Según la mitología griega Pandora liberó todas las desgracias humanas al abrir por curiosidad la caja que Hermes le había dado… con la prohibición explícita de no hacerlo. Pero así son las mujeres 😉 Desde entonces la expresión «abrir la caja de Pandora» no es precisamente signo de que vayan a pasar cosas buenas, pero los chicos de The Music Genome Project le han dado un significado sensiblemente distinto con un proyecto que toma su nombre de la célebre primera mujer que creó Zeus. Analizando las características musicales de miles de canciones lograron extrapolar información que permitía determinar con mucha exactitud la semejanza entre varias de ellas.

Mediante esta técnica, que trata de extraer el «genoma de la música» sus desarrolladores han puesto a disposición de todos los internautas el servicio Pandora, que permite abrir una ventana en nuestro navegador (de forma independiente y minimizada) en la cual introducimos una canción o artista. A continuación el servidor nos muestra los resultados que pueden ajustarse a la canción o artista que queremos oir, y a partir de ese momento se crea una emisora de radio vía streaming que no hace más que emitir canciones que se ajustan al patrón de la primera canción o artista buscado. El resultado es sorprendente: la inmensa mayoría de las canciones siguen efectivamente ese partrón inicial, con lo que descubrir nuevos artistas que nos puedan gustar es realmente fácil. A partir de ahí podremos destacar canciones que nos hayan gustado o, atención, adquirirlas por iTunes e incluso comprar el álbum completo en Amazon.

Sin embargo, para evitar este último paso ya existen trucos realmente sencillos que nos permiten almacenar la canción emitida sin tener que pagar por ella. Las canciones se van almacenando (en Windows, para Mac y Linux consultar este enlace) en el directorio C:\Documents and Settings \nombre_de_usuario \ Configuración local\Temp\plugtmp (que puede llevar algún sufijo numérico). Sólo tendremos que salvaguardar las canciones, almacenadas como ficheros con nombre «access«, sin extensión alguna, y renombrarlas añadiéndoles la extensión mp3. Obviamente, tendremos que tener desactivada la opción de «Ocultar las extensiones de archivo para tipos de archivo conocidos» del menú Herramientas/Opciones de carpeta (pestaña «Ver»). Una vez hecho esto ya sólo quedará cambiar los ID3 Tags si lo deseamos para tener la información correcta del artista y la canción. Ya había probado esta aplicación hace cosa de un mes, después de juguetear con otras opciones como Last.fm y ver por encima de qué iba MusicStrands (un proyecto muy interesante en castellano), pero ha sido ahora cuando he retomado su uso porque su licencia de uso ha cambiado. Y es que aunque existe un servicio de pago sin publicidad, la versión básica (que antes estaba limitada a un margen de tiempo de escucha) es ahora totalmente funcional. Todo un hallazgo, os lo aseguro. Su único punto en contra: olvidaos de la música española 🙁