Tecnología

Y los ñafotas dominarán el mundo

A principios de año los Reyes Magos me dejarón al lado del zapato unas Ray-Ban Meta. Ni las abrí. Había leído y escrito sobre ellas y tenía claro que no eran un producto especialmente útil para mí, así que les di las gracias a sus majestades y se las devolví amablemente.

Si este año hacen el upgrade y me traen las Meta Ray-Ban Display, la cosa probablemente cambie. La compañía las ha presentado hace unas horas, y de hecho he hecho la ficha de producto para Xataka con un titular bastante descriptivo: «antes llevar gafas era una molesta necesidad. Ahora será un superpoder».

Igual un poco exagerado, pero ciertamente lo veo así, y eso que esto es solo el principio. Estas gafas son un salto cualitativo espectacular respecto a los modelos anteriores, sobre todo por dos cosas

  1. Pantalla integrada
  2. Pulsera EMG para control por gestos

Combinados, esos dos apartados elevan la experiencia de uso y abren un montón de casos en los que las gafas pueden ser mucho más útiles que sus modelos «básicos». De repente tenemos un producto que ahora sí, puede sustituir bastante rato al móvil y hacer que lo saquemos menos del bolsillo.

Creo que este es el paso que necesitaba Meta en esa obsesión por ponernos a todos gafas. No estoy seguro de que sean las mías de momento, sobre todo por una cosa:

Meta AI.

Qué queréis que os diga. No me fío mucho ni de Meta, ni de su IA, que en ningún momento ha destacado por ser la más capaz o precisa. Creo que aquí Gemini tiene mucho que ganar, así que si Google hace bien las cosas —y las hace rápido— a Meta le va a salir un duro competidor muy pronto. Por no hablar, claro de los competidores que le han salido hace tiempo en China, donde hay varios fabricantes con gafas muy chulas —Las XReal One Pro son probablemente mis favoritas— aunque su enfoque esté más cerca de las Vision Pro que de estas.

¡Me han copiado la idea!

Es curioso, pero en realidad uno podría ver a estas gafas de Meta como una simple iteración de las celebres Google Glass, que primero causaron fascinación y luego inquietud y hasta repugnancia. El concepto era básicamente el mismo, pero trece años después lo que lo cambia todo —además de la IA— es el hecho de que las gafas no te hacen parecer un cyborg o un estúpido.

En perspectiva diría que ese fue el gran error de Google: querer que se notase que eras uno de los elegidos y tenías acceso a esa tecnología. En Meta se han dado cuenta de que es mucho mejor que nadie note que en realidad eres medio cyborg con tu modo ñafotas.

De lo que no estoy seguro es de que al final no acabe habiendo un efecto miedo-inquietud ante el hecho de que con estas gafas la gente va a poder ir sacando fotos de lo que quiera sin que (normalmente) te des cuenta. Antes podías medio hacerlo con un móvil, pero se notaba. Ahora esto es un poco más invasivo, y veremos cómo se va adaptando la gente a esto. Tampoco es que yo tenga ganas de estar grabando o sacando fotos a todo el que me cruzo por la calle, pero… el tema está ahí.

Así que tenemos aquí un producto que sin duda pinta muy bien. Lo de la pulsera EMG para interactuar con gestos me parece realmente prometedor, pero también un poco chungo, porque habilita precisamente que alguien te saque una foto sin que apenas se note, porque puede hacer el gesto con los dedos incluso a la espalda. Dicho lo cual, tener un control así sin la complejidad del sistema de cámaras de las Vision Pro me parece brutal.

Las de Meta molan, pero a día de hoy me inclino más por tener primero algo tipo las Project Moohan de Samsung/Google. Las competidoras «asequibles» (esperemos) con Android XR de las Vision Pro.

¿Me las compraré? No lo tengo claro. Esto de teletrabajar hace que probablemente no las pudiese aprovechar mucho, y de hecho creo que puedo esperar a una siguiente generación (o a las de Google) y mientras ir a por las que realmente me hacen tilín ahora mismo: unas gafas tipo Vision Pro como las Project Moohan que tengo muchas, muchas ganas de poder ver en acción. Si se portan como parece, esas serán mis candidatas a corto plazo. Si es que no se disparan en precio, claro, que ya veremos.

Sea como fuere, cada vez estoy más convencido de una cosa. Los ñafotas dominarán el mundo.

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