Termina el año, y toca hacer balance. Un balance que -supongo que os pasará también a vosotros- ha tenido un poquito de todo. Nuevas aventuras profesionales, toda una alucinante aventura personal -y lo que nos queda 🙂 -, gente que entra en nuestras vidas, otra que sale, y cómo no, alegrías y alguna que otra decepción.
Como bien dice un buen amigo, ahora toca aprender de esas experiencias. Y yo añadiría además que sobre todo toca arreglar -poniendo todo de nuestra parte- lo que no funciona. 2012 promete. Feliz noche, feliz salida, feliz entrada, y un feliz 2012.
igualmente
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