La semana pasada realicé mis dos primeros (y últimos, creo) trayectos con Uber (UberPop, concretamente). El objetivo no era otro que probar el servicio y hablar con los conductores de Uber en Madrid para tener datos suficientes con los que poder redactar el artículo que estaba preparando en Xataka.
El resultado se ha publicado esta tarde, y en ‘Un día con un conductor de Uber‘ la idea era la de transmitir las sensaciones no ya de los creadores de Uber o de los usuarios, sino de los conductores, que son al fin y al cabo los que acaban dando ese servicio de transporte. Y como indico en el artículo, me llevo una impresión muy curiosa. La del lado del conductor es evidente: los conductores ven a Uber como una oportunidad de tener unos ingresos que de otro modo no estaban encontrando.
El caso de uno de los conductores, que me decía literalmente que ‘había visto la luz‘ era especialmente dramático. Un hombre ya entrado en los 50, educado, formal y con una pinta de buena persona que no podía con ella. Un hombre que sinceramente solo estaba tratando de salir adelante, y de hacerlo de forma legal.
El problema, claro, es que Uber no tiene pinta de ser muy legal. Pero eso no es demasiado extraño en un país en el que cada día aparece una nueva corruptela y en el que lo milagroso es que haya algunas personas más que se estén ganando el pan (aunque sea en B).
A mi, por otro lado, me parece escandaloso. Me parece una absoluta vergüenza. Porque Uber -y que alguien me corrija si estoy equivocado- no hace más que burlarse del sistema. Presume de ofrecer una alternativa que permite a todos ganar (menos a los taxistas, claro), cuando solo se está lucrando de personas que simplemente tienen poco que perder. Mejor trabajar en algo aparentemente medio legal que no trabajar en nada. Y como todo está tan bien montado -el servicio es operativamente una maravilla, y desde luego es más barato que un taxi (casi siempre)- parece que nos olvidamos de lo más importante: de que Uber es un caso flagrante de economía colaborativa sumergida.
La empresa se lava las manos en prácticamente todo. No hace contratos, aparentemente no respalda a los conductores en posibles multas o ataques (a ellos y a sus coches), y bajo mi punto de vista no hace más que lucrarse sin como digo mancharse las manos. Se ahorra seguros sociales, seguros de responsabilidad civil, licencias y permisos, y le pasa el marrón a los conductores, que son los que pringan y los que además pagan un 20% de sus ingresos por tener el privilegio de trabajar para Uber. Porque es lo que hacen. No es que saquen lo suficiente para mantener los gastos de su vehículo, no. Trabajan para Uber.
Lamentable. Pero se me olvida un último detalle: Uber no dispone de ninguna opción -ni información- para dar de baja la cuenta desde su página web. Por lo visto hay que escribir un correo electrónico (yo ya lo he hecho) para desvincularse del servicio, algo que con una estructura tan bien pulida y con cuatro años a sus espaldas parece, cuando menos, sospechoso.
Demasiados trapos sucios.
¿Te ha servido de ayuda el artículo? ¿Me invitas a un café virtual para celebrarlo? ¡Gracias!
Antes que nada, estupendo el artículo en Xataka.
Y entrando en el tema, todo esto me causa sentimientos enfrentados. Por un lado, he visto tantos chanchullos en los taxistas, y eso conociéndolo tangencialmente, y me parece un sector tan cerrado (como pueden ser otros, como las farmacias) que el rebelde inconsciente en mi se alegra de disrrupciones como ésta.
Por otro, estoy de acuerdo en que Uber le echa una cara que no puede con ella al no responsabilizarse de nada (de lo importante al menos como accidentes y demás) pero cobrar bien cobrado.
Y por otro veo a los usuarios y los conductores que al fin y al cabo lo que buscan es una alternativa a un servicio o unos ingresos que les hacen falta y que con el panorama actual se hacen cada vez más difíciles, y encima viendo como todo diox se lleva lo que puede en este país.
Así las cosas, creo que la respuesta correcta a este dilema es de las que depende en exclusiva de la posición de cada uno.
Mira eso de los chanchullos los hay pero no menos o mas que en otros sectores hay mucho topico los clientes del tx ni son tontos ni estan desinformados hay muchas mas licencias de las necesarias teneis que tener en cuenta que el tx no esta subencionado como bus o metro y en mi opinion tampoco tiene que estarlo mira yo no soy dueño del taxi que llevo pero tengo mi contrato mi sueldo si todo esto de uber triunfa mi jefa me echara y unos 5000 conductores solo en Madrid iremos al carajo a esos 5000 sumale todo el resto de autonomos unos 15000 solo en aqui tenemos mucho que mejorar claro pero como todos los sectores disculpa el rollo
Uber se pasa la ley por el forro por un motivo muy simple, la ley es una sobreregulación imposible de controlar de facto.
Uber es un intermediario en el proceso, con una comisión alta o baja dependiendo que quien la valore, pero afirmar que los conductores son trabajadores de Uber no se sostiene si se tiene en cuenta que si bien Uber elude cualquier responsabilidad sobre ellos, ellos tampoco tienen ninguna para con Uber, es decir, un conductor conduce cuando le apetece, si le apetece y de la forma que le de la gana sin rendir cuentas a nadie.
Uber acabara operando de forma legal, no quedara mas remedio que adaptar la ley para que el estado tenga su mordida de lo que facturen, tanto Uber como los conductores que acabaran teniendo que darse de alta como autónomos, o similar. Y si no es Uber sera el siguiente.
Entiendo que hace mucho tiempo un taxista necesitase de unos conocimientos particulares que necesitaban ser certificados de alguna manera, pero hoy en día un GPS es todo lo que necesita cualquier persona con carnet de conducir par ser tan diligente como un taxista medio. No debería bastar con darse de alta, tener carnet y un seguro para dar este servicio? Cual es el sentido de la regulación tan excesiva de este sector?
Al final lo que queda claro es que el mismo servicio se le puede (o podría, liberalizando realmente el sector) dar al usuario por mucho menos coste, y si eso es acabar con el sector del taxi, que para mi es mas bien una transformación, sera por el bien de la mayoría.
Si crees que con un gps es suficiente te animo a probar de taxista un mes y el dia que paguen impuestos ya no les sera rentable y cobraran mas caro es facil pero se habran cargado un sector para hacer lo mismo
Uber no es más que otra incursión de la tecnología en el mundo contemporáneo. La legalidad poco importa ante el concepto. El servicio persistirá luego de reformular la ley y el «sector» como muchos otros (publicidad, telecomunicaciones, música, etc) cambiará inevitablemente. A los del «sector» les recomiendo adaptación. Es su única oportunidad.
Pingback: Incognitosis de fin de semana (XXXIX) | Incognitosis
En Francia hay ya 10.000 conductores de uber y según datos de la empresa el 48% son antiguos taxistas. Pueden ofrecer tarifas un 10% más baratas que el taxi porque no tributan, no tienen que pagar los seguros exigidos al taxi que rondan los 1400 euros y no hacen tantas reparaciones porque los vehiculos no pasan las inspecciones que se les exigen a los taxis.
Si en España uber o similares se legalizan no tendrá sentido que los 120.000 taxistas que hay sigan con sus trabajos y lo lógico será que se pasen al lado oscuro con su coche particular. Ahora, cómo debería actuar la administración el primer año? cuando deje de ingresar 432 millones sólo en cuotas de autónomos y seguridad social y a lo que habría que añadir IRPF e IVA que serían otros tantos o más. Las aseguradoras como Mapfre y demás dejaran de ingresar unos 82 millones de euros en pólizas que se convertirán en pólizas fraudulentas por tener que cubrir unos riesgos que en teoría no deberían estar cubiertos (ahí entrará la picaresca de uber o similares para hacer ver a la compañía aseguradora que tiene que cubrir los daños).
Obviamente, en caso de legalizar éstas empresas, más pronto que tarde el gobierno deberá hacer tributar éstas actividades y las cargas impositivas harán que las tarifas pasen a ser más caras por lo que la diferencia no será tan amplia con el taxi y si a eso le añadimos que las empresas uber y similares tienen un fin lucrativo y exigen el 20% de lo recaudado a modo de comisión de intermediación pues o subiran las tarifas incluso más caras que el taxi actual o los conductores trabajaran prácticamente a precio de coste.
Cosa ésta última que significará precarizar el trabajo a la vez que se pondrá en riesgo la seguridad del usuario puesto que los conductores intentarán ahorrar al máximo prescindiendo de reparaciones y mantenimientos como el cambio de neumáticos o pastillas de frenos.
En Nueva York, donde ya hay más coches de uber que taxis se ha llegado al extremo que en cada esquina, en cada isla de edificios hay decenas de coches de uber dando vueltas esperando servicios que no llegan para todos por ser demasiados coches. Si a eso le sumamos el hecho que han iniciado una guerra de precios con empresas rivales como Lyft o el propio taxi amarillo nos encontramos con que las tarifas no dan para cubrir gastos y el pasado mes de octubre 2000 conductores intentaron protestar contra la empresa no activandose en la app y manifestandose (dicen ser conductores pero que se sienten esclavos). La respuesta de uber ante ésta situación fue emitir un comunicado en el que afirma que no son empleados suyos sólo colaboradores pero, además, de los que se enteran que hablan mal de la compañía los despiden o «desconectan» como dicen ellos.
Obviamente sin indemnización, ni paro, ni alternativa laboral cuando algunos se habían comprado el coche a través de la financiera de uber para poder trabajar con ellos.
Éste último punto está levantando gran revuelo ya que los conductores que se activan en la aplicación suele ser gente desesperada, inmigrantes y parados de larga duración que no tienen crédito alguno y a los que uber (a través de financieras como Santander consumer USA) les ofrece la opción de adquirir un vehículo (con la gustosa colaboración de la estadounidense Ford) para poder trabajar y cuyas cuotas se les descuenta directamente de los ingresos de trabajar para uber, el resultado suele ser que entre el 20% de comisión de intermediación, el combustible, el seguro, el mantenimiento y las cuotas para pagar el coche de la financiera todos ganan (uber, Santander consumer USA, gasolineras, aseguradoras, etc) pero al trabajador no le queda prácticamente nada y cuando se da cuenta de dónde se ha metido ya es tarde porque está pillado en una deuda de 25.000 dólares con una financiera que, para evitar males mayores, no le queda otra que trabajar para pagarla y malvivir como sea. En EEUU ya se dice que este tipo de financiación traerá un nuevo escándalo similar al de las hipotecas basura que hundió el mercado financiero e inmobiliario y provocó la crisis de la que todavía hoy no nos hemos recuperado.
Todo apunta que a la larga la regulacion (en caso de producirse) acabará siendo la misma que ahora hay para el taxi, estableciendo un límite de coches (serán licencias uber?), unas zonas de actividad, unas tarifas mínimas, exigiendo unas revisiones, identificando los vehiculos, etc.
Las regulaciones suelen hacerse para poner solución a los problemas que surgen, por lo que habría que aprender de los errores del pasado.
Por todo lo expuesto anteriormente creo que la empresa uber en concreto no es un modelo de economía colaborativa sino más bien un modelo de economía de libre mercado pero en su vertiente más agresiva cuyo fin último es el de maximizar el beneficio a costa de: Crear un monopolio (uber pretende quedarse con todo el mercado, de ahí las agresivas guerras de precios a pérdidas en NY), explotar a los trabajadores (es una reforma laboral encubierta en la que despoja al trabajador de cualquier derecho hasta el punto que no se le considera ni trabajador, de hecho nadie tiene ni dónde dirigirse a reclamar, sólo se dispone de un correo electrónico del que no se suelen recibir respuestas), crear un mercado de servicios paralelo del que sacar comisiones adicionales y que a su vez abusan una vez más del trabajador.
Por otro lado, éste sistema no solo no quita coches de las calles sino que mete más, ya que la tendencia es la de saturación y no de equilibrio porque aunque nos quieran convencer de lo contrario, los conductores se dedican en su gran mayoría de forma profesional y para ganar dinero un mínimo de 7 u 8 horas diarias. No le dedican un par de horas al día para compartir los gastos del vehículo como nos quieren vender la aplicación para que cuele.
Creo que lo razonable y justo es que a uber se la encamine a competir con empresas como mytaxi y hailo (que ofrecen exactamente lo mismo que uber pero con vehículos regulados), cumpliendo la legislación y no abusando de los derechos de las personas, porque aunque a todos nos gusta comprar todo un poco más barato la verdad es que en España las tarifas de taxi en las grandes ciudades son realmente razonables teniendo en cuenta los gastos asociados, la fiscalidad aplicada y que no reciben subvenciones como el resto del transporte público que en algunos casos el billete de autobús y de metro llega a estar subvencionado en un 70% de su coste real.
Uber es demencial en su postura hacia todo lo que le rodea con la arrogancia que aporta el tener un buen respaldo económico. No respeta las leyes de ningún país, no valora al ser humano ni como trabajador ni como cliente (también puntúa a los clientes y los que no interesan quedan bloqueados de la app) y sólo aplica estrategias de márketing (básicamente abusa de la variable precio) y ardúcias legales elaboradas por abogados que dan todas las vueltas posibles a las leyes para encontrar la trampa. Sólo tiene en nómina a abogados y expertos en márketing para ingresar lo máximo posible y evadir lo máximo posible, de ahí que su sede europea esté en Holanda, de manera que aquí no vemos ni un euro y allí tienen un sistema que pagan un fijo mínimo, irrisorio en comparación con lo que deberían pagar realmente, y que les permite volcar todos esos números a la matriz en EEUU. Como hacen otros gigantes de la talla de Amazon, Google o Apple (las 2 primeras son propietarias de Uber y la tercera es parte interesada porque a todos los conductores del mundo les colocan un Iphone que deben pagar en alquiler.)
Todo un negocio a la americana y una ruina para el resto del mundo. Es la concentración del poder económico global que es cuestión de tiempo que genere fricciones entre EEUU, China y Rusia por a ver quién es el más poderoso y que no sería de extrañar que acaben intentando marcar la diferencia definitiva con una nueva carrera armamentística al más puro estilo guerra fría que todos nosotros vamos alimentando con cada compra que hacemos por internet a Amazon, cada click publicitario en un adwords de google o cada compra de aplicaciones en la app store o la play store, etc.
primero que nada me parece un poco exagerado empezar hablando y Uber y llegar a la tercera guerra mundial.
Quiero dejar claro que a mi Uber me importa un pito, sólo quiero tratar de ponerme del otro lado porque me parece que no se están viendo las cosas de manera correcta.
Lo primero es sobre la indemnización de los trabajadores, en EEUU ningún empleado recibe ninguna indemnización trabaje donde trabaje así que eso en Nueva York no tiene ninguna diferencia.
Aquí se plantea que Uber obliga a trabajadores desesperados a unirse a las filas del negocio, cuando lo que realmente sucede es que las personas se adhieren a Uber con la esperanza de obtener algún beneficio que de otro modo no podrían, sin garantías laborales, eso sí, pero sin exigencias también.
Si Uber no respeta las leyes de ningún país, y no deja impuestos, y además explota a sus trabajadores, dando un servicio riesgoso, cómo es que existe? Por qué ni los gobiernos ni los trabajadores de Uber ni los usuarios han puesto coto a eso? Los que protestan son justamente los que económicamente se están viendo afectados. Sí ECONÓMICAMENTE.
Posiblemente Uber no sea un modelo de economía colaborativa, sin embargo es un modelo que está cambiando el paradigma en el sector, y tiene todos los ingredientes para salir airoso. Como dije en mi comentario anterior, la mejor salida será la adaptación; legal, funcional o de cualquier tipo, pero pretender que sea prohibido no resolverá el problema.
Saludos
Uber equivale a retroceder al pasado, al momento en que no existían normas, como en la época de la revolución industrial.
Los que tenían el capital y los modos de producción se hicieron ricos a costa de explotar a los trabajadores con unas jornadas maratonianas, unos salarios de pena y si enfermabas te ibas a la calle, obviamente las vacaciones, pagas por producticidad, paro, jubilación y demás no se sabía ni lo que era.
Con el paso del tiempo, y gracias al sudor y sangre de nuestros antepasados, ésta situación de semiesclavitud fué cambiando porque poco a poco se fueron regulando y redactando leyes para una sociedad más justa, donde las personas y los trabajadores tenían obligaciones pero también derechos.
De ahí se consiguió el establecimiento de horarios de trabajo, un sueldo digno, unas condiciones de trabajo también dignas y luego el derecho a paro, a vacaciones, a jubilación, sanidad, etc.
En definitiva, legalizar y regular una cosa que lo que ha hecho ha sido saltarse todas las normas que socialmente se han ido creando a lo largo del tiempo para que ésto no sea el salvaje oeste y mande el más fuerte, pues es seguro que acabará teniendo las mismas regulaciones que ya existen hoy.
Es como, para poner un ejemplo, que ahora viene un lumbreras y dice que para qué vamos a hacer los coches con cinturones de seguridad, airbags y apoya cabezas si haciéndo eso son más caros de fabricar y por otro lado dice que para qué poner controles de alcoholemia que eso reduce el consumo y las ventas en los bares o que para qué imponer límites de velocidad si así la gente llega antes a su destino. Puede buscar unos argumentos plausibles que consigan llegar a convencer al conjunto de la población y a la clase política pero con el paso del tiempo quedará demostrado que las regulaciones que se habían adoptado a lo largo de los años tenían su sentido porque evitaban accidentes, salvaban vidas y reducían sus consecuencias. En consecuencia se volverían a imponer las mismas leyes y regulaciones.
Es muy importante no olvidar el pasado y tenerlo en cuenta para entender el presente y evitar cometer errores que nos condicionen el futuro.
No es por uber, es por su modelo de negocio exportable a cualquier sector que puede acabar con nuestra economía y hacer desaparecer por completo lo que queda de nuestra clase media y borrar por completo lo que aún quedaba del estado del bienestar.
Dar cabida a ese modelo en nuestra sociedad implica que por ejemplo, si yo tengo un restaurante con 20 camareros les puedo dejar a todos sin contrato y mediante una app el día que los necesito activo el puesto en la app y que vengan a trabajar por un salario fuera de ley que será irrisorio y sin cotizar por nada, yo como empresa podré ofrecer unos precios más atractivos a mis clientes pero mis trabajadores apenas tendrán para aguantar hasta el próximo puesto libre en una app. Yo como empresa puedo alegar que no son trabajadores míos sino sólo gente con tiempo libre que quiere sacar un rendimiento a ese tiempo y explotar una habilidad que tienen y que por eso han venido a mi restaurante, pero yo no respondo por ellos ni tengo ninguna obligación al respecto. Nadie les ha obligado a venir, son ellos los que se han apuntado en la app, pero claro, en una sociedad donde el modelo uber se haya extendido pues todo funcionará así y el que no pase por el aro acaba devorado por las ratas bajo un puente).
Lo que uber propone es como la película de «Los juegos del hambre», un sálvese quien pueda para sobrevivir donde todo vale y no hay normas.
Gran comentario Sergio, todo bien razonado y con el tono perfecto. 100% de acuerdo. Gracias.
Suponer que Uber es una vuelta al pasado y nada más, es una simplificación equivocada y clásica de lo que significa la irrupción de la tecnología en la vida cotidiana. Historia? Vamos a hablar de historia. A principios de este siglo surgió una empresa llamada Napster que desafío a las grandes corporaciones que manejaban la industria de la música, lo mismo decía Sony: al principio, «eso es ilegal, no pagan impuestos, no garantizan calidad», «quién va a preferir la calidad de un MP3 cuando un CD suena mucho mejor», luego «hay que proteger a la gente del engaño al que está siendo sometida» y la verdad es que nadie era engañado, y la gente finalmente lo que busca es economía y practicidad. No fue sino hasta que el mismo Steve Jobs le dio forma a aquel negocio que la industria musical cambió su manera de trabajar y SE ADAPTÓ al nuevo paradigma.
Uber (como muchos otros servicios en Internet) no violan leyes explícitamente, simplemente caen en terrenos no legislados, que es otro tema, y eso, amigo mío, es la principal característica que demuestra que se trata de un NUEVO PARADIGMA.
Nuevamente mi consejo «ADAPTACIÓN»
Adaptarse a qué? Napster y Uber no tienen nada que ver. El formato MP3 permitió un cambio de soporte físico a soporte digital que posibilitaba una reducción de costes brutal porque por primera vez se podía prescindir de invertir en el diseño, fabricación, transporte, distribución y venta de los cd. La industria del momento no supo o no quiso adaptarse a tiempo a la nueva situación y pagó las consecuencias.
Pero en el caso de uber, para la prestación de los servicios de taxi el smartphone es el mismo que se usa para pedir un taxi, el vehículo es el mismo, el combustible es el mismo y quien conduce sigue siendo una persona, diferente seria si me dijeras que hablamos del coche autónomo de google o similares, entonces sí que estariamos hablando de una innovacion relevante que además permite reducir costes y por tanto abaratar el precio final. Pero no es el caso y uber pretende ofrecer unas tarifas más baratas a cambio de explotar a los conductoras y de no cumplir con las obligacionss fiscales que correspondan.
Es mas, el Sr. Travis Kalanick creó uber como una aplicación para pedir taxis en San Francisco pero cuando lo hizo ya existían varias aplicaciones para eso y no se comía un rosco así que se sento a darle vueltas al tema para ver cómo podía diferenciar su producto del de la competencia y se le ocurrió lo de utilizar a los particulares con la app. En el fondo quienes innovaron o permitieron la innovación fueron una vez más los taxistas, como ya ocurrió en su día con el telefono en las paradas, el radioteléfono en los taxis, los terminales de datos integrados en el taxímetro, los sistemas de gestión de flota por gps, las peticiones a través de página web, las reservas por correo electrónico, las peticiones por SMS, luego por whatsapp, por facebook y finalmente por apps específicas. Si algún sector se ha ido adaptando a los nuevos medios de comunicación casi siempre el taxi ha sido de los primeros por su condición de movilidad que se lo hace necesario.
No te confundas, la tecnología de uber, aunque no es pionera porque ya existía no es el problema, la tecnología y la innovación son buenas, el problema es la forma de implantarla y explotarla, que eso no tiene nada que ver con la texnología. Piensa que los conductores de uber tienen el handicap de que tienen que pagar un 20% (un atraco) de comisión a la empresa de tal manera que en caso de competir, a igualdad de condiciones serian un 20% más caros que los taxis.
Me sorprende mucho que haya tantas personas que piensen tan corto. He visto un monton de comentarios tipo:»el sector de taxi tendra que adaptarse a la tecnologia» , » basta ya con el monopolio de los taxis».
Cuesta tanto en darse cuenta que muchas cosas estan reguladas porque si no, todo se va a la mierda!?
Señores, la tecnologia de pedir un taxi a traves del smartphone (aplicaciones de este tipo) existen antes que se invente Uber.
Por otro lado, si uno puede trabajar de transportista simplemente por tener un carnet de conducir y un GPS, pues yo podre comprarme unos cuantos autobuses de segunda mano y hare transporte publico desde aeropuerto a centro por mitad de precio que el aerobus. Si lo pienso un poco, metere unos cuantos autobuses turisticos en Barcelona, donde un billete vale 27€. Yo hare el trayecto por 15€. Os parece bien? Hagamos todos de transportistas, de panaderos, farmaceuticos, etc. Por que no? Los demas que se adapten.
Ante todo soy taxista,y me duele que se ponga en entredicho mi profesionalidad.
Que sepais que no van a poder con un sector tan fuerte como es el taxi,lo que si haran es obligarnos a hacer muchas mas horas para poder ganarnos el jornal,pero eso a nosotros no nos va a hacer desfallecer.
Decir que el intento de implantacion de Uber en nuestro pais,ha sido un error estrategico de la empresa que ahora les es imposible reconocer ya que seria dar una pesima imagen en los paises que si les han aceptado,y prefieren trabajar de esta forma que cerrar el chiringito en nuestro pais.
Paso a exponer las razones.
En Paris el sector de taxi es un sector elitista,o sea que para que el taxista te recoja en la calle tienes que pasar el primer examen de buena presencia y buenas maneras,y esto a ciertas personas y sobre todo a las clases mas modestas les incomoda.
En Nueva York y Londres hay tal demanda de taxis que el echo de repartir un poco el pastel,eso si,llevandose la parte mas modesta por parte de Uber,no les importa,los taxis esran para las empresas y poder adquisitivo alto.pero la clase obrera que se vayan con Uber ya les esta bien.
Pues la implantacion en Barcelona es un error por:
Primero._ Exceso de taxistas,unos 13.000 aprox.en una ciudad de 1.7 mill de personas.
Segundo ._El taxista en Barcelona se para y una vez dentro te mira,jamas mira lad apariencias de la persona para aceptar el servicio,en nuestro taxi entran desde abuelos,hasta enfermos,pasando por juerguistas ,aqui todo es bueno con tal de recaudar 5euros.
Y por ultimo y por lo que a mi respecta trato siempre a las personal con el maximo rigor y con la mejor de mis sonrisas,y os aseguro que esa es la arma mas respetable.un saludo.y a esta empresa ni caso,ella caera por su peso,pero tendremos que empujar un poquito eso si….
El sector del taxi es tan diverso como la sociedad en que vivimos, yo hace relativamente poco que formo parte. Pero sabiendo como funciona desde hace años ya que mi padre estuvo 30 años. Los usuarios de taxi desconocen todos los derechos y deberes que tienen cuando usan este servicio. Entre ellos el escoger la ruta, pero también en muchos casos , quien lo lleva, sólo tenéis que tener un poco de suerte en encontrar a la persona adecuada y pedirle su tarjeta. Los precios por desgracia los deciden las administraciones públicas. Ni los taxistas ni el usuario deciden.