Estos últimos meses se está hablando mucho de neutralidad en la red y de cómo algunos ISPs están teóricamente transformando la red de redes para que tengamos una Internet para ricos (de castas, supongo que la llamarían algunos) y otra para pobres. El debate se ha acelerado tras los problemas que han tenido Netflix con Comcast y viceversa, y que se han resuelto a las buenas: con dinero de por medio.
El problema es que el concepto de neutralidad en la red no es tan claro como parece sobre el papel. Lo cuentan de forma ejemplar en un artículo de Wired -que por lo visto tendrá una segunda y una tercera parte- en el que explican que Internet no tiene la pinta que nosotros creemos. Las diferencias son claras, y quedan patentes en la imagen que han publicado en Wired (pinchar para ver en grande):
Esa imagen deja patente cómo diversas empresas cuentan con accesos privilegiados al «caño» de los ISP, pero en los últimos tiempos esos ISP han creado sus propios CDN internos, en los cuales algunas de esas empresa también meten réplicas de sus infraestructuras online. A las tradicionales Akamai o Cloudflare les han salido unos competidores difíciles: los propios ISP. Comcast es el ejemplo claro en el artículo de Wired, pero hay unos cuantos más.
De hecho, en casa también tenemos un buen ejemplo. Telefónica puso en marcha su CDN hace tiempo, y varias empresas lo aprovechan para tener acceso a esa «última milla» que hace que la velocidad de acceso a la información sea fulgurante. Google sitúa sus servicios en esos CDNs de los ISP para, por ejemplo, hacer que YouTube vaya como un tiro, y lo explicaba muy bien Ricardo Galli -puede que no tenga muy buen feeling con él, pero al César lo que es del César- en un artículo premonitorio en 2011 que básicamente es idéntico al de Wired en esencia, pero escrito tres años antes. Aún así, el texto de Wired explica bien cómo esa actitud de los ISP no es en absoluto mala para los usuarios; más bien lo contrario:
Does this give companies like Google and Netflix a potential advantage over the next internet startup? Sure it does. But this isn’t necessarily a bad thing. In fact, this rewiring has been great for consumers. It has allowed millions to enjoy House of Cards, YouTube, and Kai the hatchet-wielding hitchhiker. It’s the reason why the latest version of high-definition video, Ultra HD 4K, is available for streaming over the internet and not on some new disk format.
Aún así, el peligro sigue existiendo: los ISP podrían (parece que lo van a hacer) convertirse en megacorporaciones que hagan que el negocio de los tradicionales CDN quede ensombrecido. Eso haría que esos mismos proveedores favorecieran de forma directa el tráfico que les pagan -cuando una Google instala sus servidores de YouTube en su CDN- frente a los que no lo hacen. Cuidado con disfrutar de lo fantástico que es que el último vídeo 4K de los goles de España en la final del Mundial 2014 -uy, va a ser que no- sin tener en cuenta que puede que para que eso esté ocurriendo, el ISP esté cediendo demasiados recursos y perjudicando a todos esos miembros de Internet que no necesitan o no pueden pagar ese caño de primer nivel, y en los que la experiencia lógicamente podría ser muy diferente de lo esperado.
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