Hoy no he parado de darle a la tecla. Entre otras cosas me ha tenido entretenido un buen rato este pequeño homenaje a Facebook, que esta semana (teóricamente hoy) cumplía 10 años de vida. En febrero de 2004 todo era muy distinto en Internet. Nadie parecía hacerle sombra a Google, y desde luego nadie hablaba de redes sociales. De hecho, ni siquiera los blogs eran especialmente conocidos en aquella época. Yo no hice mi primer intento en tema hasta que pasaron unos meses, cuando probé Blogger en agosto.

Pero siempre hay alguien que ve más allá. Puede que Mark Zuckerberg ni siquiera lo viera al principio. Sea como fuere, Facebook se ha convertido ya en historia viva de la tecnología. Muchos aciertos y también muchos errores después se habla de Facebook casi como un veterano de Internet. Algunos visionarios de quita y pon han querido ponerse una medallita hablando de la muerte anunciada de la red social, pero creo que, como decían esta mañana en Mashable, puede que Facebook sea demasiado grande para fracasar.

Lo cierto es que ni recuerdo la primera vez que oí hablar de esta red social. Lo primero que he encontrado escrito por mi al respecto es bastante tardío, de 2007, en The Inquirer, pero está claro que ha sido sin duda uno de los temas recurrentes en Incognitosis (aquí la primera referencia importante, de 2008). Y durante todos estos años he tenido clara una cosa: que Facebook no era para mi. Al menos, no para usarlo de la forma que probablemente lo concibieron sus creadores.

Mi presencia en Facebook es anecdótica, y se limita a ir avisando a la gente que lo usa como alternativa al lector RSS de que hay nuevos contenidos en el blog. Mi pereza es tanta al ver Facebook en pantalla que ni siquiera sé ahora mismo si esas actualizaciones funcionan ya. Para un blogger con ciertas tablas, despreciar a 1.230 millones de potenciales lectores parece una estupidez. Y probablemente lo sea –aunque tenga mis razones–, así que es probable que en ese rediseño que tengo en mente vuelva a darle un empujoncito a esa relación imposible que mantenemos Facebook y yo. Me parece alucinante todo lo que han conseguido, y aunque no sea algo que me atraiga usar, admiro y respeto que ellos sí hayan comprendido algo que la mayoría no logramos comprender: cómo lograr que cientos de millones de personas al día usen tu producto. Felicidades por esos 10 años de luces y sombras. Un like por vosotros.

PD: Atentos, por cierto, al impresionante post titulado «A Facebook life» de Josh Constine en TechCrunch. Imperdible.