No sé si me conocéis. Soy JaviPas, el famoso gamer profesional. El de Battlefield 1, ya sabéis. Ahora soy un máquina. Solo he necesitado 400 horas y ale, ya suelo quedar siempre entre los 10 primeros de cada ronda.
Esos ratos robados me han hecho tratar de buscar alguna mejora en mi forma de jugar. Creí que un súper equipo gaming me haría mejor jugador, pero chavales, esa es una gran mentira, y como sucede con la fotografía, importa el fotógrafo, no la cámara. Pues eso: importa el jugador, no la máquina con la que juegue. Aún así hace unos meses actualicé mi PC para jugar algo más a gusto, pero siempre me seguía preguntando si lo de ir más allá en algún apartado específico realmente se notaría.
Sobre todo en uno: el monitor.
Como muchos de vosotros, había leído todo tipo de revelaciones milagrosas sobre el impacto de un monitor de 144 Hz. Aquí los mensajes son un poco los que podríamos ver en cualquier foro de homeopatía, de cremas de belleza o, ya puestos, de audiófilos. Gástate un pastizal y notarás la diferencia, chavalote. De verdad, tú cómprate estas pastillas de yinseng y te sentirás como Thor. O esta cremita antiarrugas y perderás 10 años. O estos auriculares y lo oirás todo como nunca en tu vida.
Pues con los monitores de 144 Hz, lo mismo. Los mensajes en muchos sitios eran como la promesa del nirvana gamer. Si te compras uno jamás querrás volver a jugar a 60 Hz, que es la que ofrecen la inmensa mayoría de monitores y que no es la ideal para jugar. Es algo así como la frecuencia de refresco de los losers.
El caso es que mi trabajo en Xataka tiene algunas ventajas importantes, y entre ellas está el probar cacharros que mucha gente querría comprar pero no compra (también los hay que se los compran, claro). Y entre esos cacharros están los monitores, que en los últimos tiempos han poblado la mesa de mi despacho en el miniresort burgués.
El primero de los monitores que probé fue un Acer Predator XB252Q, una pequeña maravilla que llegaba no ya a los 144 Hz, sino a los 240 Hz de frecuencia de refresco en resoluciones 1080p. Aquel monitor me sirvió para confirmar que al menos en mi caso la diferencia con un monitor de 60 Hz no existía.
Era incapaz de ver la diferencia.
De hecho escribí todo un tema alrededor de esa idea: mitos y realidades de los 144 Hz, lo titulé. Este post es básicamente un resumen de aquel artículo, pero ampliado con dos experiencias posteriores que me confirmaron que los 144 Hz no son para mí.
La primera, la de probar ‘Forza Motorsport 4’ en la Xbox One X y ver si notaba diferencias entre sus dos modos de juego, el 1080p@60 y el 4K@30. La tele en la que probaba el invento no era tampoco ninguna tontería: una LG de 77 pulgadas armada hasta los dientes y con un precio que creo que ronda los 8.000 euros. Una verdadera bestia. Eso debería hacer que notara la diferencia, ¿verdad? ¿A que sí, Javipas? Dime que notaste la diferencia entre jugar a 1080p a 60 fotogramas por segundo (más fluidez) y hacerlo a 4K en 30 fotogramas por segundo (más detalle gráfico).
Pues no. De hecho si hubiera tenido que elegir hubiera elegido el modo 4K@30 diez veces de cada 10. Sin duda ninguna.
La segunda de esas confirmaciones llegó hace aún menos tiempo. Una vez más gracias a Xataka tuve ocasión de probar el que probablemente es el monitor más avanzado a día de hoy. El Acer Predator X27, que es junto a un modelo de ASUS el primero en ofrecer soporte para jugar a 4K y a 144 Hz. No una cosa o la otra, no: las dos a la vez.
Aquí el problema fue que ninguna gráfica es capaz de dar 144 fotogramas por segundo en Battlefield 1 (por ejemplo) en 4K y con nivel de detalle máximo, así que siempre rondaba unos 100-110 fotogramas en 4K gracias a las RTX 2080 Ti (ahí es nada) con las que hice las pruebas. Y de nuevo me diréis: «Coñe, JaviPas, ahí seguro que viste alguna diferencia. Algo, tío. Venga.»
Pues no. Una vez más estaba ciego a las mejoras de frecuencia.
Es cierto que jugar a 4K es una pasada: el nivel de detalle es brutal y todo se ve estupendo, pero como en los otros dos casos, fui incapaz de notar una diferencia en cuanto a la fluidez o a esa «respuesta rápida» que dicen que aportan esos monitores a esas frecuencias. Ya sabéis: uno apunta rápido dando «ratonazos» en un FPS y se encuentra con lo que espera en el momento que lo espera gracias a esa frecuencia de refresco. Yo debo ser muy malo o muy cegato o las dos cosas, porque una vez más no noté nada.
He tratado de consultar con expertos, he investigado, he visitado foros y he encontrado opiniones a favor y en contra. Unos dicen que los 144 Hz son para profesionales, que si no lo eres no vas a notar nada. Otros que solo se nota en algunos juegos. Otros aseguran que ven la diferencia como de la noche al día y que, como decía, no podrían volver a jugar a 60 Hz. Y otros, quizá los menos, están como yo: otros no ven absolutamente nada.
Así pues mi frustración con este tema es enorme. Me siento como un traidor a toda una industria. Si los fabricantes se gastan dinero y medios en sacar estos monitores, será por algo, digo yo. No cuestan más por nada, pienso. No hay webs específicamente dirigidas a estos productos por nada. Webs que analizan todo y lo hacen con un nivel de detalle asombroso —144Hz Monitors es una pasada, y BlurBusters es incluso mejor—. No puede ser que todo eso sea un engaño. No puede ser que no haya diferencias.
Y sin embargo, no veo nada. O más bien, lo veo todo, pero igual que lo veía.
Seguro que aquí alguno puede compartir su experiencia, pero de todo esto he sacado una conclusión ventajosa para mí, claro: no voy a tener que gastarme un dineral en un 27 pulgadas 1440p que soporte 144 Hz (anda, el Acer XG270HU a 396 euros, ¡uhm!).
O puede que sí acabe cayendo. Puede que me diga a mí mismo que acabaré notando la diferencia. Aunque no juegue mejor. Aunque no quede el primero en Battlefield 1.
Y sin embargo, creo que nunca la veré. Porras.
Me dejas un poco confundido, esta mañana leí tu artículo en Xataka y el titular (acorde con el contenido) es que jugar a 144 Hz era (sic) “otra dimensión”.
Me lo explique.
Me refería más bien a la experiencia completa del monitor: en 4K, con HDR y con 144 Hz la cosa es espectacular, aunque ningún juego llegaba como digo a los 144 FPS, con lo que G-Sync ajustaba frecuencia dinámicamente. La experiencia era estupenda pero más (en mi caso) por los 4K y el HDR (y que no iba a 20 FPS, claro).
Javi. Te voy a contar un secreto, aunque no lo digas muy alto por ahí: Se dice, se cuenta, se comenta, que el tema de los Hz en las pantallas viene por el tema del juego competitivo online, sobre todo carreras y shooters. Es decir… se buscaba coordinar el input lag con la capacidad gráfica proporcionada, así como el refresco de la pantalla. En los viejos tiempos del Quake (no te rías, por favor) eso podía significar la vida o la muerte haciendo «straffing» mientras baleabas a muerte a tus contrarios, con las ridículas conexiones online xD
Hoy en día sigue siendo importante la tasa de refresco del monitor en el online competitivo a gran distancia (sobre todo si jugamos en un server petado, te interesa una buena conexión, todo suma, claro.)
En todo caso, algunos lo notan, otros no. Hasta que se demuestre lo contrario, la mayoría de los mortales seguirá buscando cualitá graphica e tutti cuanti… lo de los 60Hz rocosos queda para los pocos que lo aprecien (y tengan el equipo acorde). No deja de ser un ejemplo de que en PC se puede elegir de todo a medida, aunque no nos libremos del márketing. Cést la vie.
Yep, eso pienso yo, que en competitivo la gente sí lo nota porque pasa muuuchas horas dando ratonazos. Jugar a 4K y más de 30 FPS a mí me parece bastante estupendo, pero oye, cada cual que elija.
Yo como tú, los gráficos me entran por los ojos (a lo captain obvious, sí). Lo que quizas se podria hacer es usar alguna herramienta para que las tasas de frames fuesen hiper-estables, con apenas una movida de 1-2 fps arriba y abajo, y muy constante. Así tanto daría jugar a 30, a 28 o a 40 fps, no se sufriría en lo jugable. Hoy por hoy una experiencia así como estándar es un sueño en los juegos, pero me parece más que factible. Hay un grafico que lo explica por la red, si encontrara lo colgaría aquí. Saludos!
Yo juego desde hace un año a League of Legends en 144hz y no es que me haya cambiado la vida pero notarlo lo noto. La animación es muchísimo más fluida.
Es curioso cómo sí que noto el efecto de los 60fps en contenidos de vídeo normales: una película o vídeo a 24/30fps que luego ves a 60 fps por ejemplo en YouTube sí que para mí deja clara la diferencia, pero esa sensación no me la transmiten los juegos. Como apuntaba en el artículo el problema lo tengo yo, porque está claro que si la gente nota la diferencia es porque ésta existe.
Pues creo que sin haber probado las mieles tecnológicas que te puedes permitir por tu curruele (eso de jugar a 4K o a 144Hz) voy a estar bastante de acuerdo contigo en tus apreciaciones finales. Más allá de 60 Hz (o más allá de 40-60 Hz si nos ponemos poco exquisitos) sólo los que se dedican profesionalmente al tema del juego creo que serían capaces de notar la diferencia, de la misma forma que los deportistas profesionales necesitan controla el peso de su equipamiento e incluso la distribución del mismo. Los «amateurs» salvo que se acerquen por rendimiento al nivel profesional, tienen complicado obtener alguna mejora real que justifique la diferencia de precio entre el equipamiento «amateur» y el profesional.
Yo diría que desde luego los amateurs lo tenemos más complicado, pero precisamente lo que me extraña es que mucha gente amateur parece notar la diferencia. Pero oye, también puede ser mi edad ya medio-avanzada.
También hay mucho «amateur» que va de «pro» y para creerse «pro» se compra lo mejor de lo mejor, justificando las ínfimas diferencias que dicho equipamiento «pro» le puede proporcionar. Pasa con videojuegos y pasa con los deportes y aficiones.
Reconocelo javi. Estamos cegatos.. XDXD
Yo también creo que esa es la conclusión, sí 🙂
Yo tengo una teoría pero no se basa en nada científico, sino solamente en mi experiencia, por lo que es probable que sea una solemne tontería. Ahí va en cualquier caso:
Cuando salieron las primeras teles con alta tasa de refresco e interpolado de frames me pareció (y aún me parece) que la diferencia es brutal. Yo tengo una y, aunque no es muy avanzada y a veces produce artefactos me he acostumbrado y me cuesta ver la tele sin ello. Pero la mayor diferencia no es la fluidez, que también, pero a partir de 60-100Hz es muy difícil de apreciar, sino la sensación de profundidad y realismo que le da a la imagen plana (quizá de ahí lo que dices de que notas más la diferencia en vídeos de youtube, Javipas). La cuestión es que los juegos están generados tridimensionalmente en tiempo real lo que ya les da la profundidad y el realismo y no se benefician de esa sensación que produce en la imagen 2D una elevada tasa de refresco, por lo tanto todo se reduce a suavidad y cuanto más subimos de los 60Hz más difícil es apreciar esas diferencias de suavidad, por lo que solo en entornos muy específicos y gente muy profesional podrá apreciarlas.
Y hasta aquí mi teoría sin base científica alguna y basada en mi propia experiencia. Ya podéis darme para el pelo.
XD
Quizá tu teoría «acierte» por algún lado:
El ojo humano está diseñado para ver bastante más rapido que la mayoría de las tasas de refresco de las teles comunes, aparte que si la tele tiene una buena gestión del color/contraste (panel VA de plasma, por ejemplo), pues ya directamente flipas. Las teles OLED o IPS actuales no me convencen mucho, pero es lo que hay ahora…
Puede ser por costumbre desde luego, como dicen por aquí. Lo que me extraña es precisamente que noto a tope los modos de suavizado de imagen de las teles pero no he notado esto. Es algo extraño, pero oye, como teoría es tan válida como cualquier otra (hasta que nos la desmonten, claro) xD
Yo diría JaviPas, que te tienes que acostumbrar, es fácil, y poco apreciable cuando vas a mejor en algo, pero cuando te acostumbras a eso, ir a peor es muy complicado.
Estás acostumbrado a 60 Hz, tu cerebro interpreta bien esa información y si de repente le das 120/144 Hz, el cerebro, que no está acostumbrado, digamos que obvia lo que pase de esos 60 Hz a los que le tienes acostumbrado.
PERO, si un día, y otro y otro y otro y otro le das 120 Hz y durante un buen periodo de tiempo le dejas de dar los 60 Hz, el cerebro se va a acostumbrando y va viendo cada vez más de esos 120 Hz, se afina más.
En ese momento, le das 60 Hz y dice «tronco, aquí me falta info, pero un montón de info».
Algo parecido nos pasó a todos los «carrozas» de los ordenadores, cuando teníamos un ratón de bola y pasamos a uno óptico, decías, bueno, va bien, pero sin más, en cambio… has probado a volver hoy en día a uno de bola? No, no me refiero a que te compres uno de bola de 100 €, y lo estrenes (que en función del óptico que tengas, el de bola será bastante mejor) sino al mismo que tenías y en el estado en el que estaba el de bola cuando lo cambiaste, con la bola llena de porquería y los rodillos también.
Pues lo mismo con lo monitores y los Hz.
Jugar y ser mejor? uffff, quizá un 0.5% mejor, no te digo que no, pero notarlo, no lo vas a notar. Como si tienes un ratón decentillo, y te compras un Logitech G502. Vas a mejorar en el juego (una vez acostumbrado al nuevo ratón) ? Ya te digo yo que no, o poquísimo, algo inapreciable
S2!!
Más allá de lo que pueda mejorar uno con estas cosas, lo que a mí me mosquea es no notar nada en la fluidez del juego, es como si mi tope visual fueran los 60 Hz cuando el ojo humano está preparado para más, creo. Sea como fuere, sí, dudo que mejorara mucho en mi forma de jugar aunque lo viese. Al final lo que hay que entrenar es la memoria muscular y seguir todos esos consejos avanzados de los que he hablado alguna vez por aquí. Hay todo un mundo pro que yo ni siquiera atisbo, pero yo contento cargándome de cuando en cuando a alguien en BF1 😀