Tecnología

La falacia del metaverso

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Es la palabra del momento. Antes lo fueron otras como Big Data, Cloud Computing o, en mis años mozos, multimedia (hubo un tiempo en que los ordenadores tenían que ser ‘multimedia’ para venderse). Los palabros del vocabulario de las empresas van cambiando para que el discurso se adapte a los tiempos. Si hay que decir ‘empoderamiento’, pues se dice, aunque suene a palabrota.

El caso es que ahora de lo que se habla es del metaverso, y como en el mundo profesional hay que aprovechar la mínima oportunidad para vender humo, ahora todo parece ir de metaverso. Es, dicen algunos flipaos, la oportunidad empresarial de toda una era. Otros que va a revolucionar mercados como el de los CRM, y mientras tenemos algunos que tratan de explicar un poco de qué va esta vaina, como los chicos de The Motley Fool.

El metaverso es en esencia algo así como hacer que ‘Ready Player One’ se convierta en realidad. Que ese mundo virtual que en la novela de Ernest Cline se llamaba ‘Oasis’ se vuelva posible en nuestro mundo, y que todos acabemos usando gafas de realidad virtual o aumentada (o mixta) para interactuar con otra gente en entornos virtuales, pero como si estuviéramos físicamente con todos ellos.

El concepto es sencillo, y para algunas empresas ese es el futuro del trabajo y de las relaciones con clientes. Podrás preguntarle al dependiente virtual por la mejor almohada para tus necesidades o reunirte con tus compañeros de trabajo en una sala estupenda. Todo muy virtual. Muy meta.

Pero como decían en Wired, ‘El Metaverso de Mark Zuckerberg ya apesta‘. Para empezar, como comentan allí, nadie ha respondido a una pregunta fundamental, que es «por qué nadie querrá pasar todo su tiempo ahí». Yo no tengo gana alguna de estar en una oficina virtual con mis compañeros: me bastan las reuniones virtuales que mantenemos de cuando en cuando: si quisiera currar con ellos, estaríamos todos en una oficina.

De hecho parece que el metaverso tiene cierto peligro: convertirte en un trabajador disponible 24/7 porque oye, siempre te podrás conectar al metaverso y solucionar temas estés donde estés. Que muy bien proporcionar el teletrabajo y métodos para poder hacerlo de forma más eficiente, pero bastantes problemas está ya habiendo con las videoconferencias —que están muy lejos de ser perfectas— como para pensar que ese mundo virtual va a ser estupendo y a funcionar como una seda.

No sé. Si el metaverso es el futuro del teletrabajo, yo me bajo aquí.

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2 comentarios en “La falacia del metaverso

  1. Lambda dice:

    Lo del metaverso me suena a lo que me comentaba un conocido después de trabajar en Suiza: inflexiblemente organizados, y con relaciones personales a diario super-asépticas. Como tú, «me huelo la trampa» detrás del «metaverso», un poco como las fantásticas oficinas de Google con mesas de pinpón y billares, pero que a la hora de la verdad, echan más horas que un reloj.

Comentarios cerrados