Tecnología

Esto no lo ha escrito un robot

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Hace unos meses leí algún artículo sobre una tendencia curiosa: la del uso de algoritmos que automatizaban la escritura de cierto tipo de artículos. Associated Press ha sido una de las pioneras en el uso de estas herramientas, y desde unos meses ha utilizado a estos “robots” para escribir sobre todo informes financieros gracias a la tecnología de Automated Insights. 

Uno se plantea inmediatamente una pregunta: ¿seré capaz de saber si esto lo ha escrito un robot o un humano? Juzgad por vosotros mismos: en Business Insider tenían un ejemplo de este tipo de informes financieros, y lo cierto es que yo sería incapaz de diferenciarlo. La noticia es aséptica, directa, con mención específica de datos y sin adornos. Quizás esa es la clave para diferenciar al robot: que escribe en un tono frío y prácticamente sin adjetivos. Todo como muy neutro. Solo la firma de ese robot (“This story was generated automatically by Automated Insights…”) permite que identifiquemos esa pequeña traición evolutiva.

Debería estar preocupado. Después de todo, estos robots podrían acabar quitándome el puesto de trabajo. Y sin embargo, no temo de momento por ello, porque como decía uno de los editores de AP, «No puedo tener a los periodistas invirtiendo un montón de tiempo procesando datos. En lugar de eso los necesito informando«. Los «robots» escritores, como sucede (de momento) con el resto de robots que se utilizan en diversas industrias, están teóricamente pensados para ganar eficiencia en tareas pesadas y repetitivas. Y creedme: escribir ese tipo de noticias es pesado y repetitivo.

La cosa se pone interesante, no obstante, cuando uno lee noticias como la de ayer en The Verge. Ahora resulta que estos robots (y dale, ¡que son algoritmos!) no solo tratan de escribir alguna que otra noticia, sino que algunos desarrolladores se han propuesto que sean capaces de escribir novelas enteras. ¿Os lo podéis imaginar?

world-clock

El invento fue de un desarrollador llamado Darius Kazemi al que se le ocurrió crear un concurso llamado National Novel Generation Month (NaNoGenMo), en el que algoritmos creados por desarrolladores pudieran competir por la mejor novela escrita por un algoritmo y que tuviera 50.000 palabras. Lo sorprendente es que el ganador del pasado año – Nick Momfort con su novela World Clock (PDF)- lo logró con 165 líneas de Python de las cuales surgió una novela que, atención, acabó siendo impresa por la imprenta de Harvard Book Press.

La calidad de la novela no era lo importante (probad a leerla, yo no he aguantado ni 3 páginas en diagonal). Al menos no de momento, porque como afirmaban en The Verge, leer una novela generada por un algoritmo es más una «hazaña de resistencia» que un placer: «la historia suele dar saltos, y es plana o incoherente según los estándares de escritura humana«, decían. El tema es que ese tipo de escritura narrativa se ha convertido en uno de los santos griales de la Inteligencia Artificial, y empresas como Narrative Science hacen algo similar a lo que hacen en Automated Insights, pero van un poco más allá de las noticias financieras y tratan de aprovechar ciertas plantillas prediseñadas por seres humanos para darle un toquecito más auténtico a esa narrativa.

Y ahí es cuando empiezo a preocuparme. Pero que conste: esto no lo ha escrito un robot.

¿O sí?

 

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3 comentarios en “Esto no lo ha escrito un robot

  1. Si te asusta lo del robot que escribe ahora, mírate este video sobre lo que serían capaces de hacer en el futuro:
    https://www.youtube.com/watch?v=7Pq-S557XQU

    El video en sí es interesante porque da pie a pensar en un mundo apocalíptico tipo Matrix y sus cortometrajes «El Segundo Renacimiento». Pero lo cierto es que desde el punto de vista económico no tiene ningún sentido. Según la Ley de Say:

    «As each of us can only purchase the productions of others with his own productions – as the value we can buy is equal to the value we can produce, the more men can produce, the more they will purchase».

    Resumiendo: quien sea propietario de uno de esos robots estará en posesión de un medio de producción. Si se hacen tan baratos como dicen, qué me impide a mí tener uno y sentarlo en mi coche para que transporte personas en plan Uber? Por qué no podría ponerle en la cocina a hacer pasteles todo el día?

    Eso y el hecho de que cuando un puesto de trabajo de bajo valor se «libera», significa que puede aprovecharse a esa persona en otra tarea de alto valor.

    Volviendo al tema del post, dudo mucho que un algoritmo pueda sustituirnos como escritores. Simplemente porque la intuición humana no puede sustituirse por un algoritmo. Llámalo emoción, alma o lo que sea, pero creo que es irreemplazable.

    Si me permites un segundo enlace, hablé de un tema relacionado en Applesfera sobre los algoritmos y Beats:
    http://www.applesfera.com/apple-1/sera-apple-capaz-de-revolucionar-la-musica-de-nuevo-con-beats

    Un saludo!

    • Perdona Eduardo, que el comentario estaba en moderación por los enlaces… ya decía yo que no lo había visto 😉 El vídeo como dices es interesante, pero tu reflexión lo es más. Muy buenos puntos y ejemplos (tiembla, Uber), y también bueno tu enlace sobre Beats (intrigante, veremos qué logran).

      Gracias y un saludo!!

Comentarios cerrados.