Ayer se celebró la que probablemente haya sido la más aburrida y descafeinada de las keynotes inaugurales de una MacWorld Explo desde que Jobs volviera en 1998 a coger de nuevo sus riendas. La razón de esa cansina puesta en escena fue, sobre todo, que Jobs no estaba ahí para dejarnos a todos embobados.
Phil Schiller, perrillo faldero de Steve (o al menos esa es la imagen que tengo después de tantos años) fue el encargado de salir del paso, y lo hizo a duras penas porque realmente no hubo novedades dignas de mención. Se notaba en el ambiente: el anuncio oficial de la ausencia de Jobs en esta keynote hace meses hizo presagiar una recaída de su cáncer, y aunque eso no está confirmado, al menos Jobs ha dirigido un mensaje «a la comunidad Apple» (a los demás, que les den, por lo visto) en el que indica que se está recuperando de un desequilibrio hormonal que no sabemos muy bien qué consecuencias tendrá finalmente.
Yo no me creo lo del desequilibrio hormonal, pero sea como fuere lo que está claro es que el hecho de que Steve Jobs esté a cargo de Apple es determinante para la marcha de su empresa. Desde que desapareció de la escena pública los anuncios de la empresa no han tenido la misma «salsa» que hace meses, cuando el iPhone 3G lo eclipsaba todo. Mucho se esperaba de esta keynote, pero es que ni siquiera hemos oído hablar de Snow Leopard, un sistema operativo que debería estar a punto de ser presentado.
Lo mismo ha ocurrido con revisiones de producto muy esperadas, y lo que está claro es que Apple, que está en el mejor momento de su historia, debe encontrar rápido una forma de que la ausencia de Steve Jobs no se note. Lo cual, por otro lado, va a ser completamente imposible. Jobs ha sido, es y será uno de los grandes de la historia de la informática, y los que leéis esto ahora podréis decir que fuisteis contemporáneos suyos, lo cual, a mi entender, es todo un privilegio.
No quiero que esto suene a que le estoy enterrando (ojalá dé mucha más guerra), pero hace meses que la cosa pinta mal. Steve, a ver si me consigues cerrar la boquita y te recuperas muy pronto…
es que steve jobs es steve jobs, uno de los creadores de mi juguete preferido (iphone) y maestro en las presentaciones. Sin duda se siente muchísimo su ausencia…espero que se recupere por bien de el y de apple.
Esperemos que así sea, y que siga haciendo las cosas de forma muy diferente. Aunque utilice la política de Microsoft, al menos, tiene diseño.
Salus.
no dudo que apple tendra lo mas granadito de cada casa para manejar todas las parcelas en ausencia de S.Jobs. Pero desde luego les pasara como la ultima vez, un intento desvirtuado de vivir de rentas y llenarse los bolsillos sin justificacion.
es la diferenciia entre la mano creativa, y la especuladora (vease microsoft).