Llevo tiempo dándole vueltas al diseño de Incognitosis, que ha ido simplificándose cada vez más pero que podría ir al minimalismo puro en su próxima iteración. Nada de imágenes y puede que nada de barra lateral, algo que haría que me centrase solo en lo teóricamente importante: el texto. Y puede que para ese nuevo giro del blog pruebe algunas de las herramientas que están comenzando a revolucionar el mundo de los blogs.

Para los que no lo sepáis, la mayoría de plataformas actuales hacen uso masivo de PHP y generan páginas de forma dinámica. Eso aporta la interactividad necesaria en muchos blogs -comentarios, JavaScript, estadísticas- pero también tiene una contrapartida: el consumo de recursos es notablemente mayor. Los plugins que cachean páginas (en WordPress brilla con luz propia W3 Total Cache, pero a mi nunca me ha acabado de convencer) mejoran ese consumo, pero aún así la realidad es que si queréis un blog de andar por casa -como este- lo más probable es que el salto a un motor para crear páginas estáticas sea una opción muy a tener en cuenta.

Probablemente el desarrollo que dio el verdadero pistoletazo en este segmento fue Jekyll, un generador de páginas web estáticas del que comencé a leer cosas el verano pasado, que está escrito en Ruby y que utiliza GitHub como backend: al publicar lo que hacemos es «recompilar» nuestra implantación de Jekyll, que regenera una y otra vez toda la estructura de nuestra web y sus páginas estáticas y la presenta al usuario como si de cualquier otra web se tratase. El proceso es algo engorroso por lo que tengo entendido -una buena guía (Parte I, Parte II)- , y poco recomendable si uno tiene muchos posts -cuantos más tienes, más tarda la «compilación»- pero esa primera alternativa se ha visto rodeada de muchas otras que allanan el camino a los profanos como tú o como yo. Eso sí: puedes importar todos los posts de tu blog con WordPress, Movable Type y alguna plataforma más de forma directa, algo muy interesante. Dificultad para novatos: 8.

Y esto sigue.

A partir de Jekyll surgió Octopress, que no es más que un framework para Jekyll que da más libertad y potencia y que nos evita tener que lidiar con plantillas HTML, ficheritos CSS o JavaScript para ponerlo todo en marcha y cosas por el estilo: en Octopress simplemente necesitamos Git y un entorno Ruby (>=1.9.2) en la máquina desde la que queramos servir nuestro contenido, a partir de lo cual el camino estará «bastante trillado». Pero de nuevo la cosa no está tan clara. Dificultad para novatos: 7

Seguimos con alternativas que allanan el camino pero que llevan al mismo objetivo: tener nuestro blog vía páginas estáticas sin complicarnos más la vida. Y es ahora cuando la cosa se pone interesante para los que queremos algo un poco más facilito. Tres opciones llegan al rescate, y en todas ellas el componente secreto no es ni GitHub, ni Ruby. No. Es, sorprendentemente, Dropbox.

El servicio de almacenamiento y sincronización de archivos se convierte en una singular plataforma de hosting en donde residirá el contenido de nuestra web. Los desarrollos de los que hablaré a continuación no hacen más que interpretar el contenido escrito en Markdown -un lenguaje pensado por y para escribir en texto plano pero con etiquetas que permiten formatear el texto y convertirlo luego a HTML, guía práctica aquí– y presentarlo en forma de páginas estáticas.

Calepin es la primera alternativa de interés, y trabaja conjuntamente con Pelican (un motor Python que por si no os habéis dado cuenta, es un anagrama de Calepin) para generar esas páginas estáticas que acaban en una URL del tipo http://usuario.calepin.co. Lamentablemente no hay soporte nativo de dominios (CNAME), así que de momento www.javipas.com no podría usar Calepin, y apenas hay opciones de personalización para ciertos aspectos -por ejemplo, no es posible contar con una página «Acerca de» estática-. Problemas demasiado graves para tomarlo como una opción ahora mismo. Pero la cosa va mejorando. Dificultad para novatos: 6.

A partir de aquí llegamos a las alternativas facilonas. Dos en concreto. Scriptogr.am y Skrivr. La primera está en pleno funcionamiento, mientras que la segunda es incluso más prometedora por su especial atención a las tipografías y al responsive design -más sobre eso en un post futuro, es una de mis pasiones actuales-. Pero en esencia ambas ofrecen lo mismo: una herramienta que de nuevo trabaja con ficheros de texto escritos en Markdown (sí, el tipo que lo creo es el John Gruber, el súper fanboy de Apple que tiene uno de los blogs más visitados del mundo, Daring Fireball) y que se conecta a nuestra cuenta de Dropbox (o mejor, a una alternativa, solo dedicada al blog) para que el contenido sea accesible (y editable) siempre y en todo lugar. Además en ambos casos tenemos sporte de dominios CNAME, de temas, y de edición online y offline. En resumen, una chulada. Dificultad para novatos: 2.

Cualquiera de estas dos últimas podría ser la base de Incognitosis 6.0 (¿o era 7.0?), pero antes de que me ponga u os pongáis manos a la obra, hay algunas consideraciones a tener en cuenta en estos casos:

• Hosting: ya os podéis olvidar de tener que pagar un hosting porque Dropbox (en las tres últimas al menos) es el «continente» en el que vive nuestro blog. Eso os ahorra dinerito, pero también quebraderos de cabeza a la hora de poner en marcha el blog con cierto servidor web, cierto CMS o ciertos componentes. Brutal.
• Publicidad: la inclusión de publicidad en este tipo de blogs minimalistas es algo que a primera vista no parece ni natural ni sencillo. Mala rentabilidad pues si es lo que buscáis. Poco brutal.
• Comentarios: olvidaos de controlar los comentarios. Para eso está Disqus (o IntenseDebate, o Livefyre, o Echo, u otros, ya puestos), que se encargará de ofrecer dicha capacidad aunque eso suponga depender de un tercero en este importante aspecto de cualquier blog. Mmmm. Medio brutal, porque también es cierto que nos libramos de esa carga adicional que generan los comentarios de WordPress, por ejemplo.
• Personalización: aunque todas estas plataformas frikis de blogging ofrecen la capacidad de personalizar plantillas y crear temas a nuestro gusto, esa tarea tiene pinta de ser bastante durita, y a menos que seáis diseñadores y programadores a la vez, probablemente os salga un churro bastante majo en este sentido. Tanto Scriptogr.am como Skrivr (e incluso Octopress) han prestado más atención a este tema, pero aún así, olvidaos de la capacidad de personalización de los WordPress, Drupal o Joomla tradicionales. Poco brutal.
• Plugins: No hay. Punto. Ni efectos especiales, ni funcionalidades extra -bueno, puede que alguna cosita mínima, pero muy, muy limitada-. Poco brutal.
• Simplicidad máxima: si estáis cansados de estar trabajando con el backend del CMS de turno estos motores de sites estáticos son todo un soplo de aire fresco. Markdown es un lenguaje sencillo y más bien friki -algo así como escribir en el editor HTML de WordPress… pero más friki-, pero hay herramientas chulas que invitan a adentrarse en la generación de ficheros .md (MarkDown) y que parece que están teniendo muy en cuenta eso de publicar desde el iPhone o el iPad, como Writing Kit, WriteUp o  Notesy. Para Mac OS X parece que IA Writer es la opción, y para Windows/Linux no he visto nada específico -emacs tiene un modo Markdown específico-, pero cualquier editor normal sirve, por supuesto.

Como veis, la cosa tiene sus ventajas y sus inconvenientes, pero si lo que buscáis es comenzar a escribir sin comeros el tarro, desde luego estas alternativas son muy interesantes y además tienen un puntito muy cool, muy hacker y muy friki. Desde luego que no pueden sustituir la potencia de un buen WordPress, pero desde luego dada mi tendencia al minimalismo, Incognitosis va camino de estar escrito a corto plazo en Markdown.

Aunque sea, por probar. Espero que el tema os haya resultado tan interesante como a mi. Por cierto, si queréis echar un vistazo a algunas alternativas más -la mayoría mucho más frikis y con niveles de dificultad para novatos 9 o 10- aquí tenéis este enlace y este otro. Que los disfrutéis 😉