Al contrario de lo que hice el 1 de abril (con aquello de Google), esta vez sí que hablaré en serio. Ha habido un cambio en mi vida profesional: dejo PC Actual para encargarme de la versión española de The Inquirer. Este portal de actualidad tecnológica es uno de los más conocidos en el Reino Unido (donde compite con The Register, otro de los conocidos), y tras 7 largos años que me han dado muchísima vida en la revista number guan 🙂 he decidido cambiar un poco de aires por diversas historias.

Esa es una de las razones por las que últimamente no posteo casi nada. De hecho, gran parte de mi trabajo en The Inquirer será el de publicar contenidos, de modo que cuando acabo con la jornada (apenas llevo un par de días) no me apetece demasiado postear en mi propio blog. Puede que sea una historia pasajera, pero a eso se une el que lleve un mes (y lo que me queda) muy, pero que muy liado con otras cositas que no tienen nada que ver. Por ejemplo, el domingo volví de un increíble viaje a Alemania para ver el tercer partido de la selección en Kaiserslautern, aunque luego nos movimos a Munich, que es (dicen) una de las ciudades con más marcha de las que hay en este país. Y vaya si la tiene, pero claro, para eso estamos los españolitos, para dejar el podio bien alto ;-). Aunque el partido fuese una caca de vaca, el ambiente y la gente (impresionante) nos hicieron olvidar enseguida que nuestra selección, una vez más, podía hacer de las suyas. Y lo ha hecho, como se ha demostrado esta noche frente a los gabachos. Mira que me jode que nos ganen estos, que además ya tienen el carné del Imserso.

En fin, que trataré de recuperar el ritmillo, pero valga esto como pequeña excusa por desatender a mis lectores… que no obstante, pueden pasarse por la página que ahora llevo profesionalmente, claro está 😉