Mi [tag]PSP [/tag]se ha convertido en compañera inseparable en el metro – y cuando me pongo con la bici estática, ahora que salir a correr en el barrio está imposible por las obras de la M-30 -. Y claro, las [tag]series de TV[/tag] son protas absolutas porque el trayecto (unos 30 minutos) me da tiempo para ver capítulos sin parar. Tras acabar de ver los capítulos de Mythology de [tag]X-Files[/tag] – que va de más a menos – y de quedarme con una mueca de dolor por cómo acaban Mulder y Scully (¿a quién se le ocurrió ese final?) me puse a ver [tag]Jericho[/tag], una serie que tiene cositas interesantes pero que es leeeenta. Tocaba recambio, pero ¿cuál? [tag]Heroes [/tag]la sigo semanal y religiosamente – el 1×21 y 1×22 han sido algo más flojitos, pero seguro que el último de esta primera temporada es la bomba 😉 – y [tag]Lost [/tag]está aparcada desde hace semanas, aunque la tengo en el punto de mira. ¿Candidatas?
Así que dejé de ver Jericho hace cosa de un mes para probar a ver un nuevo descubrimiento, [tag]The Office[/tag]. Esta serie acabó ayer su tercera temporada norteamericana – toda la info en la Wikipedia – , y en realidad es la franquicia de la versión UK, que no he visto. La descubrí en plan friqui, viendo la presentación del iPhone y del AppleTV donde en cierto momento Jobs la mencionó, y luego volví a recordarla cuando Wired puso a una de las protagonistas Jenna Fisher, en portada. Así que como la primera temporada sólo tenía seis episodios, tiré de la mulita galopante y al poco ya estaba viéndola.
Y vaya triunfo. Desde entonces no he parado de ver capítulos que te van metiendo en la dinámica de esa peculiar oficina de la empresa papelera ficticia Dunder-Mifflin en la que cada empleado es un mundo. El jefe (Jim Carrell / Michael Scott) es el típico plasta que menos trabajar hace lo que sea, con un empleado pelota friqui magistral (Rainn Wilson / Dwight Schrute), el chico majete (John Krasinsky / Jim Halpert) que se pasa la vida riéndose de Dwight y la recepcionista dulce y algo sangre horchata (Jenna Fischer / Pam Beasly) que da más juego del que podría pensarse. Hay más protas, sí, pero está claro que el foco está en ellos cuatro, con esa eterna relación platónica entre Pam y Jim que siempre te deja con ganas de saber qué pasará. Algo así como lo que ocurría en «Luz de Luna» con Bruce Willis y Cybill Shepherd hace unos ¿20 años? :-D.
La serie va de menos a más (no como X-Files), así que si queréis echarle un vistazo, no os la perdáis. Los puntos de Dwight – un personaje diseñado para ser odiado, pero que se ha convertido en uno de los favoritos de los fans – son simplemente increíbles. Sólo me quedan los cuatro últimos de la tercera, que justo acabó ayer con un episodio doble, así que ya sabéis lo que toca este finde. Entre otras cosas, claro 🙂
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