Hoy me levantaba con dos novedades relevantes en el ámbito de los medios de comunicación. La primera, el rediseño de El Mundo, un periódico que nunca he leído con mucha frecuencia en parte porque no me gustaba su interfaz: sencillamente, me resultaba feo.
No he trasteado mucho, pero desde luego ahora parece más periódico —quizás las líneas que dividen bloques deberían ser menos oscuras— y la portada se recorre con más facilidad.
Eso sí, el ancho utilizado en los artículos me parece excesivamente estrecho , y en mi escritorio sobra el aire. Y eso que a mí me gusta el aire en los diseños web. Aquí hay demasiado. Igual un poquito más de diseño responsive y aprovechar las resoluciones y diagonales de pantallas en modo apaisado no estaría mal. En fin.
Lo otro que me ha llamado la atención es Artifact, la nueva aplicación-red social de los creadores de Instagram. Hablaba esta mañana de ello en Xataka y la verdad es que el concepto me parece súper interesante. ¿Por qué?
Por que no me gusta el telediario.
Ayer, por ejemplo, lo vi un rato. Es algo que no suelo hacer, y no lo hago por una sencilla razón: es deprimente. No digo que no cuente cosas importantes, pero sí que se centra en tragedias y en sucesos —que insisto, ocurren a diario— como si se recrease en eso. En «estamos fatal, mirad». Hay poco sitio para temas positivos o esperanzadores, y como en cualquier medio de comunicación se intenta ir a temas virales y populares.
El otro problema de los telediarios es evidente: cuentan lo que ellos deciden que es importante. Que puede serlo para ellos, claro, pero no necesariamente para mí. No hay personalización posible de fuentes o temas porque esto es lo que es. La tele. Broadcasting. Emisión en bruto a todos, sin más.
Eso, en los tiempos que corren, es mal negocio. La gente no quiere que le cuenten cosas que son importantes para otros. Quieren cosas importantes solo para ellos. Que se refuercen sus cámaras de eco y se hagan mazo de grandes y con mazo de eco, ya sabéis.
Todos somos un poco así. Está muy bien el consejo que dan los sabios, ese de «prueba otras fuentes, lee a gente con la que discrepas». Sin embargo, siempre que lo he intentado me he acabado cansando de hacerlo. Suelo estar dispuesto a perder discusiones, pero de toda la gente a la que he intentado seguir, nadie parecía dispuesto a perderlas, que yo recuerde. Así que uno acaba encerrándose en su cámara de eco, leyendo y viendo cosas que le gustan y le aportan, y no saliendo demasiado de esa zona de confort en la que estamos tan a gustito y en la que además nadie nos quiere ni puede quitar la razón.
Esa es una de las razones por las que las redes sociales están funcionando tan bien a la hora de convertirse en canales de información para las nuevas generaciones. Yo mismo tengo mi telediario particular gracias a Twitter. Uno con muy pocas noticias de política o deportes y mucho de tecnología y ciencia. Lo mismo hace mucha gente con Facebook, Instagram y ahora TikTok, que funcione especialmente bien en ese sentido por algo que contaba Casey Newton en The Platformer (traducción de DeepL):
Al principio, las redes sociales te mostraban cosas que tus amigos consideraban interesantes: el modelo Facebook. Luego empezaron a mostrarte cosas en función de la gente a la que decidías seguir, tanto si erais amigos como si no: el modelo de Twitter.
La innovación de TikTok consistió en mostrarte cosas utilizando únicamente predicciones algorítmicas, independientemente de quiénes fueran tus amigos o a quién siguieras. Pronto se convirtió en la aplicación más descargada del mundo.
Artifact representa un esfuerzo por hacer lo mismo, pero para el texto.
Me parece un enfoque genial por parte de Artifact. Twitter tiene el problema de que limita un poco el descubrimiento a gente que sigues. Ahora la cosa ha mejorado un poco con su feed algorítmico. Acaban de cambiar su cliente web y móvil, y la pestaña «Para ti» precisamente funciona un poco «a lo TikTok». Y aún así, le falta un poco más de diversidad, del citado descubrimiento. No uso TikTok, pero por lo que dicen es un pozo de horas precisamente porque su algoritmo es mágico y no para de mostrarte cosas estupendas que lo son más cuanto más lo usas. Eso me da miedo, así que prefiero no usarlo para no convertirme en un adicto más a esa red social.
Con Artifact la cosa pinta a ser algo parecido al TikTok de la información, con medios teóricamente reputados e información fiable e interesante. Esa es la promesa, claro: veremos qué pasa cuando realmente lo saquen a la luz. Teniendo en cuenta que tras el proyecto están los creadores de Instagram, y teniendo en cuenta los avances que estamos viendo en inteligencia artificial a la hora de generar contenido y recomendarlo, me da a mí que esto pinta realmente bien. Si todo va como espero, Artifact puede convertirse en una poderosa herramienta para informarnos, e incluso podría desbancar al todopoderoso (en mi caso) Twitter.
Entiendo que el Telediario, como otros medios tradicionales, tratarán de adaptarse a esa nueva ola. Lo llevan haciendo bastante tiempo: tanto RTVE como el resto de cadenas «tradicionales» se han ido sumando a más y más plataformas y tratando de estar presentes en otros formatos. Es lo mejor que podrían hacer, porque aunque el Telediario de toda la vida diría que está peligrosamente amenazado de muerte a largo plazo, este tipo de cosas son un pequeño soplo de aire fresco para hacer que nuestra forma de informarnos sea mejor que nunca… para nosotros. Que es lo importante.
Gracias por el chivatazo.
Pensaba que Artifact era otro TikTok y ni le había prestado atención. Le echaré un ojo.
Respecto al telediario… Mi mujer le gusta ponerlo y yo me desconecto automáticamente.
Como con el ordenador, al estilo de cuando se comía con el periódico, así que ni me entero de que está viendo.
Las pocas veces que le hago caso es para enterarme de la cantidad de desastres que pasan en el mundo y particularmente en España.
Suelo preguntar siempre lo mismo: ¿No hay noticias buenas NUNCA?
Además, estoy algo sordo, así que mayoritariamente me entero de lo que leo, porque escuchar escucho poco. 🙂
Yo pongo el telediario de fondo para comer. Pero no para informarme (locualnoquita que de vez encuadopueda ver alguna informacion relevante). Principalmente porque en general estan todos comprados por el gobierno y el hecho que apuntas de que cada telediario se parezca a El Caso justamente es para desviar la atencion y adormecer a la gente.
Pero vamos, entiendo tu postura y opinion, pero el telediario seguira triunfando. Si sigue abierta Tele5 que vamos a esperar.
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