Ayer publicaba en Xataka la noticia de la disponibilidad en España del Microsoft Surface Laptop Studio. Este convertible es un prodigio del diseño, como ya dije en septiembre, cuando los de Redmond lo presentaron en sociedad. También dije lo otro. Lo de que era un producto inútil. Al menos, para mí. Hoy retomo el debate sobre este producto a petición de Alan, que me preguntaba esta mañana por él.
Uno ve las fotos y queda enamorado, pero es que es normal: es precioso. El problema es que este Surface Laptop Studio no solo estaba ya limitado por su alcance, sino por su relación precio prestaciones y, sobre todo —y esto es lo verdaderamente crítico— por el momento en el que llega a nuestro mercado.
Veamos. Tenemos un equipo que cuesta como poco 1.699 euros y que lo hace con un Intel Core i5 de 11ª generación, 16 GB de RAM y 256 GB de SSD. Ya está. Eso es todo. Que sí, que la pantalla abatible es súper pintona, pero es que no vas a usar esa pantalla abatible como tal la inmensa mayoría del tiempo.
Vas a usar el equipo en modo portátil y como mucho en modo tableta. Para eso tienes los Surface normales, más baratos, o ya puestos los iPad si no tiras de Windows. Lo de poder poner la pantallita inclinada tapando el teclado es genial para la foto, pero ya está. No sirve para mucho más.
Pero es que además de todo ello el hardware de este equipo ya está viejo. Intel acaba de anunciar justo hoy sus nuevos procesadores Intel Core de 12ª generación de las familias P y U —justo las que se utilizarían en este tipo de equipo— así que estamos justo ante un equipo que nace obsoleto y que además lo hace a un precio de gama alta.
No tiene sentido, y es la condena de este y otros dispositivos que se anuncian hace meses en ciertos países y que llegan a España —o donde sea— demasiado tarde. Con lo rápido que evolucionan las cosas, uno se enfrenta a una situación terrible en la que ya no compensa comprar un cacharro porque para cuando está disponible hay opciones mejores. O esperanza de que aparezcan pronto y efectivamente hagan irrelevante esa opción en la que estabas pensando.
Ese es de hecho el dilema eterno de cualquier consumidor. No solo de tecnología, sino de cualquier otro producto. ¿Me compro ahora esto, o me espero a lo siguiente que va a ser mejor? Mi respuesta ante esto es sencilla y ya la conocéis: invierte en lo que usas. Si vas a aprovechar ese cacharro, cómpralo cueste lo que cueste porque cada euro invertido ahora comienzas a amortizarlo desde el minuto cero. Esperar hace que trabajes o disfrutes peor y eso es una condena que tiene solución (pagar).
Hay excepciones, claro. El Surface Laptop Studio es una. Hay productos que sencillamente no deberían existir. Si lo hacen por el típico «hemos sacado este producto porque podíamos hacerlo», mejor evitarlos. Un producto tiene que ser una solución a un problema, no una solución buscando un problema.
Gracias por la profundización en el análisis, Javi.
Tengo que cambiar mi Surface Pro 5, en deplorable estado, y me sigue atrayendo el jodío Surface Studio que es tan bonico…pero tan limitadito en puertos…pero el efecto wow en los clientes que visito…pero si yo no dibujo ni tomo notas manuscritas…pero ahora “regalan” el pen…pero si no le vas a usar…pero es porque no te has puesto a ello porque es mejor…pero qué va a ser mejor que el teclado, alma sin tino…pero…!!!
Problemas del primer mundo jaja.
🙂