Vuelvo a hablar de las Raspberry Pi tras celebrar su décimo aniversario hace unos días, y lo hago porque de repente me surgió una situación casera que quizás pudiese resolver con estos cacharritos.
¿Cuál? Pues la de extender la cobertura WiFi. En una de las habitaciones de casa necesitaba mejor cobertura. Tengo un cable Ethernet que llega hasta allí, pero lo uso para otra historia. Una opción fácil era comprar algún repetidor o incluso un router que actúe como tal porque en este sitio empiezo a necesitar también más salidas de cable. La otra, claro, era buscar alternativas que no impusieran gasto.
La opción estaba clara: la Raspberry Pi se puede convertir en un punto de acceso inalámbrico o en un repetidor Wi-Fi. Probé primero a convertir mi RPi 3 en un punto de acceso inalámbrico siguiendo este tutorial, pero eso me obligaba a hacer cambios en otros cacharritos de la habitación, así que decidí tratar de convertir la RPi 3 en un repetidor WiFi.
Ahí es donde hice un descubrimiento curioso. Conozco desde hace años la herramienta Balena Etcher para poder grabar imágenes de sistemas operativos a llaves USB, pero no sabía que esta gente hace muchas más cositas. En concreto una realmente simpática: tienen una nube llamada Balena Cloud que está pensada para makers y para quienes quieren sacarle más jugo a sus Raspberry Pi y a otros dispositivos del ámbito IoT. (Actualización (15/03/2022): como indica Jose en los comentarios, podéis montaros vuestra propia Balena Cloud en un VPS para no depender de la de ellos. ¡Fantástico!)
De hecho esa nube trabaja con Balena OS, un sistema operativo preparado para sacar provecho de contenedores (vía Docker) y que permite convertir en cada cacharrito en algo muy modular y a lo que le puedes sacar mucho partido.
El caso es que con estos componentes es posible crear cosas bastante graciosas con la Raspberry Pi o con miniPCs similares. Tienen proyectos cuyo código está en GitHub como balena-rpiplay (servidor AirPlay), balena-cloud o balena-cam, pero el que me interesaba a mí es wifi-repeater, que precisamente convierte a la RPi en un repetidor WiFi.
Ellos mismos tenían un completo tutorial en su blog, y la verdad es que el funcionamiento del sistema es estupendo. Un poco mosqueante, de hecho, porque aunque instalas cosas en la Raspberry, la gestión se hace a través de otro equipo y de tu cuenta en Balena Cloud, donde aparece tu «flota» de dispositivos IoT.
Es curioso también cómo en ciertos momentos necesitas ejecutar una terminal en tu equipo, pero entrando luego en balena CLI, el intérprete de comandos desde el que realmente lanzas los paquetes de instalación de funciones como la del repetidor WiFi. Los scripts están muy bien cuidaditos, y de hecho tienen su gracia final, como muestra la captura.
Como digo, una vez instalas todo lo que tienes es un panel de administración web bastante estupendo y que te permite hacer básicamente todos los cambios que quieras sin tener que acceder directamente a la Raspberry Pi.
Es una forma curiosa de funcionar, pero lo cierto es que el sistema funciona muy bien y al menos en las primeras pruebas de rendimiento la cobertura ciertamente es mucho mejor gracias a este repetidor WiFi improvisado. Que igual cualquier día me canso y compro un router (o varios) y monto otra historia, pero la verdad es que es sorprendente lo mucho que puede dar de sí este miniPC, de verdad.
Ya sabéis. Si queréis montar algo así, lo tenéis fácil 😉
Seguro que en tus incognichollos alguna vez has puesto aparatos para tener una red mesh eso es lo que necesitas a mí me ha cambiado la vida
Sí, lo cierto es que lo de los routers que soportan Mesh tienen buena pinta, aunque he leído también que es un poco invento. Es una opción de futuro.
Como comentaste el otro día, son unos cacharros fantásticos. En mi caso llegué un poco tarde al mundo Raspberry Pi, pero eso no ha impedido que haya podido llevar a cabo algún proyectillo interesante.
En estos momentos tengo dos Raspberry Pi, una 3 Model B que está a pleno rendimiento como bloqueador de publicidad con Pi-hole y una 4. Esta última lleva un tiempo parada después de haberle dado una oportunidad como equipo principal.
Hay mucha gente con ingenio sacando adelante cosillas muy chulas.
Qué bueno Tzinm. Bien ahí!!
A mí esta herramienta me parece alucinante. Una pena que el número de dispositivos 100% compatibles sea limitado, amplio pero limitado. Faltan muchas placas chinas como Orange Pi y Nano Pi que se pueden desplegar con scripts con soporte comunitario no oficial o usando docker y archivo de configuración adicional. Pero nada tan directo como con una Raspberry Pi. Me encantó también lo fácil que es gestionar una cantidad grande de dispositivos todos a la vez para temas de configuración y actualizaciones. Imagina esto mismo que has hecho pero para un hotel o un campus con todos los repetidores Wi-Fi a tus órdenes desde tu panel web de Balena Cloud.
Exacto. Está muy pensado para controlar «flotas» de dispositivos, es genial. Y como digo, el panel de administración es súper chulo, muy bien diseñado y potente. Da gusto.
Buen día, Javipas.
No conocía este proyecto y me ha resultado muy interesante, gracias.
Al hilo de tu ‘mosqueo’ y leyendo las opciones en su web he visto que te puedes montar tu propio Balena Cloud instalándote una máquina con openBalena server https://www.balena.io/open/docs/getting-started/
Un saludo a los cacharreros
Anda, qué bueno Jose, gracias por el apunte 🙂 Lo incluyo en el post ahora mismo.
Pues precisamente en esas andaba yo hace un par de semanas y le pedí a un amiguete un router viejo para montar una red separada en la habitación de los peques. Y en ello estaba cuando otro amiguete me pasó una info para convertirlo en un extensor de red tanto cableada como WiFi.
El proceso es un poco contraintuitivo y la verdad estaba convencido de que no iba a funcionar, no podía ser tan fácil, pero lo probé y funcionó perfecto a la primera tal y como se suponía que debía funcionar. De verdad que no daba crédito. Y por cero euros.
El sistema tiene las limitaciones inherentes al router, que es un aparato fantástico pero de 2008, con lo que casi 15 años suponen en tecnología: el WiFi se queda en el protocolo n y sólo uno de los puertos de red es gigabit, pero para lo que yo necesito me da de sobra y el resultado es de no creérselo.
El trasteo tecnológico más satisfactorio que he hecho en la última década.
Jajaj Ole y que viva el reciclaje de viejos routers!
🙂