Vuelvo al tema de Twitch tras ver hoy el artículo de The New York Times en el que dos de sus redactores hacen un estudio del crecimiento de usuarios de este servicio desde sus inicios. En ‘Charting the Rise of Twitch‘ Gregor Aisch y Tom Giratikanon analizan un fenómeno que parece demostrar que el futuro de esta plataforma a la hora de emitir en streaming partidas de videojuegos podría ser solo parte de su futuro negocio.
De hecho ya comenté en el anterior post cómo parece claro que Amazon podría utilizar Twitch como plataforma de lanzamiento para emitir vía streaming otros tipos de contenidos de vídeo, lo que convertiría a las emisiones en directo de este servicio en competidoras directas de emisiones de productoras televisivas tradicionales.
El análisis del NYT no deja lugar a dudas, y demuestra cómo el servicio se está poniendo al nivel de las cadenas de cable en Estados Unidos, tradicionales dominadoras de la parrilla televisiva allí. Twitch va como un tiro.
Me pregunto, no obstante, por qué casi nadie le está reclamando royalties a todos los que están haciendo negocio con Twitch. A principios de agosto surgían los primeros conflictos en este tema: los usuarios que emiten sus partidas con música de fondo usaban a menudo temas con derechos de autor. Eso hizo que en Twitch anunciaran la puesta en marcha de un sistema que evitara la inclusión de ese tipo de contenidos, algo que comentaban también en posts como este en eSportsHeaven.
En el servicio hay cada vez más usuarios profesionales (atentos a las cursivas) que retransmiten las partidas y que aprovechan el tirón de sus retransmisiones para pedir donaciones a esos canales. Sorprendentemente (o no) esos usuarios están ganando ya cantidades muy decentes de dinero no solo con las citadas donaciones, sino con la emisión de anuncios publicitarios gracias al Twitch Partnership Program que es como el AdSense del servicio.
Igualmente curioso es el éxito de las jugadoras profesionales, que igualmente piden donaciones y que en varios casos aprovechan el simple hecho de que son jóvenes y guapas. Lo contaban en Kotaku en su artículo «They’re Attractive, They’re Women, And They Play Games Live On The Internet. But They’re Not ‘Camwhores.‘«. Eso no es nada malo, por supuesto, aunque algunos envidiosillos critican este tipo de actividad como una especie de prostitución 3.0. Hablé también de ello recientemente en Xataka, donde explicaba cómo «Las chicas también juegan a videojuegos, y cada vez más«.
Personalmente creo que estas chicas ofrecen exactamente lo mismo que el resto de usuarios «pro» de Twitch: entretenimiento. Nadie te obliga a verlas o a donar si no quieres, al igual que nadie obliga a ver los vídeos de gente como ElRubius o a entender su humor -como es mi caso-. En todo hay extremos -no creo que en Twitch quieran convertirse en emisora de porno light-, pero uno puede querer ver estas partidas por lo bien que juegan estos/as campeones/as, por lo graciosos/as que son, o por lo estupendos/as que están. O por combinaciones de esas tres cosas, que también puede ocurrir. Bienvenidos al mundo de la oferta y la demanda.
Lo que me escamaba un poco de todo este asunto es que las productoras de videojuegos dejen que estos usuarios se hagan de oro (bueno, no tanto) gracias en buena parte a sus desarrollos, sin siquiera cobrar una comisión por ello. Twitch ya saca algo de tajada con el citado programa publicitario para socios, pero ¿no tratarán los responsables de ‘StarCraft II’, ‘League of Legends’ o cualquier otro juego de sacar también tajada en algún momento?
Es precisamente lo mismo sobre lo que hablaba el polémico Phil Fish, creador de Fez, y protagonista del célebre documental «Indie Game: The Movie«. Este desarrollador publicó varios tuits muy en su línea:
YouTubers should have to pay out a huge portion of their revenue to the developers from which they steal all their content. [Ad] revenue should be shared with developers. This should be built into YouTube. Anything else is basically piracy.
“If you generate money from putting my content on your channel, you owe me money. Simple as that. If you buy a movie, are you then allowed to stream the entirety of it publicly for people to watch for free? No, because that’s illegal.
Esos tuits provocaron una avalancha de comentarios negativos que hicieron que Fish abandonara y cerrara su cuenta en Twitter, para luego acabar cancelando el desarrollo de Fez II. Aún así, la pregunta de Fish era básicamente la misma que me hago yo ahora con respecto a Twitch. La respuesta parece bastante obvia.
Así no es como funciona el mundo. Lo contaban realmente bien en Forbes cuando surgió la polémica, descartando las pretensiones de Fish e indicando algo obvio. Al fin y al cabo, estos usuarios de Twitch que juegan a los juegos de esas desarrolladores les están haciendo también un favor. Logran que haya más difusión de sus juegos y por tanto atraen a nuevos usuarios que potencialmente acoquinarán por esos juegos que ven en Twitch:
I also believe that this perspective fundamentally misunderstands the nature of new media, in which sharing and hacking and altering content can also lead to that content going viral, gaining new traction in new online spaces, and so forth. Or else Phil Fish understands that each time he says something like this on Twitter, the attention makes new potential customers aware of his games. Sort of like how Let’s Play works.
If anything, developers should be giving YouTubers a cut of their increased sales—but that would be an entirely new kettle of ethical fish to deal with, as it were. So maybe the current system isn’t actually all that bad.
Así es: quizá pase precisamente lo contrario: que sean los desarrolladores de videojuegos los que acaben pagando más a esos usuarios profesionales de Twitch para jugar a sus juegos y darles mayor difusión.
Menudo negociete, chavales/as. Si en algún momento os habíais pensado en dedicar al mundo de los videojuegos, este es vuestro momento. Sobre todo si tenéis un poco de gracia y desparpajo (y por qué no, buena planta/pinta) yo iría creando un canal en Twitch con vuestras partidas. Por lo que pueda pasar.
Actualización (28/08/2014): He cambiado el título del post porque el original no me convencía :/
Imagen | James Cao en Flickr
«Chavales, chavalas: jugad y enriqueceos»
No sé por qué, pero me da que por aquí no hay muchos chavales leyendo xD
Pero si por algún motivo hay alguno, me gustaría decir que es mucho más fácil hacer dinero dedicando tu esfuerzo a los estudios que jugando a videojuegos. Mucho mucho más fácil.
«pero ¿no tratarán los responsables de ‘StarCraft II’, ‘League of Legends’ o cualquier otro juego de sacar también tajada en algún momento?»
Usando el ejemplo del juego con más usuarios anoche en Twitch, LoL, sus desarrolladores son más ambiciosos que cobrarle a unos cuantos profesionales retrasmitiendo sus partidas. Lo que pretenden es crear una liga profesional, un espectáculo comparable a otros deportes como el fútbol, un entretenimiento que compita por tu ocio. Si alguien no me cree que se asome a Corea del Sur, que son la avanzadilla a este respecto. Si quieres ver las partidas de la liga profesional coreana del LoL te tienes que subscribir (y pagar) como si fuera la NBA o cualquier otro deporte.
Y por lo que yo sé, es Twitch y no LoL quien paga a determinados jugadores-equipos para que utilicen su plataforma, lo que tiene mucha más lógica.
«Así es: quizá pase precisamente lo contrario: que sean los desarrolladores de videojuegos los que acaben pagando más a esos usuarios profesionales de Twitch para jugar a sus juegos y darles mayor difusión.»
¡Cómo te gusta provocar! para al final del artículo decir lo contrario XD
Respecto a lo de estudiar y jugar, ya no lo tengo tan claro, sobre todo en este país. El tema de los eSports en países como Corea del Sur es alucinante, y de hecho hablé de ello hace ya unos añitos:
http://www.javipas.com/2010/07/07/%C2%BFquieres-ser-un-gamer-profesional-pues-preparate/
Y sí, lo de darle la vuelta a la tortilla al final del artículo me mola. Pero me sale sin querer, de verdad 🙂