Nunca fui demasiado aficionado a Slashdot. Y menos aún a Barrapunto. El sistema de publicación del primero fue plagiado más tarde por otras webs en las que nació el concepto de blog comunitario, pero Slashdot es mucho más que eso. Su influencia en los medios y entre los usuarios es inmensa, y estar slashdotted es como ganar un galón. Sin embargo, y aunque muchas de las historias son realmente interesantes y se adelantan al resto de los medios en el tiempo (algo que Wired hace en el papel), otras tantas me resultan totalmente desechables. Evidentemente, el espectro de noticias cubierto por los usuarios de la web es realmente amplio, pero lo cierto es que sucede. Uno de los fundadores, Jeff Bates, no lo desmiente en una reciente entrevista publicada en InformationWeek:
Rob Malda and I have always kind of viewed running Slashdot as, «We run the pub.» We run the menu. We know what we’re going to serve at the bar, but really the real meat of it is people coming in and talking about things, looking at things.
A raíz de ese concepto, ciertamente interesante frente a todo lo que había anteriormente, ha surgido Digg, un portal igualmente comunitario con un sistema en el que los editores son los propios usuarios. Cuanto más interesante sea una historia, más posibilidades tiene de ser publicada mediante un curioso y llamativo sistema de votación. Con una cuenta de usuario no sólo podremos votar, sino que obviamente tendremos una forma de controlar las historias que nosotros o nuestros conocidos votaron, por lo que el concepto de red social se hace aún más patente. Los enlaces marcados quedan almacenados, de forma que también podemos hacer referencia a ellos en nuestros blogs, y, desde luego, en cualquier momento podemos escribir una entrada que, si es interesante, podrá ser vista por el resto de internautas en la página principal. No quedará en el olvido, no obstante, ya que siempre podremos bucear entre las noticias «pendientes de aceptación» que han publicado los usuarios. El único conflicto: aún más morralla que en Slashdot. Con todo y con eso, me quedo con Digg. Una idea brillante.
Algo similar, por no decir igual, lo usan en Libertonia y el resultado es que hay noticias nuevas de ciento en viento… y ellos mismos se plantea si es bueno o no el método.
No conocía Libertonia, y de hecho lo primero que he hecho es acceder al .com y me ha salido una página de diseño que no venía a cuento. Ya la he pillado 🙂 No sé qué modelo seguirán ellos (parece Slashdot) pero el ritmo de publicación no tiene mucho que ver con esta última o Digg. De todos modos, es una interesante reflexión: que los usuarios sean los editores da un carácter algo anárquico al proceso, y de hecho wn Wikipedia se han quejado precisamente de esa falta de control sobre los artículos publicados. Habrá que ver cómo funciona, pero yo desde luego me quedo con Digg.
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