Ayer Apple presentó sus iPods recauchutados: el iPod touch con Retina Display y FaceTime -o sea, un iPhone sin teléfono, por lo demás idéntico-, el absurdo iPod nano con pantalla táctil (si no habéis visto el vídeo, atentos a la destreza para controlarlo) y el iPod Shuffle, que básicamente recuperar la «rueda clickable». Pero Jobs se dejaba algo para el final.

Su famoso «One more thing» lo reservaba para la presentación del nuevo Apple TV, del que ya se habían adelantado bastantes detalles y que por lo tanto no fue ninguna sorpresa, salvo quizás por su diseño y tamaño. Minimalismo a tope made in Apple, procesador A4, sistema operativo iOS, y entradas y salidas interesantes: HDMI, Ethernet, óptica de audio, e incluso puertos USB (uauh!) que lo diferencian claramente de los viejos Apple TV.

No solo exteriormente: el nuevo Apple TV no dispone de disco duro, y está pensado por y para el streaming de contenidos, una tendencia clara de un mercado que ahora se está colapsando con ofertas de diversos fabricantes que quieren imponer sus propias plataformas y que tendrán que luchar por un mercado que al menos en nuestro país ni siquiera está preparado para ese asalto.

En Estados Unidos, por supuesto, la cosa está mucho más avanzada. Empresas como TiVo y Netflix llevan años currándoselo en este mercado, y de hecho esta última se ha convertido en una de las claras aliadas de ofertas de contenido de vídeo a través de dispositivos tradicionales. La PS3, la Xbox 360 y la Wii cuentan con acceso a Netflix allí, lo que convierte a estas consolas en perfectas alternativas al Apple TV.

A partir de ahí surgen otras muchas alternativas como el curioso -pero con pocas posibilidades- Boxee Box, y otras muchas que tienen muchas más papeletas en mi opinión, como Google TV, que trasladará la filosofía de Android («Yo te doy el sistema operativo y la plataforma: tú métela donde te dé la gana») al televisor y que ya está firmando acuerdos como loca con distribuidoras y productoras de cine y televisión para inundarnos de contenidos televisivos.

Las posibilidades de Google TV son mucho mayores que las de Apple TV, que como otros productos se limita a la oferta de episodios de TV y de películas a ciertos precios. Ni podremos grabar emisiones en directo, ni ver la televisión de siempre -aunque la verdad, tampoco hay mucho que ver hoy en día-.

Lo que no parece que va a ser posible -y lo veo absurdo- es acceder al catálogo de la App Store desde el Apple TV. Únicamente he visto accesos a canales personalizados de YouTube o Flickr, pero ni un Safari móvil, ni un escritorio que dé acceso a servicios web. Craso error -¿por qué limitar el producto cuando la plataforma ya está preparada para sacar partido a iOS?- que probablemente corrijan en versiones posteriores.

En fin, que así, de primeras,el Apple TV me parece bastante mediocre. Mola la interfaz, sí, y mola su tamañito, pero como siempre, SOLO PODRÁS VER LO QUE APPLE TE DEJE. (¿Alguien sabe si además puedes usarlo para ver las pelis desde el Mac en la tele?). Qué manía de dictárnoslo todo tienes, Steve.

Por cierto, al loro con el detallito que tuvieron los de Cupertino: anuncian que por primera vez en la historia emitirán la keynote inaugural en directo. Pero atención: sólo los usuarios de Mac OS X o de los iPhone, iPod touch e iPads con soporte HTTP Live Streaming podían acceder al vídeo del evento. Este protocolo está disponible de forma masiva sólo en las plataformas de Apple (aunque había algún truqui por ahí, como siempre), pero está claro que Jobs quería dejar ver el show solo a sus amiguitos.

Es que no puedo con él. Qué huevos.

Ah, y de postre, el vídeo del absurdo iPod nano y de cómo pueden llegar a controlarlo sin mirar. Flipis.