación aún. Los iPhone 6, los futuros iPad o los nuevos MacBooks o Apple TV suelen aprovechar ciclos distintos, y me temo que no habrá demasiado que contar sobre estos mercados ya asentados.

A no ser, claro, que aparezca algún que otro producto sorprendente. Aquí yo espero uno en especial: el MacBook basado en arquitectura ARM que haría que ese salto a la convergencia fuera por fin confirmado por una Apple que de momento diferencia entre iOS y OS X sin acabar de hacerlo de forma contundente (y si no, atentos al futuro OS X).

Junto a ese producto revolucionario (y lo sería) podríamos también asistir a la presentación de un iPad de 12,9 pulgadas que introduciría un modo multiventana y que lógicamente competiría de tú a tú con el Surface Pro 3. Si lo sacan, eso sí, me pregunto si en él tendría cabida un OS X para ARM que también sería base de esos hipotéticos nuevos equipos imposibles. Que puede que no lo sean, cuidado.

El lunes a partir de las 19:00 lo sabremos. Qué ganas, majos.