Me entero nada más levantarme de que Mark Zuckerberg ha decidido volver a la anterior licencia de uso, de modo que esa cláusula abusiva de la que hablé ayer que especificaba que aunque cerrases la cuenta Facebook mantendría sus derechos sobre las imágenes y contenidos publicados ya no es válida.

Una pequeña rectificación que obviamente se ha producido tras el pressing de los medios (no el mío, claro) y la polémica generada por sus abusivos ToS. Una pequeña batalla ganada, pero queda toda una guerra por delante. Como indica Antonio en Error500, lo que necesitamos es un marco global de protección de datos personales. Efectivamente, ya que como dije, Facebook no es ni de lejos la única que se aprovecha de la ilusión del usuario por compartir y aprovechar la potencia de las redes sociales y de otros servicios web de todos los colores. Lo difícil es saber quién puede llevar a cabo esa iniciativa… y hacerlo de forma que inspire confianza.