Está claro que todo lo que sea gratis triunfa en Internet: multitud de servicios han logrado una popularidad brutal gracias no solo a su diseño o prestaciones, sino obviamente al hecho de poder ser utilizados gratuitamente. Gmail, Facebook o Twitter son ejemplos perfectos de ese éxito, pero hay otros muchos servicios que tratan de aprovechar el atractivo de las cuentas gratuitas para atraer a más y más gente.
A partir de lo cual, claro está, hay que pensar en monetizar el servicio. En rentabilizar el trabajo que esa persona, grupo de personas o empresas han puesto en el desarrollo de ese servicio en Internet. Hace tiempo que el modelo del que más se habla en los medios digitales es el Freemium: ofreces algo gratuitamente, y luego ofreces características Premium que solo son accesibles para los usuarios de pago.
La idea no parece mala, y de hecho tiene toda la lógica del mundo: teóricamente sirve para que los usuarios conozcan el servicio base sin obstáculos, y luego se vean tan atraídos por ese servicio que acaben pagando por una versión con más prestaciones.
Pero no es así. El modelo Freemium no funciona.
Lo explica de forma fantástica Rubén Gamez de Bidsketch en el blog de Rob Walling, Software for Rob, en el que hace unos días contaba su experiencia como desarrollador software. Gamez desarrolló hace tiempo la aplicación Bidsketch para ofrecer a los diseñadores una útil herramienta vendida como un SaaS (Software as a Service). Rubén ni siquiera se paró a pensar en el modelo de negocio: la filosofía Freemium parecía la más adecuada.
Así pues, ofreció dos alternativas: la versión gratuita, y la versión de pago. La evolución del crecimiento del servicio dejó clara una cosa: el número de usuarios del servicio crecía cada día de forma sostenida, pero los usuarios que realmente pagaban por el servicio eran cada vez menos. De hecho, mientras que en el pre-lanzamiento prácticamente la mitad de los usuarios elegían la versión de pago, dos semanas después solo un 7% eligieron la cuenta de pago. Y lo que es peor: seis semanas después solo un 1% de los usuarios pagaban.
Eso le dejó claro a este desarrollador que algo fallaba en su concepto: su servicio era cada vez más popular, pero la mayoría de los usuarios se conformaban con la versión gratuita. Probó a utilizar todo tipo de técnicas para lograr aumentar ese ratio: mensajes de actualización, quitar características del servicio gratuito, probar gratis características Premium durante 15 días… y nada funcionó.
Hasta que se le ocurrió una idea radical:
So in a desperate attempt to get things moving in the right direction, I experimented for a week by killing my free plan. I didn€™t tell anyone that I was getting rid of my free plan, I simply deleted it from my pricing page.
Así es: de golpe y porrazo eliminó la posibilidad de contar con una cuenta gratuita, y solo ofreció las cuentas de pago. Como explica él mismo, esto tenía un riesgo muy importante: mantener el mismo número de usuarios, pero perder todos los usuarios que se habían suscrito a las cuentas gratuitas.
Sin embargo, ocurrió algo sorprendente: la suscripción al servicio de pago se multiplicó por 8. Un 800%.
El experimento es revelador, pero no fue el primero que se hizo al respecto. 37signals sufrió el mismo fenómeno en sus servicios, y cambió radicalmente el modelo de oferta. Atención a las capturas:
Antes:
Después:
¿Notáis la diferencia? Adiós a los planes gratuitos: se destaca un plan «intermedio», pero se ofrece un plan básico de precios, y eso hizo que las ventas se dispararan, tal y como explicaba el fundador de 37signals, Jason Fried en una entrevista con Mixergy:
€œ€¦ The majority of the revenues for our products come from people who sign up for the paid versions upfront. So we definitely have people upgrading from free to paid, but the majority of people who are on pay started on pay€¦ of course, more people are going to pick the free version and stay on the free version, but if you€™re looking to get paying customers, ask for money upfront and you€™ll have a lot better shot of getting them.€
Impresionante: a pesar de que mucha gente se quejará, el retorno de la inversión es claramente superior cuando simplemente uno elimina los planes gratuitos. Puede que tu servicio no sea tan popular, pero al menos podrás vivir de él.
El artículo original en Software by Rob no tiene desperdicio, y los comentarios son igualmente interesantes, así que no os lo perdáis, porque es una de esas joyitas reveladoras que demuestran que algo tiene que cambiar en Internet.
De hecho, me pregunto si esto es válido para mi actividad profesional: ¿se cumplirá esto alguna vez para los contenidos en Internet? ¿Dejará de cumplirse lo de que en Internet todo es «by the face«? Chungo, pero, por mi bien, ojalá que sea así. Dales duro, Rupert.
Muy interesante, gracias.
Interesante, sin embargo a Flickr parece irle bien con el modelo «freemium».
En mi caso, si de golpe y porrazo determinados servicios dejaran de ser gratuitos, estaría dispuesto a pagar por ellos. En particular, Gmail, Google Reader, Twitter o Spotify (si eliminaran la cuenta gratuita para siempre), sin los cuales no podría vivir. Quizá también YouTube, aunque aquí no creo que se dé el caso y se pueda aprovechar el negocio de otra manera. De Facebook creo que podría prescindir, aunque estaremos atentos a diaspora. Como dice Jordi, a Flickr parece que le va bien con el modelo freemium. Creo que si el producto es de calidad, como sucede con todos estos, la gente aligeraría el bolsillo. Es decir, la idea es ofrecer un servicio de mucha calidad, que la gente lo conozca, lo pruebe, se enganche, y cuando tengas una «masa crítica» de usuarios enganchados y/o entusiastas, eliminas la cuenta gratuita, y ahí es donde se verá si la gente está dispuesta a pagar. Lo cual creo que sucedería con los que he nombrado y alguno más que se me olvida.
PD: luego está el tema de las noticias, por ejemplo con El Mundo y Orbyt, que está fracasando estrepitosamente, pero creo que ahí es otra historia, y más con Google News y sus discutibles algoritmos a mano.
Perdón por la parrafada. Saludos.
Hola Javi,
Muy bueno el post, los datos que muestras son interesantes.
Nosotros creemos que las claves de los nuevos modelos de pago en Internet son la diferenciación, la exclusividad y calidad de lo que se ofrece. Por ejemplo en El Mundo tenemos elmundo.es y Orbyt. Como sabes, elmundo.es es totalmente gratuito y en éste portal puedes encontrar información actualizada al minuto. Para los usuarios más exigentes tenemos Orbyt, nuestra plataforma premium con la que se puede leer cualquier edición o suplemento desde cualquier parte, ver contenidos multimedia, ojear la hemeroteca o formar parte de nuestra redacción con el blog del lector o el editorial de los lectores. Dos buenas opciones para dejar contentos a todo tipo de usuarios.
Gracias por escribir sobre el tema. Te seguimos la pista.
Gracias por las felicitaciones 🙂 Trabajáis en esto como yo, así que tengo muchas esperanzas en que e corto plazo los modelos de pago Freemium al menos sí tengan que decir en los medios especializados, o al menos, en ciertos medios que tienen la capacidad de ofrecer ese tipo de contenidos especiales.
Es una lucha complicada de ganar tal y como están las cosas, pero está claro que el modelo del todo gratis en el segmento de los contenidos en Internet no puede durar mucho. La publicidad simplemente no da suficiente. Así que os felicito por la idea de poner en marcha Orbyt, no lo conocía!
¡Suerte con el proyecto!
Gracias a ti Javi y buena suerte con el blog.