Este finde he estado de bodorrio (¡churriiiiiis, sois los primeros, pero no seréis los últimos!) en Santiago de Compostela, y además de pasármelo de coña con los amigos (Yakozumas al poder 😉 ) y de ponerme feo de pulpito y pimientos de Padrón he podido volver a comprobar que los viajes en avión confirman que hay mucho gilipipas y mucho cagaprisas en esta vida.
Preguntas que me vienen a la mente:
1. ¿Por qué si te dicen que no enciendas el móvil hasta que se apaguen las luces de aviso hay cagaprisas que los encienden en cuanto las ruedas del avión tocan el suelo de nuevo?
2. ¿Por qué si te dicen que no te quites el cinturón ni te levantes en la misma situación la gente los cagaprisas se pisotean, literalmente, por lograr conquistar el pasillo antes que nadie? Me mola especialmente ver a la gente los cagaprisas de los asientos de enmedio que se levantan y hacen todo tipo de malabarismos para alcanzar las bandejas superiores, para quedarse en una cómoda postura semi-agachada hasta que se abren las puertas.
Respuesta: Porque, como decía, hay mucho cagaprisas. Con lo bien que está uno sentadito hasta que le toca salir ordenadamente…
El pasado mes de marzo volvía de Barcelona en tren y ¡¡¡ 30 MINUTOS !!! antes de que llegara el tren a destino, había gente de pie en el pasillo, para bajar los primeros.
Yo lo que hacía era de vez en cuando recordar el tiempo que llevaban de pie, en voz alta, para que se dieran cuenta de la estupidez.
Al final, la mitad de vagón hacia un extremo y la otra mitad hacia el otro extremo, estaba todo el pasillo ocupado con la gente esperando.
De risa.
jajajajjaja, lo que me he reido !! cuanta razon tienes!! y cuanto subnormal ( vease cagaprisas) hay por la vida.
Si no ando muy errado, esa imagen no es de una vieja comedia que se llamaba (aqui) Y donde esta el piloto?