Hace unos años existía una empresa llamada Technorati -bueno, aún existe- que se hizo famosa por sus estudios anuales sobre el estado de la blogosfera. Aquellos informes servían para tomarle el pulso a un fenómeno que hace 5 años comenzaba su verdadera eclosión y que ahora curiosamente se ha pasado un poco de moda para pasar a un segundo plano con la avalancha de redes sociales y servicios como Twitter.
Eso no quita para que la blogosfera siga evolucionando, y de hecho está llegando según mi opinión a una cierta madurez, en la que los «early adopters» y los flipadillos han ido filtrándose por un colador implacable: el tiempo. No hay muchos internautas que estuvieran ahí hace 5 años, y si siguen ahí es porque han aprendido «los usos y costumbres», como diría un buen amigo soriano, y también esa «cadencia» que es necesaria en un tipo de actividad como esta.
Otra cosa, por supuesto, son los blogs profesionales: muchos medios y empresas han utilizado los blogs como una eficaz herramienta de comunicación, y hoy en día la presencia de una empresa en la web no solo se mide por la posible existencia de una página web que describa su historia y productos, sino también por la presencia de un blog y de otros accesos a la actualidad de esa empresa, como las cada vez más famosas herramientas del «Social Media» que en mi opinión están quizás demasiado sobrevaloradas.
Sea como fuere, la blogosfera está muy viva, como demuestra el nuevo estudio de FlowTown en el que nos dejan entrever algunas cifras muy interesantes.
La imagen, como muchas de las infografías que recorren actualmente la red de redes -se han puesto muy de moda, y con razón- explica de forma clara y concisa quién es quién en la blogosfera. Cuál es el perfil de los bloggers, qué antiguedad tienen los bogs presentes en el estudio -de media, entre 2 y cuatro años, sorprendente- y cuáles son los ingresos de los que se dedican a esto como hobby, de forma parcial o como ocupación principal.
Son datos que hay que mirar con cierta perspectiva, porque los 122.000 dólares que de media dicen ganar los «autoempleados» en el mundo del blogging me parecen totalmente exagerados: a no ser que hablen de gente como Michael Arrington (TechCrunch) o Peter Cashmore (Mashable), lo normal es que esos ingresos probablemente sean mucho menores, sobre todo en nuestro país, donde vivir de los blogs es más bien complicado.