Tecnología

Harry y la historia del chollo que salió rana

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(Esta historia está basada en hechos reales)

Qué frío hacía aquella mañana, carallo. Harry lo sabía bien porque como cada mañana había acercado a sus polluelos al cole, a apenas 200 metros del miniresort burgués donde vivía.

—Caray, Sally, hace más rasca que en Alaska —le dijo a su mujercita al volver a casa.

—Tú no has estado nunca en Alaska, Harry.

—Pero tengo mucha imaginación.

—Entre otras cosas —dijo Sally, zalamera—. Anda, vamos a aporrear un rato el teclado.

Aquella fría mañana era algo especial. Era el Black Friday, el día grande del capitalismo, el máximo exponente del triunfo de esa insana ambición por tenerlo todo aunque no lo necesitaras (mucho).

A Harry le encantaba aquello. Que viva el consumismo. Para alguien austerillo como él aquello era como una prueba de fuego. ¿Podría resistirse a esa avalancha de productos que prometen la felicidad eterna? Cada año se enfrentaba a esas jornadas con expectación, y de hecho fomentaba el tema en su pequeño blog con ofertas para sus millones miles cientos de seguidores. En ello estaba cuando a eso de las 10 y 20 consultó una de las páginas que cotilleaba para ver si salían productos jugosos. De repente, algo inusual en una oferta de MediaMarkt.

¿Una Xbox One X con el ‘Shadow of The Tomb Raider’ a 199 euros? Era imposible. El precio de ese pack debía ser como poco del doble, pero ahí estaba, recién publicada, lista para ser devorada por consumistas, oportunistas y especuladores a partes iguales.

—Sally, mira, una Xbox One X a 199 euros.

—¿Pero tú no tienes ya la Xbox One?

—Sí, pero es que esta es la nueva versión, mucho más potente y chirripitifláutica.

—Pues nada nada, Harry. Disfruta de tu dinero, coñe. Gasta como si no hubiera mañana.

Dicho y hecho. Sally siempre le apoyaba con aquellos arranques consumistas, y Harry la quería entre otras muchas cosas por esos detalles.

—Sally, hay que ver lo que te quiero cuando me dices esas cosas —dijo Harry mientras hacía clic en «Comprar».

—Aparte de por otras muchas cosas, ¿no?

—Ahora no puedo atenderte Sally. Estoy comprando.

—Ajá.

Harry completó la compra en menos que canta un gallo. A los pocos segundos recibió la confirmación por correo electrónico. Eran las 10:27 de la mañana de aquel frío viernes negro.

En ese correo MediaMarkt incluía la factura de compra. Harry había pagado con tarjeta de crédito y había pedido el envío (4,91 euros más) en lugar de la recogida en tienda. Estaba hecho.

—Listo Sally, comprada. Ahora a esperar que me la entreguen, dicen que en las próximas 4 horas está aquí.

—Qué fantástico.

—Pues sí.

Harry estaba hasta un poco nervioso por haber aprovechado la oferta. A pesar de ello logró calmarse y entre otras cosas publicó un mensaje en Twitter avisando de la oferta. Uno de sus seguidores le avisó: aquello tenía que ser una errata. Puede, le contestó Harry, pero él tenía su correo confirmando que el pedido OK.

Algunos mensajes adicionales acabaron confirmándole que aquello efectivamente había sido un error de la web. A los pocos minutos la oferta no estaba disponible para quienes la intentaban aprovechar, y poco después MediaMarkt corrigió el precio y puso el que ese producto siempre debió tener: 399 euros en lugar de los 199 euros que habían aparecido en primer lugar.

Harry siguió haciendo sus cosas, pero de cuando en cuando echaba un vistazo a la página de la oferta donde había visto el error. Los comentarios empezaban a acumularse, y pronto los que intentaron comprar la consola empezaron a avisar de que MediaMarkt les había cancelado el pedido de forma unilateral. Las protestas y los comentarios poniendo a caer de un burro a MediaMarkt y al sistema capitalista español y mundial empezaron a contarse por decenas y, poco después, por cientos.

Aún así, algunos usuarios de ese foro parecían haberla conseguido. No muchos, apenas 2 o 3 que mostraban fotos de la consola. El resto, una cantidad importantes de indignados, seguían clamando al cielo. Harry seguía trabajando mientras de cuando en cuando oteaba esos mensajes, pero ya empezaba a tener claro que aquel chollo no sería tal.

A las 12:28 de la mañana le llegó el temido mensaje:

La página de información de pedidos confirmaba aquello, a pesar de que durante un buen rato la información mostrada parecía señalar que la consola estaba en reparto. Y de repente, a la derecha de esa página, el mensaje de que el pedido había sido cancelado:

Harry resopló y asumió que aquel era el fin de la historia. Siguió a lo suyo, intercaló algún pequeño cotilleo al foro y a los comentarios cada vez más encedidos, y entonces algo extraño. A las 13.30 de la tarde recibía otro mensaje de correo contradictorio.

A ver si nos aclaramos, ¿estaba en camino o estaba cancelado? Harry no entendía qué pasaba, pero imaginó que era un error más de MediaMarkt, cuyos sistemas habían gestionado el envío e indicaban que estaba en proceso de entrega cuando en realidad estaba cancelado. Igual hasta habían llamado por teléfono al mensajero para que volviese raudo y veloz con aquellas consolas chollo. Algo en plan «Paco, vuélvete que ha habido un error con los envíos». Y Paco, claro, dando la vuelta con la furgoneta mientras se comía el bocata de calamares y escuchaba a Rosalía y su ‘Malamente’ en la radio porque nadie en la radio ponía otra cosa que no fuera Rosalía y su ‘Malamente’. Tra Tra. La imagen era clara en la mente de Harry.

Desde ese momento, el silencio absoluto. El paquete jamás llegó al miniresort burgués, y Harry y Sally siguieron con sus vidas, que ya eran plenas y felices aunque se hubieran quedado sin la consola más potente de la historia. Pero oye, Harry se había ahorrado 200 euros por el camino que ni siquiera tenía previsto gastar, así que miel sobre hojuelas.

Epílogo

Abandono el modo Harry, que hay opinión personal acoplada al post. La historia ocurrió tal cual ayer, pero lo que puede que no haya quedado muy claro es el trasfondo de todo lo que pasó: MediaMarkt cometió un error y la gente —yo incluido— intentó aprovecharse.

Debo confesar que si me hubieran enviado la consola probablemente me la hubiera quedado tan feliz. Eso no es muy ético por mi parte pensándolo en frío, ciertamente. Me sorprendo un poco a mí mismo pensando eso, pero me sorprendió mucho más la actitud de toda la gente que comentó en Chollómetro, la página donde vi la oferta, y que en esta oferta en concreto acumula ahora casi 800 comentarios.

No lo he calculado con precisión, pero diría que el 95% de ellos son de absoluta indignación por cómo MediaMarkt ha tangado a la gente al publicar una oferta y luego cancelarla por las buenas. En el Androide Libre explicaban cómo estos chollos erróneos ya se daban hace tiempo y las empresas han aprendido a esquivarlos con cláusulas que dejan claro que puede haber cancelación unilateral si se detectan estos problemas. MediaMarkt, por ejemplo tiene una cláusula al respecto:

Esas condiciones lo dejan claro, y la jurisprudencia existente parece dejar claro también que aquí las de ganar las tiene el comercio. Hay aquí por lo visto un único elemento importante: que la diferencia de precio sea escandalosa entre el precio ofertado y el precio habitual. Es difícil especificar qué se considera por una diferencia escandalosa, claro, pero en el foro todo el mundo comentaba que poner la Xbox One X a 199 euros representaba una rebaja del 50 o el 60% sobre su precio normal, algo que para mucha gente no era del todo escandaloso. Parecía hasta razonable según esos comentarios.

Yo alucinaba con los comentarios. Ciertamente hay productos que se venden al 50% en rebajas y promociones, pero es difícil defender que alguien pueda poner al 50% un producto como la Xbox One X hoy en día. Los 199 euros que figuraban en la oferta son los que corresponden actualmente a las ofertas (y son ofertas) con la Xbox One S, una consola inferior técnicamente, así que no tiene ningún sentido que la Xbox One X pudiera estar a ese precio. Ninguno.

Aún así, los mensajes insistían. «Id a la tienda y poned una hoja de reclamación, estáis en vuestro derecho», recomendaban los que más se pronunciaban al respecto. Muchos comentarios, muchísimos, iban en esa dirección, y yo no lograba entender cómo la gente podía ser así. Los leía y no salía de mi asombro.

Ojo. No soy fan de muchas prácticas empresariales sobre todo en este tipo de promociones. Es bien sabido que MediaMarkt y otros muchos comercios ajustan precios días o semanas antes de las ofertas para luego dar la impresión de que dichos descuentos son realmente jugosos. La publicidad engañosa, las tácticas cucas y la picaresca psicológica domina ese ámbito, pero aquí el consumidor debe tener el suficiente sentido común como para saber diferenciar un poco si un producto le compensa o no. Si no te gusta cierta tienda, no compras en ella y Santas Pascuas, y si no te gusta un producto, ídem.

Pero de ahí a querer aprovechar un error de alguien media un abismo. Me imagino a algún pobre empleado o empleada que no tiene ni idea de lo que es una Xbox One X y que redactó el listado de precios para actualizarlos durante el Black Friday. La cadena de errores van desde el que sí sabía diferenciar entre esa consola y una Xbox One S pero aún así se confundió y el que simplemente actualizó los precios como le dijeron que lo hiciera porque no le pareció tampoco tan extraño. Supongo que habrán rodado cabezas en MediaMarkt o alguien se habrá llevado una bulla importante, pero al final todo este embolado se debe a un error humano.

Un error que mucha gente ha querido aprovechar. Pedir una hoja de reclamación por no haberse podido aprovechar de un error me parece de traca. Moralmente inaceptable, desde luego. Insisto: si me hubiera llegado la consola me la hubiera quedado probablemente. Pero lo que no pienso hacer es ir a una tienda de MediaMarkt a poner el grito en el cielo y exigir mis derechos porque un pobre diablo ha cometido un error.

En cierto modo esto me recuerda a aquella infausta época del 100 Montaditos. Creedme si os digo que cada semana algún cliente nos ponía una hoja de reclamación. Lo hacían porque los pedidos tardaban mucho, porque los camareros se equivocaban o porque —y esto es real— nos habíamos quedado sin patatas fritas para acompañar. Aunque siempre hay excepciones, la inmensa mayoría de esas hojas de reclamaciones eran injustificadas y provenían de personas tristes, grises y miserables que se creían que podían exigirlo todo cuando pagaban 2 euros por medio litro de cerveza y un montadito.

Qué triste.

Esas protestas y esa indignación me ha recordado un poco a aquellos miserables del 100 Montaditos. Para mí esos indignados por la consola que quisieron conseguir a toda costa son casi iguales. Igual hasta yo lo hubiera sido si me hubiera llegado y me la hubiera quedado, no sé, pero creo que hay cierta diferencia.

A ver qué opináis.

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16 thoughts on “Harry y la historia del chollo que salió rana

  1. Pepe says:

    A ti no de dieron la opción de reconfirmar el pedido al nuevo precio, tal y como ponen en sus condiciones, por lo tanto deberías ponerles una reclamación y solicitar el pedido al precio comprado, o en su defecto pedirle compensacion por las molestias que te han ocasionado.

  2. Daniel León Orozco says:

    Aquí en México no se pueden cancelar ese tipo de pedidos, todas las reclamaciones a la Procuraduría Federal del Consumidor proceden. El primer caso sonado fue Dell vendiendo portátiles Alienware en 60 pesos (lo que vale acá un par de Mahou). Considero que es correcto que obliguen a las empresas a respetar esos precios para evitar la publicidad engañosa; sin embargo, quien siempre va a pagar el error es algún empleado, no la empresa. Es un tema complejo desde el punto de vista ético.

  3. Jape says:

    Trabajo en un sector en el que hay venta online y de buena mano, puedo asegurar que cuando pasa esto puede ser una quiebra para según que empresas. Pero lo alarmante es lo que mencionas, que hay clientes que les da igual que la empresa se vaya a la mierda a cambio de conseguir lo ofertado con un cero menos por un error tipográfico.

    Entiendo que hay que ir contra la publicidad engañosa, pero hay veces que todos sabemos que se trata de un error humano.

    Recuerdo que un día, hace un par de años, entregué un presupuesto a un cliente y me equivoqué en la cifra final. Quedaba el presupuesto alarmantemente bajo para todas las cosas que había que hacer. Solo me pidió el presupuesto a mí, ya que era su único proveedor tecnológico (no le causé pérdida de oportunidad) . Pues el tío me dijo que se lo tenía que hacer por ese precio. Me eché a reír.

    En fin, que la gente, cuando nos convertimos en clientes, nos volvemos idiotas.

    Por otro lado, si me hubiera llegado la consola por ese precio, también me la habría quedado. Asumiría que la empresa, pudiendo cancelar, prefiere mantenerlo en los casos que han entrado por una cuestión comercial suya (imagen, reclamaciones…) sobre todo, si es del tamaño de mediamarkt.

    Así que suscribo lo que dices un 100%.

  4. Carlos Romeo Muñoz says:

    Hola Javi, lo primero es lo primero: genial post, sigo creyendo que deberías escribir una novela de 500 páginas con historias de Harry y Sally. Ahora a lo que vamos, comparto completamente tu punto de vista sobre el error por parte de la tienda y las ganas que muchos tenemos de aprovecharnos de un error ajeno, sin embargo ahí está la clave, un error, en este caso, muchos de tus lectores conocemos los precios de esta consola e intuiríamos que el precio de 200€ por esta consola debe ser un error. Sin embargo, estoy seguro de que muchos de los que compraron la consola apenas tenían idea del precio que suele tener, me explico, estamos cerca de fechas navideñas donde se suelen hacer muchos regalos, no me es difícil imaginar a alguien comprándole está consola, por ejemplo a su hijo, sin tener ni idea de que es un error de precio y me puedo imaginar la cara que puso al enterarse de la cancelación. Es decir, el cliente ya ha hecho su parte del acuerdo comercial que es pagar el producto, ahora es la tienda la que tiene que hacer su otra parte y proveerle el producto por el que ha pagado el cliente, si se escudan en la cláusula que mencionas, podrían hacer eso en todas y cada una de las ofertas que promocionarán.
    Espero que me deis vuestra opinión sobre este punto de vista, saludos!

    • Como decía si me hubiera llegado la consola me la hubiera quedado, pero creo que en este caso al menos el error es claro. ¿Tendría MediaMarkt que haber apoquinado con el error? Pues quizás con cierto número limitado de consolas, pero ni siquiera especificó si era una oferta limitada porque probablemente no lo era: simplemente fue un error en el precio sin más.

      No sé, yo lo veo como esas situaciones en las que te dan el cambio mal en el super al comprar algo y te «regalan» dinero. ¿Te callas o lo dices? Y si te dijeran algo ellos, ¿les pondrías una hoja de reclamaciones porque son ellos los que te han dado mal el cambio?

  5. Héctor says:

    Mí punto de vista Javier, viviendo en un país bananero tecnologico como Argentina y siendo abogado con experiencia en derecho de defensa al consumidor, la respuesta es clara, sin duda alguna te corresponde la consola y deben entregartela más allá de alguna cláusula que podría haber.
    La oferta siempre obliga al que le realiza, y en un mundo de prácticas comerciales desleales, que van desde productos defectuosos a insólitos cobros «extras», los errores deben pagarse.
    Acá en la Argentina en tu caso no solo que no te devuelven la compra, sino que te obligan a pagar la diferencia por el producto o comprarte una licuadora. No importa, eso tratan, pero para eso estan los recursos judiciales donde terminan entregandote dos consolas.
    En definitiva, que si, que esa consola es tuya. Hace un año la empresa Movistar tuvo que entregar una Mini Cooper, porque promociono mal un juego (de esos de manda un mensaje al 2020) y alguien hizo todos los «niveles» y cuando dijeron que en realidad era para ganar un número para participar de un sorteo, los tribunales le dijeron que eran unos tramposos y tuvieron que entregar el vehículo. Ahora se cuidan mas

    • Entiendo tu reflexión pero ahí entran las posturas personales: podría haber reclamado, pero más allá de que dudo que sirviese de nada —sabemos quién tiene las de ganar aquí— como digo yo moralmente no puedo aprovecharme de una situación así. No son todo blancos y negros, Héctor, al menos no para mí.

  6. Land-of-Mordor says:

    Buenas Javi. En tu comportamiento como consumidor te felicito por poder ponerte en la piel del empresario y entender que todos pueden cometer errores. Pero me gustaría que también consideraras que si el error fuera equivalente por tu parte como consumidor la empresa se agarraría a lo que fuera para aprovecharse de él y te obligaría a demostrar inequívocamente que fue un error humano por tu parte.

    • Lo hacen ciertamente, pero son empresas, y aunque fueran personas, tiemblo al pensar que yo actuara así. Que no soy un angelito, caray, pero esos detalles son de miserables. Prefiero vivir tranquilo y pensar que no lo soy (mucho, creo).

      • Francisco Branch says:

        Hola,

        Lo que no entiendo bien es que nombras la renuncia a reclamar, pero dices que si te hubiera llegado te la quedabas. ¿No es más coherente renunciar del todo a la consola sabiendo que ha habido un error por parte de la empresa?

  7. Héctor Quispe says:

    Que fácil…

    Pongo la Xbox One X a 199 euros…
    La Switch a 149 euros…

    Espero un momento… publicidad en todos los sitios (gratis) y luego cancelo todo, mientras tanto mucha gente quizá compro otras cosas con la atención que recibí.

  8. En términos generales, creo que tienes razón al pensar que la empresa tiene derecho a equivocarse. Errores cometemos todos, y en casos así resulta obvio que es un error.

    Ahora bien, en el caso de Media Markt recurren demasiado a la estrategia de poner precios falsos que a todas luces se ve imposible. ¿La razón? Fácil, así se aseguran ellos la venta y se la quitan a otro comercio. Luego dicen que el precio está mal y que si quieres puedes seguir con la venta al precio real (aunque en tu caso ni te dieron la opción) y de esa manera, el cliente que no pensaba comprar en MediaMarkt pero que lo hace por haber encontrado una ganga continúa con una compra que en otras circunstancias hubiera hecho en otro comercio. En otras palabras, les está robando ventas a la competencia con tácticas muy poco o nada limpias.

    Si fuera la primera vez que esto le pasa a Media Markt podría darles margen de confianza, pero son demasiado dados a explotar esta estrategia de venta como para confiar en que es un error. Otro que también abusa de esta táctica es Carrefour, especialmente en artículos de tecnología.

    • Aquí me temo que es difícil no encontrar comercios que no hagan este tipo de cosas en mayor o menor medida. Cada uno tiene sus propias experiencias y en base a ellas compra en según qué sitios y según qué productos, es lo que hay. Pero sí, en Media Markt no son tontos precisamente (pun intended).

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