Va post de cine, que hacía tiempo que no metía uno de estos en Incognitosis. Ayer hubo escapadita vespertina, algo que desde hace tiempo es complicado por falta de tiempo y porque endiñar a los enanos un rato es, al menos en nuestro caso, un problemón. Pero la cosa cuadró, y aprovechamos una oferta que hay activa esta semana para ver pelis, incluidas las 3D, por 3,50 €. Ese precio, evidentemente, sí compensa, y más para ver una peli a la que le que tenía muchas ganas, Gravity. Y en 3D.

La película me pareció fantástica. No entrará en mi competido top 10, pero desde luego es una de esas pelis que vale la pena ver de largo. No sólo eso: yo diría que es una de las pocas películas que vale la pena ver en 3D. La sensación de profundidad es asombrosa, y no tenía nada que ver con los tráilers que pusieron al principio (la nueva de Thor y la nueva del Hobbit, por ejemplo). Es el problema de las películas en 3D: muchas parecen como esos libros para niños en los que una figura, una casa o un animal aparece en un plano frontal al pasar de página, muy por delante del resto de la ilustración. Como si hubiese solo dos planos: uno cerca, y otro lejos.

En Gravity la sensación no era ni mucho menos esa. No sé cómo lo han logrado —aquí dan alguna pista–, pero los niveles de profundidad estaban fantásticamente conseguidos. Esos planos en gravedad cero en los que los objetos van volando de un lado a otro –por ejemplo, esas gotas que de repente acababan en la cámara– conseguían una sensación de realismo y profundidad asombrosa (aunque la peli no fuera ni mucho menos perfecta a nivel técnico). El efecto era natural, no forzado, y eso redondeaba unas imágenes increíbles que le hacían a uno agarrarse al asiento o querer dar un saltito a ver si podíamos ayudar a la pobre Sandra Bullock, que por cierto, lo pasa mal. Pero muy mal fatal.

De hecho, eso es lo más destacable para mi de la película. Que consiguió convencerme de estar en el espacio. La historia es notable, pero muy en la línea de otras pelis de esas en las que parece-que-no-hay-nada-más-que-pueda-salir-mal-pero-espera-porque-me-estaba-equivocando. Bullock lo hace bastante bien (no es que sea una pedazo actriz, pero yo la tengo cariño) y Clooney parece salido del anuncio de Nespresso, pero su papel también mola. Como digo, la historia acaba siendo secundaria. Para mi Gravity 3D ha sido una revelación que me ha redescubierto las posibilidades de las 3D. Si hubieran hecho más cosas así, quizás este formato habría tenido otra historia y esa tendencia de hacerlo todo en 3D no se hubiera convertido en un bluf.

Pero puede que la cosa tenga recorrido. Gravity ha demostrado que no todo está perdido para las tres dimensiones.