Tecnología

Buscadores de escritorio, ¿moda o funcionalidad?

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El 14 de octubre de 2004 Google lanzó su herramienta Google Desktop, que permitía indexar el contenido de nuestros discos duros para que las búsquedas de datos en ellos fueran prácticamente instantáneas. El concepto de ‘Buscadores de escritorio’ (Desktop Search) había nacido para el gran público, y pronto otras grandes de la informática se pusieron manos a la obra para ofrecer sus propias respuestas en este sentido.

La funcionalidad de búsqueda en el escritorio pronto se convirtió en una prioridad para los desarrolladores de Windows, Mac OS X y Linux. En todos ellos había implementadas herramientas de búsqueda, pero dichas aplicaciones trabajaban con un motor en tiempo real que analizaba los datos en el momento en que realizábamos la petición de búsqueda: no había indexación de contenidos, así que el programa tenía que recorrer toda la ruta de búsqueda para poder ofrecer los resultados correspondientes.

Pronto se comprobó que la eficacia de estas soluciones era muy interesante: Microsoft desarrolló su Windows Desktop Search muy rápido, y en mayo de 2005 lo integró con la llamada MSN Search Toolbar. Apple haría lo propio al crear Spotlight, una herramienta que presentó con la versión 10.4 de su maravilloso Mac OS X el 29 de abril de 2005: fue la primera en integrarla de serie en el sistema operativo, y su brillante funcionamiento fue referencia para el resto de desarrolladores a partir de entonces. Beagle fue la herramienta que trataría de competir con esas propuestas en el caso de Linux. El más famoso de los proyectos desarrollador bajo la plataforma Mono (el .NET de Linux) se presentó por primera vez el 28 de junio de 2004 – y por lo tanto fue en realidad una de las primeras en aparecer en público, como podéis comprobar en las release notes – pero su integración con las distribuciones Linux no se produjo hasta más tarde. Luego llegaría Tracker, otra herramienta -programada en C, no en Mono- que proporcionaba otra aproximación al problema y que se ha convertido en todo un éxito en detrimento de Beagle.

Todas ellas se basan en el mismo concepto: la indexación del contenido de nuestros discos duros -o más bien, de las particiones/carpetas que les indiquemos a estas herramientas- para generar una base de datos en la cual poder luego rebuscar con gran facilidad. A partir de ahí cada solución propone su propia tecnología a la hora de tratar conceptos como los metadatos, la construcción del índice y la generación de resultados, pero lo cierto es que todas ellas funcionan bastante bien y suponen una ayuda imprescindible para un gran número de usuarios, que evitan así tener que estar esperando varios segundos -a veces minutos- para que las herramientas de búsqueda ‘convencionales’ encuentren lo que uno busca.

Sin embargo, dichas herramientas también tienen un impacto notable en el rendimiento de los equipos: los recursos consumidos son relevantes, sobre todo al principio, cuando se indexan los contenidos. Pero ese consumo no baja demasiado, ya que la actualización de estos datos conlleva una indexación más o menos continua que se intenta realizar en background.

Lo que ocurre en mi caso es que aunque agradezco la opción de operar con dichas herramientas, nunca las utilizo: su uso de recursos me parece importante, y además, quizá manía mía, no aguanto el ruidito que hace el disco duro contínuamente cuando se está realizando la indexación. No es exagerado, pero siempre lo noto y acabo desactivando las opciones de indexación (o indización, como dicen en Microsoft). Obviamente las ventajas aportadas son muy interesantes para alguien que tenga que buscar documentos de todo tipo frecuentemente, pero si alguien es un poquito organizado -confieso que soy también algo maniático a la hora de trabajar y siempre coloco cada cosa en su sitio- también suele saber dónde buscar, lo que hace que esas ventajas se difuminen. Así pues, ¿vale la pena utilizar buscadores de escritorio?

La anterior encuesta tuvo bastante éxito -gracias por participar– y me dejó claro el hecho de que: 1) no soy un máquina diseñando; y 2) es muy probable que vuelva temporalmente al diseño anterior de Incognitosis para afinar ese lavado de cara un poco más. Así que como esto de las encuestas nos mola, pues aquí va otra, a ver qué tal funciona esta vez.

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5 comentarios en “Buscadores de escritorio, ¿moda o funcionalidad?

  1. Yo tenía instalado, en el trabajo, el de Google…

    Pero por problema de espacio en el disco, y el consumo de recursos que mencionas, lo terminé por quitar…

    Una pena, porque a veces venía genial el poder buscar rápidamente por algún concepto…

  2. antonio dice:

    Yo no uso, soy un tío organizado.
    Probando uno de ellos me peto el disco, supongo que estaría algo tocado y tanta indexación termino con él.

    Si ánimo de ofender, el tema anterior estaba mejor, el incognitosis de arriba queda muy cutre.

    Saludos.

  3. Yo no he usado hasta que me pasé a Vista. Ahora me resulta muy cómodo para ciertas búsquedas (tengo demasiada música y demasiadas series, me temo). Aún tengo que aprender bien cómo usarlo…

  4. Encuentro bastante útiles este tipo de herramientas pero la verdad es que finalmente no las uso nunca, y aunque anteriormente si las instalaba ahora ya hace un tiempo que no.

    No tengo una gran cantidad de archivos y documentos en mi disco duro y además soy muy maniática con el orden, así que cuando necesito algo tardo mucho menos en encontrarlo que cualquiera de estas aplicaciones XD

    Un saludo,

Comentarios cerrados.