Era la noticia del día, del mes, puede que del año. «Microsoft CEO Steve Ballmer to retire within 12 months«. Así anunciaban ayer en la empresa de Redmond la futura salida de Ballmer de la empresa de la que era CEO desde enero de 2000. Me temo que nunca sabremos si ha sido una decisión unilateral o bilateral. En estos casos el discurso siempre suele ser el mismo, «now is the right time«, pero eso importa poco ahora. Importa sólo quién le sucederá, y si esa persona afrontará ese cargo con otro talante.
Por supuesto, la noticia ha sido protagonista en todos los medios generalistas y tecnológicos. No leo generalistas normalmente –este escueto y tacaño análisis de El País es una de las razones–, así que lo que sí he hecho es empaparme de Techmeme, una apuesta segura para conocer las reflexiones de los principales medios tecnológicos y que únicamente tiene el defecto de que las pequeñas voces no tienen cabida. Pero eso suele garantizar que lo que vas a leer tiene cierto interés. En ese repaso a los titulares en Techmeme había de todo: impacto económico (AllThingsD, Fortune), análisis específico de algunas divisiones (móviles en NYT, Xbox en el Washington Post), apuestas sobre los sucesores en el cargo y, por supuesto, balances de lo logrado durante todos estos años por parte de Ballmer. Ahí va mi pequeño análisis de esos titulares.
Esas quinielas sobre el posible sucesor de Ballmer son, claro está, prematuras, pero por apuntar nombres que no quede. En The Verge señalan nombres como Tony Bates, Satya Nadella (ambos altos directivos en MS), Reed Hastings (ex-Microsoft, CEO de Netflix) o Stephen Elop (Dios nos libre). Infoworld efectúa una selección parecida, aunque también destaca a otros como Bill Vehgte (HP), Paul Maritz (VMWare, Pivotal). Más simpático es un artículo de The Wall Street Journal en el que hacen esa selección basándose en los tuits de algunos usuarios. Hay apuestas serias, como las de Sheryl Sandberg (COO Facebook), Andy Rubin (interesante, interesante), el fichaje de Marissa Mayer (intrigante, Microsoft intentó comprar Yahoo!, ahora liderada por Mayer) o una absolutamente imposible vuelta de Bill Gates. Y luego están algunas apuestas graciosas, de las cuales yo me quedaría sin duda con la de Ben Affleck. Alguien que ha podido encarnar a Daredevil, ganar un Oscar con Argo y ser el hipotético Batman en una futura entrega de la saga debería poder dirigir Microsoft con la gorra. O con la máscara, ya que nos ponemos.
En mi caso, las opciones serían dos que ya se barajaron en el pasado y que ahora parecen también altamente improbables no por la capacidad de estos protagonistas, sino por su pasado en Microsoft. Sinofsky y Ozzie conocen Microsoft de pe a pa y tienen ese perfil visionario que encaja mucho más con la personalidad de Gates que la de un vendedor como Ballmer. Pero sus salidas de la empresa de Redmond no parecen haberse llevado a cabo en buenos términos, y ambos parecen embarcados en sus respectivos proyectos sin demasiadas ganas de afrontar esa responsabilidad.
En ese análisis de los sucesores hay un post especialmente revelador de Kickingbear con el que coincido plenamente. Microsoft no necesita al perfecto sucesor de Ballmer ni a alguien especialmente conservador. Necesita a alguien con ganas de darle vueltas a la tortilla.
Microsoft is currently searching for a new CEO who’ll fit the straight jacket Steve Ballmer has left behind.
If you’re going to change leadership I suggest it’s a good idea to let the new leader figure out how to best run things. You don’t see outgoing national leaders being able to appoint the incoming cabinet. That looks like what Ballmer has just done.
En cuanto a los balances, yo mismo habría hecho probablemente uno de nuevo, pero no era plan de repetirme. Lo hice hace año y medio en mi extenso post –me dio por darle al teclado en serio– «Ballmer y Microsoft: un estudio sobre las luces y las sombras del gigante«, y mantengo muchas de las ideas (no todas) de aquel artículo. En esos balances de otros medios, no obstante, me gustaría destacar a algunos que creo que han apuntado cosas especialmente interesantes. Empezaré sugiriendo la lectura del artículo de GigaOm, en el que analizan la trayectoria de este CEO y publican una especie de notas del cole de Ballmer en estos 13 años. Un enfoque simpático que permite llegar a la conclusión de que su rendimiento fue más bien mediocre según este medio. Y seguimos con otros medios de los que extraigo algún que otro párrafo:
If Ballmer had exited, say, during the Windows 7 period, I think that his time at Microsoft would have deserved a different badge. However, missteps included, the recent few years have been a fundamental shift for Microsoft, leading it to functional preparation for the future, which is to his credit. If the company had failed, we would have blamed the leader. So as the company finds new success, we should laud the boss. Let’s be consistent, at least.
Ars Technica (un poco hagiografía)
Anyone who describes outgoing Microsoft CEO Steve Ballmer’s tenure as a «failure» is wrong. An annualized growth rate of 16 percent in a large, established company, selling into mature markets, is nothing to scoff at. Revenue tripled under his leadership; profits doubled. That’s some failure.
El mejor de todos ellos en mi opinión, y que inspira el título a este artículo, es de The New Yorker:
What has gone wrong? For starters, Ballmer proved to be the anti-Steve Jobs. He missed every major trend in technology. His innovations alienated people. When he tried something new, like Windows Vista, the public lined up around the block to trade it in. Microsoft missed social networking. It completely misjudged the iPhone and the iPad. It embraced complexity in product design just as everyone was turning toward simplicity. It entered growing markets too late. When was the last time you used Bing? In 2000, Microsoft made most of its money selling Microsoft Office and Microsoft Windows. Today, it still makes its money that way. Ballmer’s reign has done more to defang Microsoft than the Justice Department could ever have hoped to do.
Así es. Ballmer ha llegado tarde en casi todos los terrenos. En su favor hay que señalar que al menos ha tratado de recuperar el terreno perdido, y las últimas decisiones parecen haber corregido su trayectoria inicial como CEO. La cita anterior de TechCrunch (me gusta lo de «al menos, seamos consistentes«) lo refleja bien: no empezó nada bien, pero sus últimos años han sido destacables. Desde luego, no es un CEO que haya ofrecido una imagen favorable de la empresa: su relación con los medios ha sido más bien incómoda –se ganó a pulso una reputación que luego le ha sido imposible quitarse de encima–, y eso no ha beneficiado a Microsoft. Parte de eso se comenta en el párrafo siguiente de ese artículo de The New Yorker, en el que se menciona otro reportaje muy conocido: el que Vanity Fair hizo del líder de Microsoft, poniéndole a caer de un burro.
Ballmer, manic and sweat-stained once too often, failed to be a great manager, or even a tolerable one. As Kurt Eichenwald wrote, devastatingly, in Vanity Fair, the company long utilized a system called “stack rating,” whereby every member of the company was judged relative to his peers. If you worked on a team of ten, you knew that two of your colleagues would get great ratings, seven would pass, and one would fail. “Every current and former Microsoft employee I interviewed—every one—cited stack ranking as the most destructive process inside of Microsoft,” Eichenwald wrote.
Pero los que le conocen ofrecen otra imagen de Ballmer, como indica un singular artículo en Slashdot que curiosamente parecía adelantarse al futuro, y que fue publicado hace un mes y medio. Su título lo dice todo: «Why All the Hate for Steve Ballmer?»
He barely sleeps, works through the night and is a constant presence within Microsoft, always paying attention to every aspect of the business
Y sin embargo, sigue quedándome ese regusto sobre Ballmer. El del hombre que siempre llegaba tarde.
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Me ofrezco voluntario para el puesto.
Usuarios, os prometo que liberaré el código con la GPL! xD
Jaja al leer el título del post creí que me lo dedicabas
😉
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Y por fin conocemos el legado de Ballmer. Hacerse oficialmente con Nokia.
Desde mi punto de vista una jugada genial si ahora se ponen a trabajar y pulen windows phone, del que ya tienen una base muy solida,
Unos dispositivos asombrosos en todas las gamas, no como Android, Apple empieza a caerse del burro de la exclusividad (5C). Una gama alta muy a tener en cuenta con los últimos Lumia, y no solo por sus cámaras.
Blackberry esta totalmente fuera de mercado y si yo fuera microsoft iria a comprarla también.
Ahora solo queda esperar que la plataforma se haga atractiva para los desarrolladores, cuestión de crecimiento en cuota de mercado. El marketing lo pone la pasta de Microsoft y de eso tienen suficiente.
Y encima cuentan con el apoyo de las operadoras.
Yo vengo de Android y ahora soy un feliz usuario de WP8 porque puedes tener un teléfono de altísima calidad sin tener que robar un banco. Y he usado android desde mi HTC Desire (que recuerdos), pero no estoy dispuesto a pasar por el arito Samsumg/Apple nunca mas.
Te sigo desde hace tiempo pero nunca habia comentado antes.
Un saludo.
Gracias por el comentario Juan Carlos 🙂 Comenta sin miedo, que no muerdo!
Y sí, luego publicaré sobre esto en mi blog, pero mi opinión también es que han acertado con la compra… veremos.