Tecnología

ChatGPT y la oportunidad de Apple

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Me pregunto qué le hubiera parecido a Steve Jobs lo que está ocurriendo con el mundo de la inteligencia artificial. Qué diría. Si entendería antes y mejor que nadie su impacto y relevancia. Y sobre todo, si movería ficha para aprovechar sus virtudes en productos y servicios de Apple.

Lo que sí sabemos es que Apple no ha lanzado absolutamente nada en este terreno desde que ChatGPT lo revolucionara todo. Tim Cook, que siempre ha sido muy vocal con el ámbito de la realidad aumentada, sí que hizo una declaración importante hace un mes. Comentó cómo «vemos un potencial enorme en este espacio que afectará virtualmente a todo lo que hacemos… afectará a todo producto y servicio que tenemos».

De momento no está afectando a ninguno, y el gran producto de Apple en este terreno, Siri, siempre ha sido considerado como un rival descafeinado del asistente de Google. No ayuda tampoco que Microsoft esté yendo a toda prisa y apostándolo aparentemente todo a este campo. O que Zuckerberg, que estaba muy pesado con el metaverso, haya cambiado el paso y esté también muy enfocado a no perder el tren de esta teórica revolución.

Lo cierto es que las dudas y suspicacias sobre la actitud de Apple en cuanto a la inteligencia artificial son claras. Hablaban de ellas hace unas semanas en Business Insider, por ejemplo, y allí señalaban algo importante: «La ventaja de Apple raramente está en mover primero».

Así es. Apple suele esperar pacientemente su oportunidad. Lo hace cuando sabe que puede aportar algo diferencial a un producto o servicio que parecía prometedor. El iPod no fue el primero, el Apple Watch tampoco, y otros lanzamientos han estado claramente influidos por tecnologías que ya llevaban un tiempo madurando. Apple es maestra en cogerlas, refinarlas y adaptarlas a su ecosistema de formas habitualmente estupendas. Unas veces le ha salido mejor y otras peor, pero la realidad es, como mencionaban en BI, que Apple no está donde está por ir con prisas.

Eso se une a otro hecho importante. Las mayoría de propuestas de IA generativa que estamos viendo —ChatGPT, DALL-E 2, Midjourney, Stable Diffusion— se ofrecen con el modelo tradicional SaaS o de Software como Servicio. Te conectas al sitio web de ChatGPT, lo usas y te olvidas. Tú no controlas nada, solo disfrutas de las opciones.

Escogí la primera de las cuatro creadas por Midjourney, pero cualquiera de ellas mola. El prompt, por cierto, de lo más simplón, «a photograph of steve jobs with a sad expression wearing a black turtleneck shirt from the side looking at the sky in a dark room»

Eso tiene varios problemas. Entre ellos, que hay alguien que está recolectando datos de esas conversaciones con ChatGPT —o del que sea—. También es importante señalar que esos motores son de momento generalistas. No se centran en ti o en tus datos, no son asistentes personales: son como si tuvieras un amigo súper dotado al que puedes preguntarle de todo sabiendo que (normalmente) no va a meter la pata. Pero para mí esa no es la verdadera revolución, aunque sea también muy potente.

La verdadera revolución está en un ChatGPT personal.

Uno que tenga mis datos. Mis correos. Mis documentos. Mi calendario. Mi historial de pelis y series vistas. Mis compras. Mis facturas. Mis movimientos bancarios. Incluso los sanitarios, por ejemplo con los datos de mi reloj inteligente o mi pulsera de actividad.

Uno que ante todo proteja mi privacidad.

Y uno que se ejecute en local, sin conectarse a servidores. On device, como dicen los sajones. Edge computing a tope.

Esa es para mí la oportunidad de Apple, que desde hace años nos vende cómo es el adalid y gran protector de nuestra privacidad (discutible), pero que desde luego ha dado pasos para lograr que no tengamos que conectarnos a un servidor para usar ciertos comandos en Siri o para —por ejemplo— el reconocimiento facial de su aplicación de fotos.

Hace ya años Ars Technica publicó un artículo en el que entrevistaban a John Giannandrea, ex-Google y allí se destacaba el trabajo en Machine Learning en Apple y sobre todo de su enfoque a que todos los procesos de IA se realizaran en el dispositivo. Giannandrea decía algo interesante :

«Entiendo esta percepción de que los modelos más grandes en los centros de datos de alguna manera son más precisos, pero en realidad eso es erróneo. En realidad es técnicamente erróneo. Es mejor ejecutar el modelo cerca de los datos que desplazarlos. Y si se trata de datos de localización -como qué estás haciendo- [o] datos de ejercicio -qué está haciendo el acelerómetro en tu teléfono- es mejor estar cerca de la fuente de los datos, y así también se preserva la privacidad».

El mensaje es de hace casi tres años, pero sigue siendo válido hoy en día, y todo ello se une a un tuit que veía hace unas horas y que ha inspirado este post. Lo escribía Linus Ekenstam, un divulgador de IA que apuntaba a algunos datos interesantes.

Lo hacía por cierto aprovechando que es usuario verificado de Twitter y que puede escribir mensajes largos en Twitter, curioso. El caso es que Ekenstam destacaba por ejemplo la capacidad de los Apple M1 y M2 en el ámbito de la inteligencia artificial. Aquí Apple lleva tiempo presumiendo de cómo en ese tipo de procesos sus chips son especialmente notables, y por ahí desde luego las cosas toman forma: de repente ejecutar ChatGPT (o un equivalente) desde uno de estos equipos es factible y ya lo vimos con LLaMA, el modelo LLM (Large Language Model) de Meta que compite con ChatGPT y que se puede descargar (de extranjis) e instalar para ejecutar en local.

Este chico parece tener claro que «Apple lanzará su propio LLM seguro y privado que se ejecute en el dispositivo (edge compute)».

Yo diría que es una predicción con bastante sentido. Con lo que le gusta a Apple controlar sus productos, tener una especie de «hijo» de Siri y de ChatGPT tiene sentido. Uno que se convierta en el asistente personal privado y local de nuestros datos, que procederán del iPhone, el Apple Watch, el iPad o el Mac de turno. Todo como muy bien encapsulado para que (una vez más) funcione estupendamente siempre y cuando todo lo que uses sea de Apple.

Es lo que Microsoft parece plantear con su Business Chat, presentado hace unos días —un ChatGPT que trabaja con datos y documentos de una empresa— o lo que hemos visto hace unas horas con los plugins de ChatGPT —que me parecen alucinantes—, entre los cuales está ese «Retrieval» del que hablaba esta mañana y que también trabaja sobre datos locales aunque se conecta al servidor para procesarlo todo.

Diría que esta es una gran oportunidad para Apple. Igual tanto Ekenstam como yo nos estamos flipando, pero la idea como tal parece tener cierto sentido.

Lo que sí tengo claro es que si ellos no lo hacen, alguien acabará desarrollando esos asistentes personales. Esos que se conectarán a tus datos y te dirán «oye, que estás gastando mucho en el contrato de la luz, así puedes ahorrar una pasta», «oye, esta serie te va a molar» o «oye, ese fondo de inversión no te está yendo muy bien, tienes estas tres alternativas para sacar más rendimiento a tu dinerito».

Y si no, al tiempo. ChatGPT como asistente general de IA está genial, sí. Pero creo que los asistentes personales basados en IA son la otra gran revolución.

Imagen creada con Midjourney v4.

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