No he podido evitar colgar una de las imágenes disponibles de la que se ha definido como una versión Post-Beta de Windows Longhorn, el sucesor de XP. Lo cierto es que esa calificación no es especialmente afortunada, pero según el autor de este artículo (que parece empollado en el tema, y desde luego, sabe más que yo) las capturas de la versión que se han extendido por Internet pertenecen a la compilación 5203, cuando la Beta 1 será una compilación 51xx. También comenta que esta versión probablemente no aparezca nunca para el gran público (ni de forma oficial ni en los tradicionales círculos P2P), por lo que tendermos que conformarnos con saber qué aspecto va teniendo la interfaz de los nuevos ventanucos. Que por cierto, es realmente atractiva.
Pero mucho me temo que no bastará con eso. Después de cinco años de espera creo que a nadie le convencerá un simple lavado de cara, y con la no inclusión de características como WinFS esta esperada versión de Windows ha perdido algunos galones. Más vale que se den vidilla, o les va a salir otro serio competidor (aparte de GNU/Linux): MacOS X para arquitecturas Intel, obviamente. Más capturitas en PhoenixRealm o en la página en la que vi inicialmente la noticia, XeroCool.
Tal vez se dieron cuenta que WinFS era una burrada por el momento.
No sé si sería una burrada, pero como idea me parece súper curiosa. Al fin y al cabo, manejar la información de nuestro disco duro como si de una base de datos se tratase beneficiaría las búsquedas tremendamente…
Y acabaría con el rendimiento del sistema. A menos que los discos duros aumenten de velocidad lo menos seis o siete veces no es práctico. Aunque tengo entendido que el ReiserFS de linux da espacio a expandirse en forma similar, con algunos «huecos» reservados para metadatos, así que es de suponer que a la larga tales sistemas de archivos se impondrán.