Seguro que muchos de aquí -si no todos- os enterásteis de la presentación que Steve Jobs y sus chicos dieron en la WWDC dieron ayer en el ya tradicional Moscone West. Podéis ver la keynote al completo en la página de eventos de Apple, aquí, y sacar vuestras propias conclusiones. Las mías fueron las de otras keynotes recientes. Apple, que quizás nos había malacostumbrado en ocasiones anteriores, parece haber bajado el ritmo. Las keynotes son cada vez más monótonas, con demasiado tiempo dedicado a demos sin demasiada relevancia, y pocas sorpresas notables que vuelvan a hacer relucir ese sombrero de un cada vez más esmirriadito -qué horror, pobre- Steve Jobs.
Lo más esperado -en mi caso- era la presentación de Mac OS X 10.7 Lion, la nueva edición del fantástico sistema operativo de Apple, que lleva ya mucho tiempo en el candelero y que por fin veremos en su versión definitiva en julio (no hay fecha concreta). Lion sigue siendo el mismo de siempre, pero con algunos truquitos adicionales que aportan -o intentan hacerlo- mejoras sensibles tanto a la interfaz de usuario como a la usabilidad. Afortunadamente Apple puso ayer a disposición de los desarrolladores una nueva versión preliminar. Mac OS X 10.7 Developer Preview 4 (o lo que es lo mismo, compilación 11A480b) ya puede ser utilizada por los desarrolladores certificados, pero como era de esperar, la imagen DMG no tardó mucho en filtrarse en redes P2P. Y el menda lerenda ya estaba descargándola a media tarde para probarla.
La instalación de Mac OS X 10.7 DP4 no tiene misterio: una vez grabada la imagen en un DVD (no me compliqué la vida) e iniciado mi MacBook Air desde la unidad de DVD externa que me viene al pelo para estos temas, el proceso completo terminó en unos 45 minutos, un tiempo algo largo debido a que mi unidad externa no es especialmente veloz. Únicamente hay que crear una partición adicional en disco para tener por un lado Snow Leopard, totalmente funcional -por si las moscas-, y luego Lion, en su pequeño espacio de, en mi caso, 20 Gbytes El caso es que tras los citados 45 minutos tenía ante mi lo siguiente:
El león ya estaba ‘rugiendo’ en mi escritorio, así que había que comenzar a probar cositas. Los nuevos gestos del trackpad multitouch de Apple, el famoso Launchpad (adiós a la carpeta Aplicaciones del Dock), o el no menos famoso Mission Control, que es un popurrí de Exposé, Spaces y Dashboard y que a primera vista me ha dejado más bien frío. Sobre todo porque lo que pretendía hacer Apple lo han resuelto muy bien los chicos de GNOME con GNOME Shell, mezclando las ventanas minimizadas de Exposé y los espacios de trabajo de Spaces de una forma más usable y, desde luego, más vistosa. Mission Control tiene una pinta demasiado apelotonada, y creo que mucha gente acabará tratando de recuperar el viejo Exposé, aunque como siempre, hay que acostumbrarse a lo nuevo, o al menos, darle una oportunidad.
Otro apartado en el que tenía curiosidad era el de la aplicación de correo, Mail, que se supone que se ha visto muy mejorada y que yo no veo tan notable como hacían ver en la keynote y en los documentos que habían aparecido. Mail aporta buenas ideas, pero desde luego no sustituirá al cliente webmail que uso con Gmail, y que por definición propia está más logrado. La única aplicación que he visto que puede desbancar al cliente webmail es Sparrow, con muchas chorraditas muy chulas que quizás me hagan olvidar de cuando en cuando el cliente web de Google.
Lo de las aplicaciones a pantalla completa también está curioso, sobre todo en el caso de los navegadores (ojo con Chrome, pasa a estado full screen sin problemas, pero luego hay que salir de la aplicación para poder volver a recuperar la vista normal), en el que se obvia la necesidad de la tecla F11 para hacer esa navegación a toda pantalla un tema mucho más natural. Lo de saltar de aplicación en aplicación para las que están en pantalla completa con el gesto táctil (tres dedos a izquierda o derecha) está chulo, y hay que reconocer que en Apple han mejorado un poquito más el tema de las ventanas de una misma aplicación.
De hecho, si tengo varias ventanas de Chrome abiertas no había forma de elegir fácilmente una u otra: el atajo de teclado era como mínimo incómodo, y Exposé hacía su función de forma decente, pero no definitiva. En Mission Control sí que se controlan mejor esas ventanas de una misma aplicación, aunque de nuevo no sé qué les hubiera costado mejorar el Alt+Tab de toda la vida.
Desde luego hay muchos más pequeños detalles en este nuevo sistema operativo, pero lo que está claro es que Mac OS X 10.7 Lion es conservador al máximo. Ni siquiera revoluciona demasiado con características como Launchpad, que recuerda a iOS 5, y que no es especialmente sorprendente a estas alturas. Pero Apple sabe bien que si una cosa funciona, y funciona bien, mejor no tocarla. Y Mac OS X funciona muy bien.
Actualización: Y tras horas de escribir y sacar capturas, he publicado el análisis completo en MuyComputer. En diez paginitas, para que os entretengáis.
Una duda rápida … a mi una cosa que me interesa más que mucho es saber si el nuevo Filevault es compatible con Time Machine, porque sinó me servirá para la mismo que para lo que me servía ahora; para nada.
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