Hace poco más de un mes precisamente hablaba por aquí de Google Wave y de cómo este servicio es la demostración viva de que no todo lo de Google triunfa. Wave apareció en mayo de 2009 como la gran revolución de la comunicación digital, y aunque su lanzamiento causó un gran alboroto entre los medios, pronto se comprobó que quienes lo habían diseñado quizá se adelantaron a su tiempo.
Hoy Google anuncia que dejará de seguir desarrollando Google Wave, aunque eso no significa la muerte definitiva del servicio, cuyos usuarios podrán -al menos hasta finales de año- seguir accediendo a sus cuentas de Wave. Parte del código, protocolos y tecnología seguirán siendo aprovechados para otros servicios y proyectos de Google, pero lo que ha quedado claro es que en Google también son humanos.
Sé de buena tinta (digital) que hay organizaciones e instituciones que hacen un uso activo de Google Wave, pero para la mayoría de los mortales este servicio era básicamente demasiado complejo. Nadie (o casi nadie) entendió el concepto de las «waves» y los «bots», y tanta innovación acabó por hacer fracasar un lanzamiento que en esencia sí era una buena idea. Pero quizás demasiado ambiciosa.
Para empezar, la puesta en marcha del servicio era demasiado complicada, porque esta mezcla de red social, de cliente de correo electrónico y de cliente de mensajería instantánea confundía en el cómo y en el qué. ¿Cómo aprovechar sus prestaciones? ¿Qué ganamos en Wave que no tengamos en un cliente de correo tradicional? Son preguntas a las que creo que Google no acabó de dar una respuesta clara a pesar de sus vídeos introductorios y explicativos.
Mi cuenta de Wave… inactiva desde hace meses.
Probablemente uno de los factores del fracaso de Google Wave haya sido el hecho de que la propia condición humana no está demasiado predispuesta al cambio. Lo demuestra lo que está pasando con Windows XP -que sigue siendo el sistema operativo más extendido del planeta- y otros muchos ejemplos en los que parece claro que la mayoría de los usuarios acuden al «Si funciona, no lo toques» y al que deberíamos añadir «y no lo cambies».
Da igual las ventajas que ese cambio pueda llevar consigo. El trauma de cambiar a otro modelo de trabajo es demasiado difícil de superar. Que es exactamente la misma razón por la que la gente no usa Linux. Pobres 🙂
Gran artículo! Me encanta como al final has metido el tema de Linux 🙂
Yo no probé Wave la verdad, pero según oí, era bastante confuso, esperaremos la llegada del nombrado Google Me.
yo creo que el motivo principal de su desaparición es el hecho de estar separado de Gmail. Yo lo hubiera utilizado con toda seguridad si lo hubieran fusionado (Gmail+Google Wave), pero eso de tener que andas con dos cuentas.. en fin.. una pena, por que me consta que bien utilizado es muy útil.
Tu usas Linux? me parece que usas MAC así que no se como puedes decir eso, cuando no predicas con el ejemplo.
Perdón por un momento estaba pensado en Enrique Dans, nada comentario retirado 🙂
Pingback: Google Wave y como una buena idea puede fracasar. « A la vista de Técnico
Wave desde el principio se pensó como un medio colaborativo estilo wiki en tiempo real para empresas, aunque eso que solo fuera por invitacion lo mató (nunca pude ver un wave publico o embebido en una pagina web como leí que se podían hacer)
y ademas el Manifiesto Internet en diciembre al parecer fue gestado en un Wave, pero no se podían enlazar a la fuente por la invitacion