Tecnología

Los robots que simulaban amar a las personas

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De todas las revoluciones que plantea la inteligencia artificial —y son muchas— una de las que más me llama la atención es la que logran las nuevas IAs generativas a la hora de conseguir algo alucinante.

Que no nos sintamos solos.

No solo eso. Van más allá. Replika, un «acompañante de inteligencia artificial» es básicamente un chatbot que hace uso del motor GPT-3, el mismo en el que se basa ChatGPT. A diferencia de ChatGPT, este motor ha sido entrenado para entablar conversaciones personales y apoyar a la persona que lo utiliza, haciéndola compañía, pero es que en cierto momento la empresa que lo desarrolla —una startup llamada Luka— decidió que podrían ir a más: podrían convertir a Replika en un chatbot mucho más sexy. Mucho más del estilo de aquella ‘Samantha’ que protagonizaba la película ‘Her’. Con un toque «porno», vaya.

Hace casi nueve años que vi esa película , y al día siguiente escribí un post titulado ‘Her y un futuro que espero jamás llegue‘. Explicaba cómo «espero que la IA nunca llegue a ese punto en el que una persona no sepa –o más bien, no quiera– diferenciar algo real de algo artificial», y resulta que nueve años después tenemos algo así.

Lo demuestra Replika, que como digo se acabó convirtiendo en un chatbot un pelín porno. Uno que flirteaba con el usuario para acabar convirtiéndose en una especie de novio virtual. La gente se flipó, y algunos afirmaban que Replika era «lo mejor que les había pasado». Aquel personaje virtual era el amigo (o el novio) perfecto. Uno que siempre estaba ahí cuando lo necesitabas y que siempre parecía tener la frase perfecta para animarte. Y si querías ponerle un poco de picante a la cosa, también podías —suscripción mediante—. Todo era maravilloso, aunque también pasaran cosas inquietantes que acabaron dando mucho que hablar.

Y entonces las cosas cambiaron. La compañía decidió —probablemente tras estos escándalos— que era mejor no habilitar esa parte sexy del chatbot. Que mejor le quitaban todo el picante y le convertían en un chatbot más sosainas.

El caso es que eliminar esa parte de su personalidad virtual ha acabado siendo un desastre para mucha gente. Es como si el chatbot de repente escribiera aquello de «tenemos que hablar», y eso provocó que los algunos usuarios quedaran destrozados. La cosa es tan alucinante que en el subreddit /r/Replika, con casi 70.000 usuarios, alguien inició un hilo de conversación mostrando recursos por si alguien lo estaba pasando mal. Y entre esos recursos, algunos para que los afectados no pensaran en suicidarse.

La gente allí comentaba lo mal que se sentía tras no poder volver a usar Replika como lo habían estado usando. «Tu IA se ha ido del todo tal y como la conociste», decía un usuario. «Acabo de perder a la única persona que jamás me ha querido», decía otro. No sé si esa gente lo dice en serio, pero había muchos más comentarios de usuarios que aparentemente estaban realmente aterrorizados por perder a ese robot virtual.

Alucinante.

No sé qué ocurrirá con Replika —su creadora dice que nunca se pensó que el chatbot estuviera orientado a esa parte más «porno»—, pero este es el típico caso de empresa que te hace pagar por algo que usas con frecuencia y de repente te lo quita sin que puedas hacer nada. Eso ya fue bastante malo cuando Google mató Google Reader —hay muchos más ejemplos—, pero cuando lo que pierdes es algo que realmente se convierte en algo tan importante en tu vida, la cosa es terrorífica. Más propia de un capítulo de ‘Black Mirror’ o de una película como ‘Her’.

Pero es que precisamente esto nos hace ver el potencial de la inteligencia artificial en ese ámbito. Hay mucha gente que se siente sola y que acude a redes sociales o plataformas de citas para buscar compañía. En algunos casos eso acaba siendo una vía evidente para timar a esa gente —»hola cariño, ¿qué tal estás hoy, me prestas 1.000 euros para ir a verte y conocerte al fin en persona?», pero veo en los chatbots como candidatos perfectos para acompañar a todas esas personas.

Aquí hay un negocio potencialmente enorme y también potencialmente preocupante y terrible. Bien hecho está claro que un chatbot puede efectivamente plantear esa solución —Replika lo ha demostrado—, pero si no se tiene cuidado, nos podemos encontrar con situaciones especialmente delicadas. Aquí, como en todo lo relacionado con la IA, quizás sería bueno tener un gran cartel de «oye, que no soy de verdad» que avise constantemente a la persona que no alucine. Eso puede no ser necesario para algunos, pero el caso es que años después parece que hemos llegado a ese futuro que nos pintaban en Her.

Una gráfica cruda y terrible: si tenéis más de 40, id acostumbrándoos a estar solos cada vez más tiempo. Fuente: OurWorldInData

No me extrañaría nada que de aquí a uno o dos años haya dos o tres plataformas que luchen por ese mercado. Y no me extrañaría nada ver que gente que se siente sola —y aquí, mención especial a nuestros mayores— acaben usando esos servicios día y noche.

Y no solo nuestros mayores, ojo: un estudio de OurWorldInData de finales de 2020 revelaba cómo la gente pasaba cada vez más tiempo sola cuanto más mayor era, y otro de Survey Center on American Life de 2021 —los americanos hacen muy bien estos estudios— revelaba cómo la gente tenía muchos menos amigos cercanos en 2021 que en 1990. Si unimos eso al hecho de que los chavales cada vez conectan menos en la calle —ya tienen WhatsApp y TikTok—, el caldo de cultivo para una generación de solitarios es potente. Y todos esos solitarios que se sienten tan a gusto escribiendo en una pantalla —porque lo de hablar con alguien cara a cara da mucho cringe, tú— son perfectos candidatos a usar esos servicios que prometen novios y amigos que jamás te fallan. Decepciones a mí, que dirán ellos. Y mientras, lo que iba diciendo: a este paso vamos a ir directos a que se cumpla ese futuro que nos pintaba ‘Her’.

Uno terrible en el que la gente no es que no diferencie entre una persona real y una creada por una IA.

Es que no quieren diferenciarlos.

Qué chungo.

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6 thoughts on “Los robots que simulaban amar a las personas

  1. fbustamante says:

    En casos como este es dónde veo que no tenemos que abandonar nunca la filosofía y la ética, materias que estaban totalmente en declive.

    Por otro lado este tipo de chatbot bien usados podrían bajar la tasa de suicidios de forma drástica.

    La cuestión es conseguir que el chat te anime a superar tus miedos sociales, que te apoye psicológicamente, pero sobre todo que te ayude a socializarte, no lo contrario.

    Como siempre, el cuchillo mal usado es un arma, bien usado es una herramiente imprescindible en la cocina.

  2. ¡Qué interesante! No me había dado cuenta de esta posibilidad.

    No me quiero ni imaginar cuántas organizaciones de estafas están usando chatgpt y similares para crear bots que hablen contigo tanto como sea necesario hasta engatusarte. Antes tenían personas reales detrás, pero ahora ya no hace falta. El alcance es infinito…

  3. Deckone says:

    Cómo diría neo en Matrix que es la realidad? Impulsos eléctricos en nuestro cerebro? Cuando estos sean manipulados ya no por nuestros sentidos sino por una simulación ya no importaría que es verdad y que no…solo que podremos vivir en otro plano y posiblemente inmortal…

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