Bueno, ya estoy de vuelta. En realidad no es que me hubiese ido lejos, aunque sí que me he tomado mis días de relax (que tocaban) la semana pasada para continuar esta haciendo lo de todos los veranos. Un poco de dedicación académica, para no faltar a la tradición. En cualquier caso, voy a intentar recuperar un poco un ritmillo relajado de publicación de entradas para no tener tan abandonado el blog como los dos últimos meses.
La razón esencial ha sido el cambio de trabajo (aparte del bodorrio de mi hermano Nacho, que me tuvo también ocupado), como ya expliqué: mi nueva responsabilidad (máxima) en The Inquirer hace que esté publicando a marchas forzadas (aparte de otras tareas), y la verdad es que como ya me entero de todo (y lo publico) por ese lado, me da pereza reutilizar contenido, así que buscaré nuevos y refrescantes temas para el blog. El primero de ellos, visto hoy, es realmente curioso… Ahí va eso 🙂
Vaya, es muy bueno tenerte de vuelta. ¿Quieres decir que ahora eres el jefazo de The inquirer?
Hola Roger, gracias por los ánimos 😉
Sï, soy el máximo responsable… glub 🙂
Por eso no posteo tanto aquí, ya me paso la vida haciendo eso en The Inquirer…
Saludetes y de nuevo, gracias por mantenerte ahí! (como los buenos fans)