Venga, ya lo he dicho. Si las grandes juegan bien sus cartas, estamos ante el inicio de la era de los ñafotas. Porque muy pronto, queridos lectores, no solo llevaréis un smartphone en el bolsillo o el bolso: también llevaréis puestas unas gafas conectadas. O inteligentes, o de realidad aumentada. O como queráis llamarlas.
La razón es sencilla: el segmento está a punto de eclosionar porque varias empresas tecnológicas —algunas, gigantes— han lanzado nuevos modelos o los van a lanzar para que estén disponibles en el periodo navideño. Entre ellas están:

- Meta Hypernova: se espera que cuenten con una micropantalla delante del cristal delantero y de una pulsera de gestos. Irán un paso más allá de las Ray-Ban Meta, cuya interfaz era solo audio, y aportarán ese elemento para añadir información visual, imagino que en forma de mensajes y notificaciones. Precio estimado: 800-1.000 dólares.

- XReal One Pro: he preferido aquí la foto «desde atrás» para que veáis esas pantallas micro-OLED que son las que permiten que en todo momento tengamos la capacidad de proyectar información gráfica (por ejemplo para ver pelis o usarlas como monitor externo del PC/Mac) además de todo lo que ya ofrecen gafas más básicas como las Ray-Ban Meta. Están a la venta desde hace tiempo, cuestan 689 euros.

- Samsung/Google Project Moohan: estamos ante las grandes competidoras occidentales de las Vision Pro de Apple, con ese mismo formato de gafas de esquí y un propósito claro: el de servir como dispositivo personal de realidad aumentada para casa. Precio estimado: 1.500 dólares.

- Vivo Vision: la alternativa china tanto a las Vision Pro como a Project Moohan. Muy ligeras, prestaciones similares a sus competidoras, por lo que he visto, muy decentes y costarán aproximadamente menos de la mitad de las de Apple. Precio estimado: 1.400 dólares.

- RayNeo X3 Pro: una mezcla de las Ray-Ban Meta y las XReal que presumen de unas pantallas microLED con brillo de 2.500 nits y que permiten disfrutar de relalidad aumentada y de una interfaz visual, no solo de voz/audio.

- Viture Beast XR: parecidas a las XReal One Pro (o quizás más a su variante algo más económica, las XReal One. Como en otros casos, aquí hay pantallas delante de los cristales para proyectar todo tipo de información y dar esas opciones de realidad aumentada. Ya están a la venta por 549 dólares.
Como indica este post en Reddit, en realidad hay un montón de gafas conectadas que ya están a la venta o que lo estarán muy pronto. Como expliqué en Xataka, los formatos más importantes también están muy definidos:
- Gafas «solo-audio»: como las Ray-Ban Meta y sus futuras evoluciones. La interacción por voz es la clave, y el hecho de que tengan cámaras para «ver lo que tú ves» y que eso pueda reconocerlo la IA que llevarán integradas estas gafas ofrece un potencial enorme para llevarlas a todas horas por la calle. Muy, muy prometedoras, sobre todo porque además serán más asequibles que el resto de modelos.
- Gafas con pantallas micro-OLED: Como las XReal One Pro, aquí el objetivo es ofrecer esas pantallas en las que podremos proyectar todo tipo de información y ver pelis, series, fotos, o juegos como si tuviéramos delante una tele de 150 pulgadas o más. No tan adecuadas para llevarlas por la calle —son algo más aparatosas y «toscas»—, pero fantásticas para ir en el metro/avión y ver contenidos a nuestra bola.
- Gafas tipo Vision Pro: destinadas a servir como dispositivos de entretenimiento y trabajo individual, ofrecerán la mayor calidad en cuanto a experiencia, pero también serán las más caras y acotadas en cuanto a usos prácticos. También puedes ver pelis y vídeos/fotos espaciales con las XReal One Pro, pero es cierto que la experiencia de usuario de las Vision Pro y sus competidoras estará claramente un paso por delante que ellas. Pero claro, también serán notablemente más caras… aunque quizás Moohan y Vivo Vision hagan que aquí la competencia sea mucho más directa.
El mercado se está llenando de opciones, y esto no ha hecho más que empezar. No ya por el hecho de poder disfrutar de contenidos en ellas —por ahora esa sigue siendo la killer app— sino por la cada vez mayor potencia de modelos de IA que permitirán interactuar con ellas y con el mundo que nos rodea de forma natural. Mirad por ejemplo la demo de Project Aura —Android XR en las gafas de Xiaomi— y lo entenderéis mejor.
Yo me veo totalmente en ese futuro en el que iré por la calle con las gafas puestas y el móvil en el bolsillo e iré hablando con ellas como si estuviera hablando con un amigo por teléfono. Preguntando de todo, interactuando y conversando, dando órdenes, de todo. El móvil seguirá siendo útil, pero incluso puede volverse cada vez más irrelevante ante el auge de las gafas con pantallas Micro-OLED. Para muchos escenarios —sobre todo consumo web y redes sociales— el móvil seguirá teniendo un papel importante, pero cuidado que las gafas plantean aquí ser una alternativa cada vez mejor.
Así que id preparándoos, porque puede que estas navidades vuestra carta a los Reyes Magos empiece con un «Quiero unas gafas de realidad aumentada». Yo ya estoy viendo claro que me las voy a pedir. Llevo días echándole el ojo a las XReal One Pro, por ejemplo, viendo análisis y comparativas, y tengo grandes esperanzas en las Project Moohan porque desde luego quiero unas de ese tipo para casa. De hecho si las Vision Pro no fueran tan caras ya las hubiera comprado. Así que sí: voy a ser un ñafotas múltiple, porque no creo que me conforme con un formato.
Y si no es este año, será el siguiente, pero una cosa está clara.
Las gafas van a ser los nuevos relojes inteligentes.
De hecho van a ser mucho más.
Y si no, al tiempo.