Om Malik ha publicado una entrada curiosa en GigaOm en la que hace una reflexión sobre la validez de Chrome OS ahora que Android están consolidándose claramente como la plataforma móvil por la que deberían haber apostado desde el principio.

Muchas son las ventajas actuales de Android, un sistema operativo muy pulidito -más aún con la recién anunciada nueva versión, Android 2.2 ‘Froyo’, que tengo unas ganas locas de tener disponible en mi Desi– pero a ellas se una un elemento muy claro.

After all, Chrome OS was initially introduced as a platform for the netbook form factor, but if the market is shifting to tablets, Google will have to make some significant changes to it in order to make it finger-friendly.

Efectivamente: ChromeOS estaba pensado para netbooks, y teniendo en cuenta que el mercado parece estar trasladando todos sus esfuerzos a los Tablets (con Android como gran protagonista en los próximos meses), ¿qué sentido tiene continuar el desarrollo de Chrome OS?

Ya lo dije en el pasado (con palabras más crudas). No me acaba de convencer en absoluto Chrome OS. Sigo teniéndolo instalado en el netbook gracias a Chromium OS Flow, pero lo uso más bien cero pelotero porque 1) no pirula muy bien y 2) me gusta tener mis datos en local. Sigo pensando que aunque no sea mala idea tener un sistema de arranque rápido y muy orientado a la web, el extremo al que quiere llegar Google es poco práctico.

Y de hecho como ya dije para ese tipo de escenario ya tenemos otras alternativas, incluso las distros Linux de pequeño tamaño como DamnSmall Linux o la prometedora Ubuntu Light que estará muy orientada a eso que quiere lograr Chrome OS pero sacrificando las aplicaciones y el enfoque clásico del escritorio local.

Sinceramente, si yo estuviera en el pellejo de los Brin-Page-Schmidt, quemaría mis naves por Android. Pero claro, no lo estoy, así que probablemente sigan con su plan inicial. Y entonces veremos quién tenía razón. Glub.