Qué bien viene lo desconectar unos días así, a traición. Es lo que hice la semana pasada mientras me llegaban informes de catalepsias, espasmos y teleles varios por la ausencia de posts en Incognitosis y de nuevos podcasts en el exitoso y triunfal Incognicast, pero ale, ya estoy de vuelta, como el turrón.
En estos días he mirado bastante poco el móvil y la actualidad tecnológica ha pasado en plan susurro. Me he perdido el lanzamiento oficial del HomePod —quizás caiga post al respecto a pesar de llegar tarde—, pero no parece que tampoco hayan sido unos días vibrantes, así que puedo retomar el blog con un tema en el que llevaba pensando desde hace algún tiempo. Vamos allá con tuit inspirador al canto:
Actualizo datos del hilo de Amazon ahora que ha parado bastante.
1. Primer tuit del hilo:
— +600.000 impresiones
— +4.500 seguidores nuevos
2. Propuestas laborales (una de ellas es de una empresa del IBEX)
3. Clases en centro top
4. Colaboración programa radio pic.twitter.com/FbOwWqZh3l— José Luis Antúnez (@jlantunez) January 17, 2018
El tuit es de José Luis Antúnez, al que conocí brevemente en el Evento Blog España de 2006 (este año es en abril, caray, me molaría ir). Ya sabéis, cuando los blogs lo iban a petar porque nos permitían crear un medio a nuestra imagen y semejanza. Luego nos fuimos dando cuenta de que eso llevaba mucho curro, así que fueron apareciendo versiones cada vez más cómodas. De los blogs a Tumblr, de Tumblr a Facebook o Twitter, y de Twitter a Instagram, esa odiosa red del postureo social.
Lo curioso de todo esto es que algunas de esas alternativas simplificaron tanto sus opciones y el trabajo de los bloggers venidos a menos (sin faltar) que acabaron haciendo lo contrario: se complicaron. No en el mal sentido, porque el mejor ejemplo lo tenemos en Twitter.
Para mí Twitter es la antítesis de Instagram, aunque como ocurre en esa red social, la culpa es mía y de los usuarios a los que sigo. Sigo a muy poquita gente —ya sabeis por qué— pero es que tengo muy claro para lo que quiero usarla: informarme y, sobre todo, descubrir nuevos temas. Cuido tanto mi feed que soy absolutamente inmisericorde con los vendemotos, graciosos de turno y spammers profesionales, y puede que por eso (y porque soy un mindundi, claro) no tenga esos problemones que tiene otra gente que ha sufrido amenazas, acoso y otros problemas que sin duda siguen siendo asignatura pendiente de la red social de microblogging (me encanta seguir llamándola así).
El caso es que Twitter es para mí un pequeño prodigio en mi día a día. Pagaría por usarlo sin dudar un segundo (Jack: tip), y a pesar de las crisis de gestión y características, no hago más que ver cómo Twitter crece como medio de comunicación para personalidades y empresas que tienen en Twitter una sala de microprensa estupenda y fantástica en la que poder estar un poco más cerca de usuarios, clientes y fans.
No entiendo muy bien la polémica con los #280characters. Son una opción, si crees que te expresas mejor en 140 o menos, no estás obligado a usar más. Otra cosa es que esa opción sea la revolución que pretenden en Twitter.
— Javier Pastor (@javipas) November 8, 2017
En estas me encontraba cuando asistí a las dos últimas grandes novedades de usabilidad del servicio. La primera, la ampliación a los 280 caracteres de la que tanta gente protestaba (¡herejía, herejía, queremos nuestros 140 caracteres!) y que personalmente creo que han acabado convenciendo a todo el mundo. La segunda, y es de la que quería hablar desde el principio, son los nuevos hilos de Twitter.
La idea me parece realmente fantástica, sobre todo porque simplemente pule el funcionamiento de lo que ya existía, que no era más que una forma de poder escribir reflexiones más largas en Twitter directamente en varios tuits. El funcionamiento ahora es el de una especie de PowerPoint tuitero en el que cada tuit del hilo es una slide que contribuye a una historia única que tiene identidad propia e independencia.
Es, básicamente, como publicar un post en Incognitosis en trocitos de 280 caracteres máx. Y eso es lo que no me acaba de convencer: que para publicar hilos en Twitter, prefiero publicar posts en mi blog. Las razones son las mismas que exponía cuando decía aquello de que escribo para mí, no para Medium. No controlo Twitter, así que si esta gente decide abandonar el servicio mis hilos desaparecerán con él. Eso lo acepto para mis tuits, que son bastante de usar y tirar, pero no para un post que prefiero que la gente lea en mi blog, que para eso lo cuido con mimo y esmero.
1/ Todo empezó en Seattle en 1994. Sonaba Nirvana y ese tipo que parece el vecino de al lado se va a convertir en la persona más rica del mundo. Hoy, la historia de Amazon. pic.twitter.com/1ptGgO5oPF
— José Luis Antúnez (@jlantunez) January 13, 2018
El ejemplo y la reflexión de José Luis, no obstante, me genera dudas. Su hilo original, que tenéis aquí encima (pinchad en la fecha del tuit para desplegarlo en Twitter), era un pequeño prodigio de una historia adaptada perfectamente a Twitter en forma y fondo con esas slides de las que hablaba, cada una como parte de ese estupendo resumen de la historia de Bezos y Amazon.
De hecho y como indicaba José Luis al principio, ese hilo ha sido una verdadera triunfada: conseguir 4.500 nuevos seguidores o tener 600.000 impresiones da buena cuenta de su éxito, y él mismo acertaba al decir que los medios podrían aprovechar el formato de forma mucho más potente al contar con audiencias mucho mayores.
No solo eso: el hilo se nutre de la audiencia y el feedback de una comunidad a la que no accederías de otro modo y que potencialmente te seguirá también a ti (o en Twitter, o en tu blog, o en ambos), además de que el feedback directo en Twitter también es interesante. Vamos, que los hilos de Twitter parecen un buen invento para que todo tipo de medios, grandes y pequeños, exploren ese tipo de ‘tuitslides’ y publiquen sus historias en ese formato en Twitter para luego, si quieren, las integren en los medios o blogs que sí controlan.
La idea es desde luego llamativa, creo yo, aunque aquí mi habitual aversión a plataformas cerradas que no controlo me escama. El reciente caso de Facebook es un buen ejemplo —todos los medios que publicaban ‘para Facebook’ se va a pegar un pequeño gran tortazo—, y lo mismo ocurrió con YouTube y la publi hace poco, así que también podrá pasar con Twitter, a saber. Como siempre, lo mejor es aprovechar las virtudes de cada plataforma para maximizar resultados, algo que yo mismo quiero hacer en algún momento si es que encuentro el tiempo.
Mientras tanto, queridos todos, disfrutad de una Twitter que con todas sus sombras sigue siendo —para mí, insisto— una luz fulgurante en esa amalgama de redes de falsos amigos y de postureo personal o profesional.
Que viva Twitter, con sus 280 caracteres, sus hilos y lo que tenga que venir.
No sé como te has resistido a escribir (parte de) esto en un hilo de Twitter.
Bromas aparte, me parece una memez, he visto muchísimo contenido que se publica en hilos que se merecerían un post y otros, dónde se pone en practica esa osadía llamada clickbait. Salvo casos puntuales (cómo el fenómeno Bartual), considero que se está utilizando el medio inadecuado, así que no me queda más que utilizar cosas como https://threadreaderapp.com/ para leer algo más cómodo un contenido publicado así.
Con hilos supongo que algún día experimentaré, pero no es mi formato porque sigo pensando que para hacer un hilo mejor hago un post. Bien por el invento al que enlazas, yo no leo muchos hilos pero si hay alguno extra-largo seeguro que vendrá bien.
Oye, muy bien todo esto de Twitter, pero cuando te vayas avisa, que ya estaba hiperventilando y con el 112 marcado en el móvil.
XD
+1 ???
Eso es un +1 con dudas? 😀
xD
Hace unos meses que abandoné las rrss. Me soguen pareciendo un «ecosistema» demasiado cerrado.
Ahora sólo rss y podcast.
Y por cierto, hace unas semanas, el escritor Lorenzo Silva, gran usuario de tuiter, también abandonó el barco.