En Ars Technica dicen que Google debería cargarse a Stadia. Que total, para lo que está haciendo, que lo abandonen como han hecho con tantos otros proyectos.

Las razones por las que debería hacerlo, dicen en ese tema, son variadas. Entre otras, por no cumplir promesas. Stadia está disponible en solo 22 países —prometieron que estaría en más de 200 cuando lo lanzaron en 2019— cuando GeForce Now está en 82 y xCloud en 26.

Lo mismo con la latencia, que según las pruebas de Digital Foundry no es tan buena como en GeForce Now. Tampoco parecen invertir mucho en el hardware de los servidores, algo importante para jugar con tasas de FPS decentes y a buenas resoluciones. NVIDIA acaba de meter servidores para jugar en 1440p gracias a sus potentes RTX 3080, aunque tienes que pagar más, y Microsoft ha hecho lo propio con servidores basados en Xbox Series X.

Ambas vuelven a aplastar a Google, pero como dicen en Ars Technica, ambas parecen dispuestas a seguir mejorando sus servidores año tras año para ofrecer esa capacidad de juego en la nube. Google no parece tan dispuesta.

Tampoco lo está a la hora de crear juegos. Su teórico estudio dejó de existir antes de poder sacar nada a la luz, pero es que además el catálogo de Stadia no ha crecido de forma especialmente llamativa. Google no está cómoda con el mundo de los videojuegos y las desarrolladoras, y lo curioso es cómo se han tomado eso Microsoft —gastando 60.000 millones en Activision Blizzard y dando miedito— y Sony, que están yendo a concentrar el mercado mientras Google (que tiene pasta para gastar) pasa de hacer movimientos.

De hecho, apuntan en Ars Technica, Google no es tan relevante en la nube. AWS tenía en abril de 2021 el 32% del mercado, por el 19% de Azure y el 7% de Google (42% para «otros»). No es un apartado que tampoco quieran usar como sus rivales, y su nube es sobre todo para ellos. Para sus servicios.

Son todas ellas razones poderosas para dar esa conclusión inicial. Si uno tiene todo eso en cuenta —de hecho cuando lo lanzaron muchos criticaron la propuesta—, Stadia no va a ningún lado. Es probable que nunca lo haga y que Google acabe matándolo, porque estamos hablando de una empresa que no suele luchar demasiado por proyectos que no acaban de cuajar. Si no lo hacen a la primera, los mata. Y algunos que sí lo hacen —ay, Google Reader— también. No tengo ni idea de qué criterio sigue Google para decidir qué proyectos siguen y cuáles no, pero desde luego Stadia parece condenado si uno echa un vistazo al pasado de la compañía.

Yo prefiero ser aquí un poco optimista y acudir a un lema que me acompaña desde hace ya unos años.

Un problema es una oportunidad de mejora.

Lo creo de verdad. De hecho la forma en la que reaccionas ante un problema dice mucho de ti. Hay problemas y problemas, desde luego, pero el que tiene Google es desde luego toda una oportunidad de mejora. No digo que se pongan a desarrollar videojuegos, pero con el potencial que tienen en la nube y la pasta de la que disponen deberían apostar por hacer lo que ya hacen con sus servicios: se habla de una especie de Stadia Marca Blanca» que permita que desarrolladoras y otras empresas puedan aprovechar y ofrecer el servicio con Google como intermediario, lo cual no me parece del todo mal, pero aquí veo por ejemplo que Google podría irse de compras y pillar Electronic Arts. Boom. Una alianza así sería bastante potente y permitiría a Google entrar de lleno en un mercado jugoso a tope.

Hay desde luego opciones para que Stadia acabe resurgiendo, pero aquí Google debe mostrar sus intenciones de una vez. No entiendo que dejen pasar esta oportunidad. Quizás estén solo esperando a ver qué pasa: eso de que el futuro era jugar en la nube es una verdad impepinable: dudo que este sea el año que lo hagamos —y eso que las plataformas están ahí— y me da que dejar atrás consolas y PCs va a tardar bastante más de lo que creíamos.

Igual Google se lo quiere tomar con más calma. Como Amazon, cuyo proyecto Luna está ahí también como en un segundo (o tercer) plano y eso que tienen los AWS para respaldar su apuesta.

La cosa está interesante, desde luego, así que yo diría que Google aún puede darle una oportunidad a Stadia. Se la merece.