Creo recordar que alguna vez instalé Opera. Sin embargo, la existencia de los Netscape, Mozilla, Firefox, y – lamentablemente – los Internet Explorer no dieron mucha opción a este navegador, que más que el eterno segundón era el eterno hermano pobre. Las cosas parece que cambian. Lo más gracioso es que empecé a buscar información sobre el tema ayer, y hoy se me han adelantado unos cuantos medios por otras razones distitnas a la original. Ese motivo inicial para esta entrada fue la liberación de una versión gratuita que no incluía publicidad, con lo que las opciones de este navegador se incrementan de manera notable.
Dicho y hecho. Menos de 4 Mbytes de instalable, lo que ya da «buen rollito», y nada más iniciarse, un interfaz muy cambiado desde la última vez que probé Opera. La navegación por pestañas que ahora me es imprescindible apareció por primera vez en la versión 4 de Opera (hace ya cinco añitos, y que pronto heredaron Mozilla y Firefox) y sigue siendo una de las bases de esta aplicación que, sin embargo, no dispone de esas extensiones de las que ya me he hecho fan en Firefox. Tampoco funcionan los mismos atajos de teclado (algo incómodo cuando estás acostumbrado a moverte como pez en el agua por las aplicaciones) y la gestión de algunos elementos también hace que tardes un poco en cogerle el punto. Sin embargo, y como pude comprobar rápidamente, los chicos de Opera no sólo han eliminado los molestos banners publicitarios: la velocidad de renderizado de las páginas es espectacular. No diría que el doble de rápido, pero en ciertos casos, así parece. Las conclusiones son mucho más contundentes cuando uno se lee el análisis de velocidad en navegadores que ha realizado un editor independiente, y que está muy, pero que muy trabajada.
Y no es la única de sus bazas: con motivo de un reciente artículo en PC Actual, tuve la oportunidad de hablar de los tests Acid2 que comprueban el soporte de diversos estándares Web, en una prueba tan exigente que absolutamente ningún navegador actual es capaz de superarla. El que más se acerca, Opera. Y no puedo evitar mencionar lo lejos que queda IE7 en estas lides :), aunque sus desarrolladores están tratando de mejorar este hecho. Para ver los resultados, apuntaros, por ejemplo, esta página.
Este tipo de características son las que han hecho que Opera haya anunciado recientemente (aunque sea algo absurdo anunciar este tipo de cosas) que quiere suplantar a Firefox (con un 8,6% de cuota) como segundo navegador del mundo, por detrás de un aplastante IE6(con un inexplicable 86,3%). Puede que con el as en la manga que guardan con Merlin, su próxima gran revisión (probablemente, la 9) logren hacer tambalearse a un navegador que a mi modo de ver sigue siendo la mejor opción. Por cierto, acaba de salir la versión 1.0.7. No sé si en Windows será muy importante actualizarse, pero en Linux más os vale: acaba de salir una vulnerabilidad que permite el acceso a estas máquinas aprovechando un fallo con el parser de los URL desde la línea de comando. De momento, eso sí, sólo en inglés.
Actualización (23/09/05): Un día después (se han dado vidilla) ya está disponible la versión en castellano. Y acabo de leer en ElOtroLado que existe una pequeña utilidad denominada FirefoxPreloader que permite mejorar los tiempos de carga iniciales. El truquis es el mismo que utiliza Explorer para aventajar al zorro de fuego en este apartado. Así que ya tenéis un motivo más para hacer el switch de navegadores, si no lo habíais hecho aún 😉
Actualización 2 (23/09/05): Y Opera que acaba de anunciar que ha logrado un millón de descargas en dos días, doblando lo logrado en su versión 8. Evidentemente, la aparición de la versión gratuita y sin publicidad tiene mucho que ver.
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